Robert De Niro es un presidente en problemas por las nuevas tecnologías en su desembarco en el streaming

Robert De Niro interpreta al personaje central de la nueva miniserie Día cero
Robert De Niro interpreta al personaje central de la nueva miniserie Día cero

“Leyenda en camino”, dice uno de los integrantes del servicio secreto del presidente George Mullen hacia el final del primer episodio de Día cero, la miniserie de seis episodios que está disponible desde este jueves en Netflix. “Leyenda” es el nombre en clave del exmandatario, un apelativo que está justificado en la trama pero también más allá de ella. Es que el actor encargado de interpretar al personaje principal de la ficción es Robert De Niro, un intérprete que es indiscutiblemente una leyenda de la pantalla grande. Promocionado como su primer papel protagónico en una serie -su verdadero debut en el formato fue su participación en Nada, la ficción argentina creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat, disponible en Disney+-, el presidente Mullen está en el centro de una historia que tiene mucho de thriller político, bastante de drama familiar y algo de relato distópico, aunque el conflicto que plantea la ficción esté mucho más cerca de la realidad de lo que sus creadores podrían haber imaginado cuando le propusieron el proyecto a De Niro.

“Inicialmente, lo que me llamó la atención de la miniserie fue la posibilidad de grabarla en Nueva York. Estaba buscando un proyecto así y mi agente me recomendó una reunión con Eric (Newman) y luego me envió los primeros guiones que transcurrían en la ciudad. Me parecieron fantásticos, así que me alegré. Estaba listo para empezar”, detalla el actor, con el gesto adusto que suele adoptar siempre que está frente a la prensa. En este caso, se trata de una conferencia de prensa con medios de todo el mundo, incluido LA NACION, que compartió a principios de la semana con dos de los creadores de Día cero, Eric Newman y Noah Oppenheim, guionistas con un pasado de periodistas especializados en cubrir las idas y vueltas del panorama político de su país.

En la producción

El compromiso de De Niro por Día cero no es solo como su protagonista sino que el actor también se sumó a la ficción como uno de sus productores ejecutivos. “La verdad es que mi colaboración con el desarrollo de la miniserie hubiera sido la misma, más allá de tener el título de productor. Es un lindo reconocimiento. No me quiero extender mucho sobre este tema, pero lo cierto es que a veces esos títulos se reparten a gente que no los merece y son solo una estrategia para atraer a la estrella que quieren para el proyecto . Así que decís: “OK, dame la placa, soy productor ejecutivo”, lo cual hace que ese puesto y lo que implica pierdan todo sentido. Pero en este caso, sí, me alegro de tener ese título, aunque todo lo que dije e hice durante el desarrollo de la grabación lo hubiera dicho y hecho aunque no lo tuviera”, se explaya el intérprete, poco dispuesto a jugar con las reglas que suele imponerse a los artistas en este tipo de encuentros con la prensa.

Una escena de Día cero, filmada enteramente en Nueva York
Una escena de Día cero, filmada enteramente en Nueva York

De Niro no sonríe, contesta de manera concisa y prefiere no prestarle demasiada atención a la deferencia con la que lo tratan todos los demás. Ni siquiera se inmuta cuando Newman explica que en el momento que el ganador del Oscar aceptó interpretar al presidente Mullen la producción ganó un impulso que solo él, ícono indiscutida de la Gran Manzana desde los tiempos de Calles peligrosas y Taxi Driver, podía garantizar. “Creo que cuando trabajas con Robert De Niro en New York las cosas se facilitan. Me parece que Netflix estará de acuerdo con eso, porque las conversaciones al desarrollar una ficción con ellos siempre llegan al momento en que se tiene que decidir dónde grabar y las sugerencias de los ejecutivos suelen rondar Nuevo México o Canadá, dos usinas productivas en las que los costos son inferiores a los que se manejan en Nueva York o Los Ángeles. Pero recuerdo que en nuestras primeras charlas con Netflix les planteamos que Bob quería grabar en la ciudad. Era lo que nosotros también deseábamos, pero como se trataba de él, aceptaron rápidamente”, recuerda el guionista y showrunner.

Robert De Niro y Angela Bassett en el primer episodio de la miniserie
Robert De Niro y Angela Bassett en el primer episodio de la miniserie - Créditos: @Courtesy of Netflix © 2024

Una vez acordados los términos de la producción, el rodaje se puso en marcha, aunque las huelgas de guionistas y actores pusieron un pausa todo el proyecto, que cuenta también con las actuaciones de Angela Bassett, Jesse Plemmons, Dan Stevens, Joan Allen, Matthew Modine, Lizzy Caplan y Connie Britton, entre otros excepcionales intérpretes. Tal vez fue la obligada demora en la grabación o la aceleración del espacio público, pero lo cierto es que la trama de la ficción que se verá desde hoy en todo el mundo dejó atrás el terreno de la fantasía para acercarse peligrosamente a la realidad. La historia plantea un escenario en el que un ataque cibernético, llevado a cabo con un método y alcance inédito, obliga a Mullen, un expresidente admirado por muchos pero también despreciado por otros por su decisión de no buscar la reelección tras la muerte de uno de sus hijos, a reincorporarse a la vida pública para investigar el desastre que causó la muerte de miles de personas y puso en jaque al gobierno liderado por la presidente Evelyn Mitchell (Bassett). Mientras él comienza a interiorizarse de sus nuevas responsabilidades, sus rivales de la política se oponen a su regreso al primer plano, y entre ellos la más expresiva resulta ser la diputada Alexandra Mullen (Caplan), su hija mayor con la que tiene un vínculo en constante tensión.

En Día cero, Robert De Niro está al frente de un elenco que también incluye a Angela Bassett, Jesse Plemmons, Dan Stevens, Joan Allen, Matthew Modine, Lizzy Caplan y Connie Britton
En Día cero, Robert De Niro está al frente de un elenco que también incluye a Angela Bassett, Jesse Plemmons, Dan Stevens, Joan Allen, Matthew Modine, Lizzy Caplan y Connie Britton

En paralelo a la trama de suspenso que pone al protagonista a comandar un equipo de investigadores, a los que la presidente otorga poderes especiales para determinar la identidad de los terroristas detrás del ataque, y las ramificaciones éticas y morales de utilizar métodos violentos e ilegales para alcanzar ese fin, la serie se ocupa de reflejar la vida pública de los Estados Unidos en la era de la llamada “post verdad”. “Al escribir los guiones nos planteamos cuál es nuestra relación actual con la verdad como país. De hecho, es una cuestión que va más allá de los Estados Unidos, es un tema global. Porque siempre funcionamos como sociedades con una idea objetiva de lo que era la verdad y luego, un día, dejamos de hacerlo. Por eso tratamos de contar ese estado de situación a través de lo que dicen los personajes sin perder de vista que teníamos que mantener el equilibrio entre el mensaje que queríamos dar y el entretenimiento. Porque la idea era presentar un thriller emocionante, sobre personas y hechos que se sintieran reales y auténticos”, explica Oppenheim, que junto al resto de los creadores de Día cero vio con relativa sorpresa cómo algunas líneas de relato que imaginaron hace años empezaban a parecerse mucho a los titulares de los diarios.

Así, en la ficción aparecen un par de empresarios todopoderosos del mundo tecnológico con ansias de poder y acceso para poner el mundo a sus pies y no resulta difícil rastrear a los personajes de la vida real que los inspiraron . También suenan conocidos los desplantes de algunos miembros de la prensa más extrema y el modo en que su entendimiento de la política ya no refleja las que toma en en la actualidad. “La relación entre el gobierno y las compañías tecnológicas más poderosas, las empresas más ricas en general, atraviesa toda la historia de los Estados Unidos, de los barones del acero del siglo XIX a los barones tecnológicos de hoy. El tema de la prensa partisana que mostramos en el programa también está presente en la vida pública de estos días. Así que cada mañana, cuando abrimos el diario, vemos que la miniserie, sin que esa fuera nuestra principal intención, de alguna manera muestra el mundo de hoy”, concluye el productor de la miniserie cuyas semejanzas con la realidad no son pura coincidencia.