Robert Pattinson se pasó medio año durmiendo en una lancha hinchable

El actor Robert Pattinson, protagonista de la saga 'Crepúsculo' y de la última aventura cinematográfica de 'Batman', se ha convertido por derecho propio en uno de los actores más demandados de la industria de Hollywood. A día de hoy, el artista británico puede presumir de haber sorteado el encasillamiento ligado a su antaño imagen de ídolo juvenil, para sorprender a la crítica con papeles tan arriesgados y exigentes como el que ofreció en la aclamada 'El Faro', junto al reputado Willem Dafoe.

La vida le sonríe al intérprete de 37 años, tanto en el plano profesional como en el personal. Desde 2018, Pattinson mantiene una relación muy discreta con la modelo Suki Waterhouse, un hermetismo que se explica, entre otras cosas, con la timidez de la que siempre ha hecho gala el actor y su deseo de proteger su vida privada a toda costa. Sin embargo, en su última entrevista a Architectural Digest, Pattinson se ha abierto como nunca sobre una de las etapas más complicadas de su vida.

La publicación suele dar a conocer las lujosas y elegantes casas de los famosos, pero en el caso de Pattinson, éste ha preferido sincerarse sobre la existencia tan austera que llevaba en sus tiempos de mayor precariedad económica. "Creo que mi sofá menos favorito, podría ser también mi preferido. Hubo una época en la que el único mueble que tenía era una lancha hinchable, que hacías las veces de sofá, de cama y de mesa para comer", ha rememorado. "Me encantaba, pero me dio muchos problemas de espalda", ha bromeado.

Otro ejemplo de la sinceridad que puede llegar a exhibir Robert Pattinson en público se dio hace escasas semanas. En conversación con la revista ES Magazine, el astro del cine reconocía haber sido víctima de un fenómeno cada vez más frecuente en su círculo laboral. Y es que, el físico de los hombres, como el de las mujeres desde tiempos inmemoriales, también se está viendo sujeto a un intenso escrutinio por parte de los estudios, la prensa y las redes sociales.

"Sí, es una locura. Y es muy, muy fácil caer en esa dinámica de dietas y ejercicio extraordinariamente adictiva. Y a veces no te das cuenta de lo insidioso que es todo hasta que es demasiado tarde. He tratado de seguir todas las dietas posibles, pero me faltaba consistencia", revelaba sobre prácticas tales como la de "no comer nada excepto patatas" durante semanas. "Aparentemente te limpia por dentro... Ciertamente pierdes peso", admitía.