¿Qué es el síndrome del niño abofeteado?

Niña con eritema en las mejillas
(Adobe Stock)

Esta enfermedad exantemática tiene un síntoma inicial característico, pues el eritema, que luego se generaliza, comienza en la cara en forma de dos rosetas sobre ambas regiones malares, dando la impresión de que el niño ha sido abofeteado.

Conocida también como eritema infeccioso, megaloeritema o quinta enfermedad, se trata de una enfermedad infecciosa aguda, infecto-contagiosa, producida por el Parvovirus humano B19, que afecta con mucha mayor frecuencia a los niños.

Se presenta en forma de brotes epidémicos en guarderías y colegios. Se transmite por contagio directo, de niño a niño a través de la tos y las secreciones bucales.

Lo normal es que no dure más allá de siete días, pero en escasas ocasiones se cronifica y dura varias semanas

Sintomas del síndrome del niño abofeteado

La enfermedad comienza de forma silente e insidiosa con síntomas leves de faringitis y conjuntivitis, malestar general, cefalea y mialgias. El eritema comienza en la cara, con enrojecimiento de ambas mejillas, como si el niño hubiera sido abofeteado. La fiebre suele estar presente.

Dos o tres días después del eritema facial, aparece un exantema eritematoso y máculo-papuloso simétrico y reticulado en tronco, nalgas y extremidades, muy característico, de color rojo brillante, que dura entre cinco y diez días. Este exantema se desvanece progresivamente y se reactiva con el calor, el baño caliente, el esfuerzo o el estrés. Lo normal es que no dure más allá de siete días, pero en escasas ocasiones se cronifica y dura varias semanas.

En adolescentes y en adultos esta enfermedad se puede acompañar de dolor articular, dolor muscular y alteraciones hematológicas. Por la afinidad de este virus con los eritrocitos de la médula ósea, puede dar lugar a crisis aplásicas en pacientes inmunodeprimidos o en aquellos que padezcan anemias hemolíticas, talasemias o anemias falciformes. En ocasiones se ha relacionado la infección del parvovirus B19 con la complicación de miocarditis, meningitis o vasculitis. Pese a todo ello, diremos que el síndrome del niño abofeteado es una enfermedad leve y benigna en la inmensa mayoría de los casos, que es bien tolerada por la mayoría de los niños sanos y que es auto limitada, y casi en su totalidad se recuperan rápidamente y sin complicaciones..

Bebé con eritema en las mejillas
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¿Cómo se diagnostica el síndrome del niño abofeteado?

El diagnóstico clínico tiene como dato relevante el inicio del eritema en ambas mejillas, que define el cuadro como síndrome del niño abofeteado, síntoma de presentación aguda, exclusivo de esta enfermedad.

Cuando este síntoma, raramente, no se presente, el diagnóstico diferencial de la enfermedad se hará con otros exantemas virales como el sarampión, la rubéola… o con exantemas sistémicos o medicamentosos. Entre las exploraciones analíticas en sangre, las pruebas serológicas indicarán la presencia de anticuerpos IgM específicos frente a parvovirus. A veces se aprecian descensos en las cifras de los leucocitos, trombocitopenia y retículo citopenia.

¿Cómo se cura el síndrome del niño abofeteado?

No se dispone de ningún tratamiento específico para la enfermedad, pero dada la benignidad del proceso, no suele necesitarlo. Es recomendable cierto grado de aislamiento hasta la resolución del eritema. Es conveniente el alejamiento de mujeres embarazadas, pues si se padece durante el embarazo puede dar lugar a hidropresia fetal. Por lo tanto, los pacientes inmunodeprimidos o con determinadas anemias o las embarazadas deberán tomar precauciones para evitar el contagio.

El uso de medicamentos sintomáticos, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ser beneficiosos para mejorar los síntomas y el confort del niño.