¿Rose existió? Beatrice Wood, la artista que renunció a una vida de lujos e inspiró al personaje de Titanic

Rose, el personaje que Kate Winslet y Gloria Stuart interpretaron en Titanic, fue inspirado en la vida de una talentosa artista de la cerámica llamada Beatrice Wood. Su extraordinaria vida está marcada por la bohemia, el rechazo al lujo y un espíritu rebelde
Rose, el personaje que Kate Winslet y Gloria Stuart interpretaron en Titanic, fue inspirado en la vida de una talentosa artista de la cerámica llamada Beatrice Wood. Su extraordinaria vida está marcada por la bohemia, el rechazo al lujo y un espíritu rebelde

Titanic fue una de las películas más taquilleras de la historia. Rose, como una de sus dos protagonistas, se convirtió en un personaje icónico y pasó a la historia luego de ser encarnada por Kate Winslet y Gloria Stuart (tanto en el viaje en el barco como en la reconstrucción dl hecho). Para crear al personaje, el director James Cameron se inspiró en Beatrice Wood, una talentosa artista de la cerámica cuya vida logró fascinarlo.

Beatrice tenía la misma edad de Rose cuando el Titanic se hundió. Pero, esa es apenas una de las similitudes entre la persona y el personaje, ya que Cameron tomó varios elementos de la artista para inspirar a la pasajera enamorada que interpretó Winslet. Por ejemplo, la turbulenta relación de la mujer con su familia y su espíritu rebelde, que la llevó a alejarse del círculo aristócrata en el que nació.

Kate Winslet, en Titanic (1997)
Kate Winslet, en Titanic (1997)

El primer capítulo de la biografía de Beatrice Wood, I Shock Myself, cuenta con lujos de detalles lo que el director de cine experimentó al acercarse por primera vez a la artista. “Cuando la conocí, era encantadora, creativa y muy divertida”, dijo Cameron. “En la película, Rose es un reflejo de Beatrice, combinado con otros elementos de ficción”.

La extraordinaria vida de Beatrice Wood, la artista que inspiró a Rose de Ttianic
La extraordinaria vida de Beatrice Wood, la artista que inspiró a Rose de Ttianic

Beatrice vivió 105 años. A pesar de haber nacido en una familia que pudo darle todas las comodidades, ella decidió dejar su lujosa vida en Nueva York para empezar de nuevo en París. Allí, contra todos los planes que su familia tenía para ella, desarrolló un estilo de vida bohemio y empezó su carrera artística.

Según se supo, Beatrice se instaló en la capital francesa con apenas 20 francos en el bolsillo. En sus primeros meses en la ciudad, además, se enamoró de un científico indio que su familia nunca terminó de aceptar. "Nunca me casé con los hombres que amé", contó Wood en su biografía. "Nunca me enamoré de los hombres que me casé", agregó.

Cuando empezó la Primera Guerra Mundial, la artista debió volver a Estados Unidos. De vuelta en Nueva York y de la mano de Henri-Pierre Roché, fundó la revista The Blind Man, que se convirtió en una de las primeras publicaciones dadaístas. En esa época, además, Wood se rodeó de algunos de los grandes artistas de mediados del siglo XX, como Man Ray, Francis Picabiay y Marcel Duchamp.

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