Riley Keough describe el enfrentamiento con su abuela como 'un pequeño lío'

Riley Keough credit:Bang Showbiz
Riley Keough credit:Bang Showbiz

La muerte de Lisa Marie Presley provocó un enfrentamiento casi inmediato entre su madre Priscilla Presley y su hija Riley Keough por una modificación que la fallecida había realizado en su testimonio en torno a 2016. En la práctica, este cambio convertía a Riley en la gestora de un vasto patrimonio que incluye la administración de la finca Graceland, los bienes de Elvis y buena parte de sus derechos de imagen, apartando en el proceso a su abuela.

En la actualidad, ambas mujeres han sido capaces de encontrar una solución intermedia y vuelven a mantener una relación cordial. A Riley le cuesta explicar qué sucedió exactamente entre ellas en menos de 20 minutos, pero lo importante es que vuelven a ser una familia unida.

"Hubo un poco de lío, pero ahora todo va a volver a ser como antes. Cualquier cosa que sugiera lo contrario en la prensa me entristece porque, al fin y al cabo, lo único que hace Priscilla es amar y proteger Graceland y a la familia Presley y su legado", ha asegurado la actriz en una entrevista a Variety.

Al final, abuela y nieta consiguieron llegar a un acuerdo confidencial para evitar que su disputa acabara en los juzgados. Se rumorea que Riley aceptó pagarle a Priscilla un millón de dólares a modo de compensación por haber sido apartada del fideicomiso creado por el rey del rock y 400.000 dólares adicionales en concepto de tasas y costes legales, a condición de que ella le entregara los fondos recibidos por el seguro de vida que había firmado Lisa Marie en el plazo de diez días.

Hubo un momento en que parecía imposible que hicieran las paces porque se rumorea que Riley llegó a cambiar las cerraduras de la mansión en Memphis de su abuelo para impedirle el acceso a Priscilla, aunque esta última nunca dejó de repetir en público que seguían manteniéndose en contacto y que no existía ningún problema entre ellas.

Su nieta reconoce que la muerte de Lisa Marie provocó que su entorno entrara "un poco en pánico" porque nadie sabía cómo seguir adelante y tardaron un tiempo en analizar los detalles de la complicada situación en que se encontraban de pronto.

"Somos una familia, pero también hay un gran negocio detrás", ha recordado Riley.