Rodolfo Castañares, el papá de Nacho de Gran Hermano, se sumó a una película de Benjamín Vicuña y hasta su hijo se sorprendió

Rodolfo Castañares Pose junto a Benjamín Vicuña, con quien filmó una película en Uruguay
Rodolfo Castañares Pose junto a Benjamín Vicuña, con quien filmó una película en Uruguay

De los coletazos de Gran Hermano quedó uno con proyección de futuro: el padre de Nacho, el subcampeón del reality. Se llama Rodolfo Castañares Pose, es actor y llegó para quedarse. El hombre aprovechó bien su paso por la casa acompañando a su hijo y ya consiguió trabajo.

Estos últimos días, se difundió una foto suya junto a Benjamín Vicuña, en el rodaje de una película. Su hijo, al verla, bromeó: “Le va mejor que a mí”. Consultado por LA NACION, Castañares contó de qué se trata el proyecto: “Estuve rodando unas escenas con Benjamín en Uruguay para una película llamada El silencio de Marcos Tremmer, dirigida por el español Miguel García de la Calera, con el cual yo había trabajado el año pasado en otra peli llamada Oliva, con Juan Leyrado y Andrea Frigerio. Ahora él ha vuelto a confiar en mí y en esta ocasión, al lado de Benjamín”.

En la ficción, el personaje de Castañares se llama Leonardo y es el jefe de Marcos (Vicuña) en una exitosa empresa de publicidad. En la película, Marcos es un publicista uruguayo que vive en Madrid. Cuando se entera que tiene una enfermedad terminal, decide ocultarle esta información a su esposa. Se trata de una coproducción entre España, República Dominicana, Uruguay y la Argentina y en la que también actúan Adriana Ugarte, Félix Gómez, Daniel Hendler y Mirta Busnelli.

El papá de Nacho vivía en el exterior, pero el éxito de Gran Hermano y los importantes avances que hizo su hijo dentro de la casa, comenzaron a convertirlo, de a poco, en protagonista. Sobre todo esa semana que varios familiares compartieron junto a los jugadores las últimas instancias del programa. Rodolfo, junto a la hermana de Marcos, fueron los últimos en irse. Y su presencia fue intensa, por todo lo que fue pasando. Si bien él ya tenía una carrera como actor y modelo, el espaldarazo del reality lo hizo mucho más famoso en la Argentina.

“Me voy a instalar en Buenos Aires”, confirmó Castañares a LA NACION. “De momento estoy en un departamento temporal, pero ya estoy buscando algo más estable”. Lo que no cree es que viva junto a Nacho, en la misma casa. “Seguramente muy cerca -aclaró-. Porque siempre estamos juntos”.

Además de actor, Rodolfo Castañares Pose es peluquero y vivía en Uruguay antes de desembarcar en la Argentina para apoyar a su hijo. El hombre se hizo muy popular desde el comienzo del juego porque Nacho contó que tenía dos padres, ya que sentía a quien fue pareja de su papá, como de su propia familia.

“Nací en Madrid. Mi papá y mi mamá vivían en España, ella se vino a vivir a Buenos Aires y yo me vine a vivir acá. Desde los cuatro años viajo solo para ver a mi papá. Él conformó una pareja con otro hombre, al cual yo también considero que es mi papá, mi segundo papá y hasta el día de hoy lo sigue siendo”, fueron las palabras del chico en la presentación del reality. Desde entonces, Rodolfo comenzó a aparecer en entrevistas por Zoom, a opinar del juego, de La Tora, de “los Monitos” y de lo que fuera que estaba pasando en el programa. Siempre dispuesto a dar notas, incluso fue tildado de “roba cámara”, pero él mismo aclaró enseguida que era verdad, que le gustaba salir en la televisión porque trabajaba en los medios desde hacía mucho tiempo. Y tenía razón. Su primera publicidad la hizo a los 10 años, en Uruguay. Era el aviso del chocolate Burbuja, de Aguila Saint. Luego, la mayorparte de su formación la hizo en España, en la escuela de Arte Dramático Nancy Tuñón de Barcelona. Trabajó en varios programas de televisión matinales como asistente. Luego volvió a Uruguay, en donde siguió formándose en la compañía El tinglado. Allí trabajó como actor en varias obras teatrales y formó parte del Festival de Teatro de Conciencia, en donde recibió una mención especial por su participación en la obra dramática Hijo mío.

Y fue justamente su hijo el que lo lanzó a la fama. Aunque él, con ese acento español y su carisma a cuestas, también se ganó el cariño del público. Claro que no quiere desperdiciarlo y si no surge nada en la Argentina, ya dijo que volverá a Uruguay, adonde le gustaría hacer un programa. Porque además de estilista y actor, Rodolfo se las ingenia muy bien en la cocina. Así que habilidades no le faltan para convertirse en un personaje mediático.