Ricardo Iorio y sus declaraciones antisemitas a la revista Rolling Stone

Ricardo Iorio y sus repudiables declaraciones a la revista Rolling Stone Argentina, en marzo de 2000
Ricardo Iorio y sus repudiables declaraciones a la revista Rolling Stone Argentina, en marzo de 2000

Aunque nunca fue ajeno a las declaraciones fuertes, hubo un antes y un después para la figura pública de Ricardo Iorio, que murió este martes a los 61 años, a partir de la entrevista que le dio a la revista Rolling Stone en marzo de 2000. Hasta ese momento, el patriarca del metal argentino había dado indicios de sus preferencias nacionalistas pero siempre en equilibrio con su apoyo a otras causas (en sus canciones, en sus declaraciones y en sus actos) no precisamente identificadas con una ideología en particular. Sin embargo, en aquella charla con Fernando Sánchez y Miguel Mora para el número 24 de la revista, el entonces líder de Almafuerte cruzó un límite y nunca volvió: el antisemitismo se convirtió, en forma más o menos explícita, en parte de su discurso.

El grupo venía de sacar el que para muchos es su mejor disco, A fondo blanco (1999). Apenas habían pasado tres años de su participación en la celebración de los veinte años de lucha de las Madres de Plaza de Mayo: el recitado de “Piú avanti”, poema del autor que dio nombre a su banda. Así llegó Iorio a aquel reportaje en el que se le preguntó -entre otras cosas- por la idolatría extrema que despertaba en su público (“no me agrada demasiado, me incomoda”), por su encono con el grupo de Andrés Giménez, ANIMAL y otras bandas del “palo” (“ya está, no tengo por qué andar hablando de nadie”) y por su adolescencia (“la primera vez que pisé un boliche fue para tocar con mi grupo”). Eso, hasta que él solo se manda con una especie de confesión: “A veces digo cosas que no tendría que decir”, reflexiona, y así se da pie a sí mismo para el parlamento fatídico: “Creo que debe haber pocas personas que no sean judías que sepan tanto de judaismo como yo. Y si hay algo que yo valorizo de mi nación es el libre culto. El libre culto hace bien al orden social. Lo que pasa es que nos falta tiempo de desarrollo. Somos una sociedad que se independizó de España hace apenas 200 años. Pero para nada estoy en contra de nadie. Estoy a favor de todos. Que prefiero a los pecadores antes que a los santos, sí. Pero es bueno que haya diversidad religiosa. Eso sí: si vos no sos judío, no me vengas a cantar el Hava Nagila en la fiesta judía. Y si vos sos judío no me vengas a cantar el Himno, la c... de tu madre. ¿Me entendés? Cada lechón en su teta es el modo de mamar. Lo que no me gusta es que a mi país traigan guerras intestinas de otros lares. Y eso se evita siendo argentino. Ojalá los políticos se dieran cuenta”.

Ricardo Iorio con Alejandro Biondini
Ricardo Iorio con Alejandro Biondini

Contó uno de los autores de la nota, Fernando Sánchez, que en un primer encuentro Iorio soltó una diatriba contra Alejandro Lerner (“si fuese un judío todo sucio que toca heavy metal, ¿qué iba a decir yo?”) y que se le consultó en un segundo cruce sobre qué había querido decir, a modo de aclaración para evitar malentendidos. Ahí, el músico espetó el monólogo confundiendo religión y nacionalidad que le valió varias denuncias ante el INADI. Se lo acusó de violar la Ley 23.592 contra la discriminación, que establece que “quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional, será obligado, a pedido del damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su realización y a reparar el daño moral y material ocasionados”. El INADI, encabezado por Víctor Ramos, se hizo eco de los reclamos y a su vez elevó la denuncia a la Justicia. Ante esto, Iorio enfrentó una posible pena de 1 a 3 años de prisión, pero finalmente fue sobreseído por el juez Gabriel Cavallo.

El líder de Almafuerte dio sus explicaciones: “Queremos mostrarles a todos que la bandera no es patrimonio del vigilante, del militar, del bombero o de la escuela. La bandera es nuestra, porque nosotros somos los que hacemos el país y los que lo vamos a seguir haciendo. Es una respuesta a que durante un montón de tiempo, la bandera fue del vigilante, ¿sí? Entonces, pasó el tiempo y como en este país nos olvidamos todos, ya creen que nosotros somos como los vigilantes que tenían la bandera antes”. Sin embargo, poco tardó en insertar su prédica antisemita en su obra: su siguiente disco incluyó el tema “Cumpliendo mi destino” en el que cantó: “Guardo de un hombre grande, guerrero nacional que hoy tienen preso. Puede haber caballo verde, mas no uno de ellos honesto”. El supuesto “guerrero nacional” era Mohamed Alí Seineldín, carapintada que se alzó contra la democracia en dos oportunidades, y la frase sobre el caballo verde remitía a otra que había pronunciado el militar: “Es más fácil encontrar un caballo verde que un judío honesto”.

Con este antecedente, no sorprendió la foto y el apoyo expresado en 2017 por Iorio a Alejandro Biondini, fundador del partido nacionalista Bandera Vecinal, quien años antes había reivindicado a Adolf Hitler en el programa de Mariano Grondona. En los últimos años alternó notas “de color” (como las que le hizo Beto Casella) con entrevistas dadas a canales de YouTube de referentes mediáticos de la ultraderecha. Victoria Villarruel, compañera de Javier Milei en la fórmula de La Libertad Avanza y conocida apologista de la pasada dictadura militar, lo despidió hoy en Twitter: “Me quedo con tu voz única y la argentinidad que duele”.