Roberto Piazza, tras su encuentro con Javier Milei en Olivos: “Sentí como si lo conociera de toda la vida”
Luego de una gira por Los Ángeles con su espectáculo Tango Fashion, Roberto Piazza regresó a la Argentina y vivió un momento inesperado: una cena con el presidente Javier Milei y su pareja, Amalia “Yuyito” González, amiga íntima del diseñador, en la Quinta de Olivos. En diálogo con LA NACIÓN, el referente de la moda reveló su impresión sobre el trato cercano del primer mandatario, la postura del Gobierno nacional sobre los derechos de la comunidad LGBTQ+ y hasta su mirada sobre el estilo del líder de La Libertad Avanza.
Acompañado por su esposo, Walter Vázquez, el diseñador compartió una velada en la que, entre charlas sobre temas de actualidad y anécdotas personales, tuvo la oportunidad de conocer al presidente en un ambiente distendido.
-¿Cómo se produjo el encuentro?
-Yo venía de una gira de dos meses en Los Ángeles con Tango Fashion y pasó lo que pasó en Davos [el discurso del jefe de Estado en el Foro Económico Mundial] y, como me hizo ruido, la llamé a Patricia Bullrich, que es amiga mía de años, y a Yuyito, de quien también soy amigo, para decirles que tenía conexiones con el Presidente pero que me estaba escribiendo mucha gente a mí, que no tengo nada que ver, algunos insultándome y otros, la mayoría, felicitándome. Como siempre en este país: la famosa grieta. Y tanto Patricia como Yuyito me contestaron que habían hablado con Javier. Él me llamó por teléfono y estuvimos dos horas hablando entre Buenos Aires y Los Ángeles, explicándome todo lo que había pasado. Me invitó a cenar con mi pareja el día que llegara y así fue. Llegué, lo llamé, me invitó para el lunes y ahí fuimos. Fue muy lindo todo. Si antes me gustaba, ahora me gusta el triple.
-¿Tenías ganas de conocer al Presidente en persona? ¿O ya lo conocías?
-Sí, tenía ganas. Yo mucho no ando con el tema político porque no tengo tiempo y no soy político, ni quiero serlo, pero fue muy lindo. Creo que de todos los presidentes argentinos, en mis 50 años de trayectoria en la moda, es la primera vez que ceno con un presidente y que tengo una amistad así. Incluso va a venir a un desfile mío . El encuentro fue genial y se dio por este tema, porque si no no se iba a dar nunca.
-¿Cómo los recibió?
-Nos dio a elegir entre la Quinta presidencial y la Casa Rosada y le dije: la Quinta. Nos recibieron él y Amalia, porque Karina Milei no pudo [a ella ya la conocía] y nos recibió él en jogging, agotado de un día locos. Me pidió disculpas por la ropa, porque estaba tan casado que estaba en jogging y con unas zapatillas que le regaló Amalia. Y ella, divina, con un vestido amarillo tejido. Yo le llevé de regalo un collar de cristal verde largo que le quedó maravilloso. Milei nos atendió maravillosamente bien, súper cordial, súper gracioso, maravillosa persona.
-¿Cómo es Milei en el trato cercano?
-En el trato cercano Javier es una persona súper simpática, clara, derecha. Me sentí como si lo conociera de toda la vida. Le dije: ‘¿Cómo le tengo que decír: señor presidente, de usted, excelentísimo’. ‘No, no, no. Decime Javier nada más, porque todo lo demás no me gusta’. Entonces le digo: ‘Javier’, y él me dice: ‘Roberto’, y a mi pareja: ‘Señor Vázquez’, riéndose. Es una persona muy interesante y sumamente inteligente. Es re contra transparente, cero rebuscado o conflictivo. Y no se calla nada.
-¿Fue tu primer encuentro con un presidente o presidenta de la Nación?
-Sí, es la primera vez que estoy con un presidente así en un clima tan amistoso. Estuve algunas veces con otros presidentes pero de forma protocolar o por la Ley Piazza [norma que permitió ampliar los plazos de prescripción de los delitos de abuso sexual infantil] o por mi Fundación, pero nunca había estado con un presidente cenando, charlando, riéndonos y hablando de cosas íntimas y serias.
-¿Habías tenido la oportunidad de visitar anteriormente la Quinta de Olivos?
-Cuando firmé la Ley Piazza, pero no donde cenamos sino en un salón más protocolar y con prensa, durante la presidencia de Cristina Kirchner, quien astutamente me llevó a la Quinta y citó a toda la prensa internacional para hacer creer que la ley la había sacado ella, cosa que me molestó horrores. La ley la hice yo y la votaron senadores y diputados, y la firmó ella como presidente, pero no la sacó Cristina Kirchner. La saqué yo con diputados y senadores y me costó seis años, y gracias a eso salió, sino todavía estaría dando vueltas en los cajones de los Kirchner.
-¿Te sentiste cómodo hablando con Milei tras la polémica de su discurso en Davos?
-Sí, me sentí muy cómodo hablando con él. Me aclaró todo, que la nota fue editada. Me la mostró, la vimos, duró como media hora, y ahí fue clarísimo que la nota fue con malicia, editada en Argentina por alguna mano negra . Aparte, yo soy gay pero a mí no me gusta pertenecer a ninguna comunidad. Yo no soy una comunidad, soy Roberto Piazza, o Roberto. Y así hablé con él, como Javier y Roberto, Piazza-Milei, Milei-Piazza. Me sentí muy cómodo. Jamás hablamos de la sexualidad de nadie.
-¿Pensás que el actual Gobierno va a respetar los derechos adquiridos por la comunidad?
-Sí, los derechos adquiridos por las personas homosexuales se respetan, lo único que él no quiere es que se cuelguen del Estado, y me parece perfecto. No va a sacar el matrimonio igualitario, ni nada. A él no le importa mientras no se cuelguen del Estado, ni de “la nuestra”, como dice él; está perfecto que todos hagan lo que quieran y puedan percibirse como quieran, o hacerse operaciones con lo que quieran, pero después de la mayoría de edad y con la plata de cada uno, no con la plata del Estado. No como está pasando ahora que un chico de diez años se autopercibía mujer, gato, perro o robot y el Estado le tenía que pagar, pero no va a sacar derecho de nada. Él no tiene ningún problema con ninguno, lo dijo en un montón de entrevistas internacionales y lo seguirá diciendo. Y, en este caso, yo le digo a la gente gay y de todo tipo de elección sexual [sic] que no va a sacar ningún tipo de cosas a nadie. No tienen ningún problema con nadie, por eso habla de libertad.
-¿Qué pensás que fue lo que movilizó a la gente a participar en la Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista posterior al discurso en Davos?
-Lo que fue editado maliciosamente y mostrado acá en la Argentina, de que los gays somos pedófilos, movilizó a muchos, de hecho a mí también me movilizó. Por eso es que yo hablé con Patricia Bullrich, con Amalia y después con Javier. Pero la marcha fue una vergüenza, porque empezó siendo de la nueva LGBTQ, no de la que yo formaba parte antes, sino de la actual, que es totalmente política, todo el mundo lo sabe, pero después se mezcló todo . Muchos gays hicieron cosas desagradables, culos al aire, feministas mostrando los senos. Eso a mí no me representa. Y se mezclaron los sindicatos, las madres de Plaza de Mayo, Unidos por la Patria, el Polo Obrero. Se transformó en una marcha política de izquierda. Se tendría que haber dialogado. No estoy para nada de acuerdo con esas marchas.
-Entre quienes criticaron tu cena con el presidente está Zulemita Menem, ¿te afectaron las descalificaciones [tildó al diseñador de “rata asquerosa”] que te dedicó en X?
-No me afecta ninguna descalificación, y menos de Zulemita Menem. Solo me importa tener salud y trabajar por derecha, con 50 años de trayectoria intachable. Cuando asumieron los Menem, allá lejos y hace tiempo, que Zulemita era chiquita, me llamaron cincuenta veces para que las vista a todas, y yo me negué total y absolutamente. Nunca vestí a ningún político. A la única que vestiría sería a Amalia González, pero no por ser la novia del Presidente sino por ser mi amiga de 42 años y porque es un sol . Así que no, no me afecta nada. Zulemita mejor que se dedique a disfrutar de lo que el padre le regaló.
-¿De qué más pudieron hablar en la cena con Milei?
-Hablamos de todo: de la vida de Amalia, de la suya de la mía, de la de mi pareja, de nuestra vida en común, de todo. De periodistas, de la edición maliciosa, de lo malo, de lo bueno, y del amor que ellos se tienen, que es brutal.
-¿Qué cenaron?
-Milanesas con ensalada. Lo más simple del mundo. Genial.
-¿Te gustaría vestir al Presidente?
-No podría porque yo no hago ropa masculina. Hago ropa femenina desde hace 50 años. A Amalia sí la visto hace 42, en ocasiones especiales. Y le dije que le haría el vestido de novia y me dijo: ‘Por ahora no está en los planes casarme’. Amalia es un amor, hermosa y divina. Aún pasados los años está maravillosa. Le dije que para cualquier evento importante que cuente conmigo, obviamente.
-¿Cómo viste Milei? ¿Hubo cambios en su estilo, del más rockero con sobretodo de cuero a la indumentaria actual?
-Con respecto a su ropa él habló y dijo que tiene que estar de traje todo el día y se viste siempre de negro, sin grandes cambios. Dijo que lo suyo es un uniforme de trabajo y no se preocupa mucho porque combine tal y cual cosa . No le da mucha bola. Cuando llega a su casa, anda cómodo por la vida, nos contó que no tiene tiempo de pensar en qué ponerse, trabaja todos los días de la semana desde las seis de la mañana hasta que puede. No tiene ni siquiera asesor de vestuario. Sobre su estilo más rockero, fue genial porque yo le compraba al diseñador Martín Rivada, que hace ropa rocker, gótica, y me escribió y me contó que Milei se llevó algún tapado negro súper rocker que hizo él. En su atellier nos hemos encontrado con un montón de cantantes del rock recontra famosos. Hace diseños exclusivos.
-¿Qué prendas imaginás que lo pueden favorecer más?
-Que se siga vistiendo de negro está perfecto, pero él no es un tipo fashion al que le guste pensar en adornarse. De hecho, nos atendió de jogging, después de un día agotador, y aún así estuvo desde las 9 de la noche a las 3 de la mañana en la cena feliz y contento . Ni pensamos en hablar de ropa masculina.
-¿La viste contenta a Amalia, enamorada?
-A los dos los veo enamoradísimos. Están bastante molestos porque les inventan cosas de separación y nada que ver. Yo les pregunté, por lo que leo, y me dijeron: ‘No, esto lo hace toda la gente que me odia’. Y Amalia se lo tiene que bancar en silencio. Pero están total y absolutamente enamorados. Fue ver a una pareja de enamorados maravillosos, me encantó .