Rocío Carrasco tiene una petición para la próxima vez que entrevisten a Ortega Cano

Rocío Carrasco en una imagen promocional de 'En el nombre de Rocío' (Mediaset)
Rocío Carrasco en una imagen promocional de 'En el nombre de Rocío' (Mediaset)

La pasada semana, Ana Rosa Quintana realizó una entrevista al torero José Ortega Cano en lo que fue su vuelta a la televisión tras superar un cáncer de pecho. Un encuentro en el que el matador dijo la famosa frase de “mi semen es de fuerza, vamos a por la niña” y que se volvió tremendamente viral, y que ha permitido a la cadena estirar el chicle de sus declaraciones con todo tipo de reacciones. Pero, siendo honestos, aquello fue casi un teatrillo, en el que como ya analizamos Ortega Cano seguía un guion que hasta sacó para leerlo sin despeinarse, y en el que Ana Rosa fue poco cañera. Por eso mismo, este lunes, Rocío Carrasco realizó una petición para la próxima vez que Ortega Cano conceda una entrevista, y tiene todo el sentido lo que solicitó. Y es que le pidió que se moje, que la desmienta si puede, con argumentos.

Ya lo advertía Jorge Javier Vázquez por la tarde, cuando intervino en Sálvame. Este lunes la imagen pública de José Ortega Cano iba a cambiar para siempre, pues en la serie documental En el nombre de Rocío se iba a contar episodios desconocidos de su vida junto a Rocío Jurado. Y así fue.

En el décimo capítulo, Rocío contó que la vida del matrimonio de la tonadillera y del torero no era tan idílica como José se ha esforzado en proyectar. Narró episodios en los que él echó a La Más Grande de casa, y su hija tenía que recogerla, con las maletas en la calle.Él sabe perfectamente que no se portó como se tenía que portar. Fue un perro. Bueno, no, por respeto a los perros, fue muy mala persona y tiene que vivir con eso”, decía Rocío Carrasco, mirando a cámara.

Este episodio era ya conocido, pues En el nombre de Rocío estrenó esta entrega en la plataforma de pago de Mitele el pasado mes de agosto. Pero no quedó ahí la cosa. La protagonista de la serie estaba en el plató, y acudió con un manuscrito de la propia Rocío Jurado que dejó a la audiencia helada, y que leyó Kiko Hernández. “Son las 8 de la mañana y Ortega Cano ya me ha dado la primera hostia”, decía el texto en cuestión.

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Rocío aclaró que ese papel lo tiene el propio Ortega Cano, y también su abogado. Y entonces realizó una petición, entendemos, a la propia cadena en la que trabaja. Y es que la próxima vez que se entreviste a Ortega Cano se le pregunte por estos asuntos. El presunto episodio de violencia machista era algo novedoso, sí, pero la historia de que José echaba a Rocío de casa ya se conocía desde agosto, como decimos. Pero Ana Rosa Quintana no indagó en estos asuntos peliagudos, ni tampoco le lanzó ninguna cuestión que pudiera parecer comprometida. Todo fue blanco y amable, y eso parece que a Rocío Carrasco le ha quemado por dentro. Hasta ironizó al hablar de una nueva “maravillosa entrevista”, en la que el retintín era obvio. “Que tengan lo que tienen que tener y se lo pregunten”, rogó la que fuese presentadora de Hable con ellas.

MADRID, ESPAÑA - 7 DE SEPTIEMBRE: Ana María Aldón y José Ortega Cano ingresan a su hogar, el 7 de septiembre de 2022, en Madrid, España. (Foto de Antonio Gutiérrez/Europa Press vía Getty Images)
MADRID, ESPAÑA - 7 DE SEPTIEMBRE: Ana María Aldón y José Ortega Cano ingresan a su hogar, el 7 de septiembre de 2022, en Madrid, España. (Foto de Antonio Gutiérrez/Europa Press vía Getty Images)

Es fácil ponerse en los zapatos de Rocío Carrasco en este momento. Ella ha dado caña al torero, y no entiende que cuando concede una entrevista cobrando no se trate ninguno de estos asuntos, no se le invite a responder. Y, sin embargo, sí se le dé el altavoz para decir que todo lo que cuenta Rocío es, en general, una gran mentira, y que él es el único poseedor de la verdad. Una verdad que no pasó a detallar, pues no desmintió ningún punto concreto de todo lo que se ha dicho en los últimos meses. Sobre violencia machista, sobre cuando empezó a beber, nada. Es más, hasta aseguró que sus abogados tienen vía libre para denunciar si así lo consideran oportuno, dando a entender que tiene la sartén por el mango.

El programa de Ana Rosa no exprimió, por las razones que fuesen, la entrevista al torero como lo habrían hecho otros espacios de la misma cadena. Fue casi un monólogo, un masaje y poco más. Recordemos, incluso, que La Fábrica de la Tele le lanzó un órdago de forma abierta para que se sentase un Deluxefrente a Rocío Carrasco y ajustasen cuentas delante de todos los espectadores, pero a la vista está que al marido de Ana María Aldón no le interesó. El tiempo dirá si Ortega vuelve a conceder una entrevista, a quién y en qué circunstancias. Y entonces comprobaremos si el periodista que corresponda “tiene lo que tiene que tener” y le lanza cuestiones sobre estos episodios de su vida con Rocío Jurado. Es una petición de Rocío Carrasco, sí, pero también la de una buena parte de la audiencia de la cadena.

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