Si he sido yo quien ha roto la relación, ¿por qué me siento tan mal?

Hay ocasiones en las que las relaciones no llegan a buen puerto. Se va acabando la magia, se comienza a sentir menos ilusión no se disfruta de los momentos en pareja, la rutina lo tiñe todo de color gris… Y llega el momento de poner punto y final, de la siempre dolorosa ruptura. Aunque siempre se tiende a pensar lo contrario, en la mayoría de los casos sufre tanto la persona que deja como la que es dejada. ¿Los motivos? Tal y como detalla la psicóloga Pilar Conde, el primero tiene que ver con la responsabilidad personal de cada uno y del ejercicio que se haga de ella.

Cuando dejamos al otro, explica la directora técnica de Clínicas Origen, somos conscientes de que le podemos hacer daño, sobre todo en un contexto de relación avanzada, cuando hay convivencia, se ha formado una familia o se ha creado un proyecto de vida. Y también, cómo no, por las pérdidas que se van a tener que asumir al dejar atrás a quien hemos querido. Todo ello supone un cambio de vida que puede resultar doloroso.

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pareja enfadada de espaldas
pareja enfadada de espaldas

Consecuencias de la ruptura en nuestras vidas

En opinión de Virginia del Palacio, psicóloga de BluaU de Sanitas, durante el proceso de querer romper una relación, pueden aparecer sentimientos de culpa y remordimiento, ya sea por causar dolor a nuestra pareja o por las consecuencias que la ruptura pueda tener en nuestras vidas. También es posible sentir miedo a la soledad, a la desconexión emocional y a la falta de apoyo, que puede generar ansiedad.

“Además, la idea de terminar una relación puede desencadenar un proceso de duelo por la pérdida. Aunque seamos conscientes de que la decisión es necesaria para nuestro bienestar, es normal sentir tristeza, nostalgia y pasar por un proceso de duelo por lo que estás dejando atrás”, nos dice la psicóloga, que añade otro factor importante: el temor al conflicto, que también puede contribuir al malestar emocional. “El proceso implica enfrentarse a posibles conflictos y conversaciones difíciles con nuestra pareja. Esta ansiedad puede intensificarse si temes la reacción emocional de tu pareja o anticipas confrontaciones difíciles”, comenta.

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Fase de dolor

Los expertos insisten en que es normal pasar por esta fase de dolor cuando somos nosotros los que estamos decididos a romper la relación. “Es completamente normal experimentar dolor incluso cuando eres tú quien toma la decisión de romper la relación. Primero, porque la decisión de terminar una relación no siempre es fácil, incluso si sabes que es lo correcto para ti y segundo, porque es posible que todavía tengas sentimientos hacia tu pareja. Puede haber amor, cariño o incluso dependencia emocional, lo que complica aún más el proceso de separación”, explica la experta de Sanitas.

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corazón roto
corazón roto

Sentimiento de culpa

Virginia del Palacio nos explica que el sentimiento de culpa puede manifestarse de diferentes modos durante una ruptura. Uno de ellos es sentirnos culpables por causar dolor o sufrimiento a nuestra pareja al terminar la relación, incluso si creemos que es lo mejor para ambos a largo plazo. “Además, podemos experimentar culpa por no haber logrado que la relación funcionara o por no haber satisfecho las necesidades de nuestra pareja, lo que puede llevarnos a cuestionarnos a nosotros mismos y sentirnos como si hubiéramos fallado en la relación. Además, también podemos sentirnos culpables por el impacto que la ruptura tendrá en otras personas cercanas, como amigos, familiares o hijos, si los hay”, nos cuenta.

Cómo romper una relación en la que ha habido amor

Romper una relación, cuando ha habido amor previamente, no es un proceso sencillo, ¿qué recomendaría a alguien que ha decidido poner fin a su relación de pareja para tratar de evitar, en la medida de lo posible, un sufrimiento excesivo? “Cuando se decide terminar una relación en la que previamente hubo amor, es esencial abordar el proceso con sensibilidad para disminuir el sufrimiento. Una comunicación clara y honesta, expresando tus sentimientos con respeto, puede facilitar la comprensión y aceptación por parte de la otra persona. Es importante apoyarse emocionalmente en amigos, familiares o, en algunos casos, de un terapeuta que pueda proporcionar consuelo y ayuda para procesar las emociones. Además durante este proceso, es crucial practicar el autocuidado dedicando tiempo a actividades que te reconforten física y emocionalmente”, nos cuenta la psicóloga de Sanitas.

Apunta también que no hay que olvidar que aceptar y sentir todas las emociones y fases del duelo que surjan es parte del proceso. Dar tiempo al proceso de superación de la pérdida de la relación de pareja y no apresurarse a seguir adelante demasiado rápido es esencial.

Además, Pilar Conde nos deja los siguientes consejos para que en la ruptura sea lo menos lesiva para ambas partes:

  • Es prioritario ser honestos y claros en el mensaje.

  • Es fundamental entender que la otra persona necesita tiempo para asimilar el cambio, por lo que es probable que busque explicaciones a lo sucedido. Si las hay, será saludable que las conozca. Es el primer paso para la aceptación y, en el caso de que el motivo tenga que ver con que ya no se quiere a esa persona para continuar el proyecto de vida, explicárselo, con cariño pero con firmeza.

  • Llega el momento de disminuir el contacto en la medida de lo posibles hasta que ambos hayan aceptado la situación. Acordar bien los contactos tras la separación, y revisarlos para que ambos puedan aceptar y procesar la ruptura.

  • Pueden surgir dudas tras la ruptura, pero aunque las tengamos, no hay que trasladarlas a la expareja, si no tenemos claro que queremos volver.

  • Permitirnos sentir la tristeza y la pena de la ruptura y las pérdidas asociadas a la misma.

  • No olvidar nuestro autocuidado. Siempre es positivo continuar con el ocio, las relaciones sociales y todo lo que nos produzca bienestar.

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pareja enfadada
pareja enfadada

¿Qué debemos evitar una vez tomada la decisión de romper con la pareja?

Cuando nos enfrentamos a la decisión de romper con nuestra pareja, tal y como nos explica Virginia del Palacio, es importante evitar ciertos comportamientos que podrían empeorar la situación y aumentar el sufrimiento de ambas partes.

  • Primero, abstenerse de adoptar una comunicación agresiva o irrespetuosa, manteniendo la calma y expresándose de manera respetuosa incluso en momentos difíciles.

  • Además, no posponer la conversación sobre la ruptura es fundamental para evitar prolongar innecesariamente el dolor y la incertidumbre.

  • Por último, evitar caer en la culpa excesiva o autoacusaciones también es esencial; mientras reconocemos nuestros errores, debemos ser compasivos con nosotros mismos y entender que las relaciones son responsabilidad compartida.

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Ser sinceros, fundamental

La sinceridad es la herramienta para salir de ese punto muerto: “Hay que escuchar y poner nombre a las emociones que estamos teniendo, así como comprender que creencias hay detrás de las mismas, para poder entender cuáles son nuestros pensamientos, nuestros deseos y poder actuar en consecuencia, trabajando previamente los frenos o miedos que puedan estar de base”, nos cuenta Pilar Conde, que indica que ser sinceros en la ruptura puede provocar un dolor inicial intenso, pero puede ayudar a aceptar la situación por ambas partes, además de facilitar el mantenimiento de una relación de otro tipo en el futuro.

La importancia de la asertividad

Por último, ¿qué consejos debemos tener en cuenta para romper una relación de forma asertiva, sin causar tanto daño? “En primer lugar, elegir un momento y lugar apropiados para la conversación, asegurándote de que ambos puedan hablar en privado y sin interrupciones. Ser claro y directo a la hora de expresar los sentimientos, escuchar activamente a tu pareja, mostrando empatía y respeto por sus emociones; y ofrecer explicaciones honestas pero no hirientes sobre tus razones para querer terminar la relación, evitando comentarios críticos o dañinos, serían algunos de los consejos”, concluye la psicóloga.