Por qué debes dejar de meditar mirando al sol y tomar nota de lo que le ha pasado a Keke Palmer

Keke Palmer, la voz de
Keke Palmer, la voz de "Izzy Hawthorne"en Lightyear, ha advertido a sus seguidores sobre los peligros del 'sungazing', un tipo de yoga que se practica al aire libre y consiste en meditar mirando al sol. Sus ojos ha pagado del pato. (Foto: Dave J Hogan/Getty Images).

Meditar bajo el sol es una forma de conectar con la energía del astro rey para crear una sensación de bienestar y centrarse en el momento presente. Además, practicar yoga o cualquier otro ejercicio al aire libre genera una mayor sensación de vitalidad y disminuye los niveles de tensión y estrés. Por lo que no es casualidad que una de las secuencias más practicadas en yoga se llame “saludo al sol”. Para los yoguis el sol simboliza luz y el conocimiento y los saludos al sol, o Surya Namaskar, representan un ritual para abrirse a esta fuente de vida y bienestar.

Si bien es cierto que la luz solar tiene grandes beneficios tanto para nuestra salud física como mental ya que activa la glándula pineal y es imprescindible para mantener un buen nivel de vitamina D, la precaución y el sentido común deberían estar siempre por delante de cualquier práctica o terapia que prometa sanarnos sin que haya una evidencia científica sólida.

Una conclusión a la que ha llegado la cantante y actriz estadounidense Lauren Keyana ‘Keke’ Palmer conocida por su papeles en filmes y series como 'Estafadoras de Wall Street', 'Scream Queens' y 'True Jackson' (de Nickelodeon), quien recientemente ha advertido sobre los peligros del ‘sungazing’.

Esta práctica milenaria también conocida como 'yoga solar, surya yoga o sun yoga' está de muy moda y consiste en meditar mirando al sol durante las horas de menor actividad. Sus defensores afirman que aporta una mente positiva, más energía y menos apetito, entre otros beneficios.

Pero al parecer a Keke Palmer la búsqueda de la paz interior en el desierto de California puede haberle causado un daño permanente en sus ojos concretamente en la retina, tal y como ha revelado ella misma en declaraciones a The Independent recogidas por Yahoo! News.

“Mis ojos han estado mal desde que tenía ocho años y todos en mi familia usan gafas. Espero no haber hecho demasiado para estropearlo aún más. Rezad por mí”, ha pedido a sus seguidores.

Según publica Medical News Today, el 'sungazing' "implica mirar directamente al sol que sale o se pone para ayudar a centrar la atención y despejar la mente". Se describe como una “práctica meditativa” que “aporta energía y promueve la curación”. Sin embargo, también señala que no hay ninguna "investigación científica que respalde la práctica de mirar al sol".

Esta práctica defiende que mirar directamente al sol, descalzos sobre el suelo y en periodos de tiempo cada vez más largos, mejora la salud, pero sus beneficios no están demostrados científicamente y puede llegar a ser muy peligroso para los ojos.

En concreto, el 'sungazing' consiste en observar al astro rey durante 10 segundos de forma directa (una vez al día) tras el amanecer o durante la puesta del sol. Supuestamente en estas franjas horarias la radiación infrarroja y ultravioleta es nula o mínima.

Sin embargo, los oftalmólogos recuerdan que mirar al sol sin protección genera daños en la vista que pueden ser irreversibles.

Demasiada luz ultravioleta aumenta el riesgo de cataratas, cáncer de ojo y otras enfermedades oculares que pueden causar ceguera. Desde el incidente, Keke Palmer dha estado "viendo doble" y su astigmatismo "está yendo a más". Nada raro, ya que el astigmatismo suele provocar visión borrosa y puede ocurrir al nacer o después de una lesión (como sería su caso), según apunta la Clínica Mayo.

En total, la terapia conta de tres fases aparentemente sencillas, con una duración, cada una, de tres meses. Cuando se finaliza la tercera fase se habrá mirado directamente al sol 45 minutos y se habrán conseguido, supuestamente, beneficios para la salud. Una auténtica barbaridad catalogada de pseudociencia y totalmente desaconsejada por médicos y especialista ya que puede acabar en ceguera o tumores.

Lo más probable es que de seguir estos pasos se produzca una grave quemadura en la retina. Cataratas, fotoqueratitis, sequedad ocular, degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y visión borrosa son algunas de las consecuencias de mirar directamente al sol sin protección.

De hecho, si alguna vez has mirado al sol, habrás notado que de manera involuntaria desvías la mirada. Esto sucede porque nuestro cerebro y nuestro cuerpo está preparado para defenderse del daño que el sol pueda producir a la vista, entornando los ojos e impidiendo, incluso, que podamos mantener, sin protección, la mirada fija en él durante mucho tiempo.

Incluso cuando se hace de la manera correcta, cuando queremos ver un eclipse por ejemplo, hay que usar la protección recomendada y en períodos cortos de observación con pausas entre una observación y otra, y siempre de forma indirecta. Según la Academia Americana de Oftalmología (AAO), los filtros para mirar los eclipses “deben cumplir las normas mundiales altamente específicas conocidas como ISO 12312-2 y tener en cuenta que “las gafas de sol comunes, aún las muy oscuras, o los filtros artesanales hechos en el hogar no son seguros para mirar el sol”.

Así que si quieres aprovechar los beneficios del yoga o la meditación sin jugarte la salud visual olvida lo de mirar directamente al sol y considera la posibilidad de una meditación al aire libre que se centre en un objeto de la naturaleza, o prueba un enfoque sensorial con sonidos del entorno.

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