¿Sabes qué es una crisis hipertensiva y cómo hay que actuar frente a ella?

Tener controladas las cifras de nuestra tensión arterial es fundamental para mantener un buen estado de salud. Más aún teniendo en cuenta que no siempre se diagnostica la hipertensión, pues es un ‘enemigo silencioso’, que no da síntomas, por lo que es importante hacer chequeos periódicos para comprobar si tenemos estos valores alterados. Pero aun así, hay momentos en los que esas cifras de tensión pueden dispararse, por diversos motivos, y elevarse en exceso, llegando incluso a lo que se denomina una crisis hipertensiva, cuando la es de 180/120 milímetros de mercurio (mm Hg) o superior. Sobre este problema de salud hemos hablado con la doctora Cristina Garrido, médico de familia y miembro de Top Doctors.

¿Qué es lo que en medicina se conoce como crisis hipertensiva?

Se trata de una subida brusca de la presión arterial por encima de los valores límite, es una urgencia médica por la que debemos consultar inmediatamente ya que puede producir daño en órganos como el cerebro, corazón o riñón. Los valores normales de presión arterial en una persona adulta deben estar por debajo de 140 de sistólica más conocida popularmente como “tensión máxima” y por debajo de 90 de tensión diastólica, conocida como “tensión mínima”. En personas con ciertas enfermedades y bajo tratamiento médico los niveles deseables son aún más bajos.

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toma de tensión arterial
toma de tensión arterial

¿Cuáles son las posibles causas de este problema de salud?

Las causas son múltiples, algunas de ellas pueden ser:

  • Medicamentos como los antiinflamatorios (ibuprofeno, dexketoprofeno), descongestionantes que se utilizan de forma frecuente en cuadros catarrales.

  • Enfermedades neurológicas como una hemorragia craneal.

  • Enfermedades cardíacas como el infarto o vasculares como una aneurisma.

  • Tumores que producen hormonas que elevan la tensión (feocromocitoma).

  • Embarazo (eclampsia).

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¿Hay señales que nos alertan de que podemos estar padeciendo este problema o es asintomática?

Los síntomas son variados e inespecíficos y pueden consistir en malestar general, dolor de cabeza que no responde a medicamentos habituales, mareos, sensación de inestabilidad... Otros más alarmantes que pueden indicarnos que ha habido alguna complicación importante son confusión, síntomas visuales, dolor torácico o sensación de falta de aire.

¿Ante una subida brusca de tensión, como debemos actuar?

Debemos solicitar valoración médica inmediata y tomar medidas generales como tranquilizar a la persona afectada, evitar situaciones estresantes, buscar posible desencadenante (medicamentos, consumo de excitantes en exceso como cafeína, bebidas energéticas).

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¿Cuáles son las consecuencias para la salud de una subida brusca de tensión?

Las consecuencias pueden ser que la urgencia hipertensiva derive en una situación más grave con compromiso vital llamada emergencia hipertensiva en la que hay daño de órganos como el corazón, riñón o cerebro, pudiendo ser irreversible en algunos casos, como por ejemplo, un ictus con importantes secuelas.

¿Hay personas que deben tener especial cuidado ante la posibilidad de padecer una crisis hipertensiva?

Personas hipertensas conocidas con mal control de la presión arterial o aquellas que ya han tenido complicaciones cardiovasculares previas como infarto o ictus.

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¿Cuál es el tratamiento una vez que se confirma el diagnóstico?

Los medicamentos que utilizamos para bajar la presión arterial se administran por boca al inicio de la crisis y si no hay respuesta recurrimos a medicación intravenosa. La disminución de la presión arterial se hace de forma gradual para evitar complicaciones.

Por supuesto una vez resuelta la crisis se debe iniciar medicación antihipertensiva diaria si se confirma que el paciente es hipertenso y hacer un estudio detallado del paciente que incluye una revisión cardiológica. También es importante insistir en un patrón de hábitos de vida saludable (ejercicio regular, dieta mediterránea).

En muchos casos la persona ha sido hipertensa muchos años sin saberlo y sin tener síntomas hasta que ha ocurrido la crisis hipertensiva. La hipertensión arterial es en muchas ocasiones una enfermedad “silenciosa” hasta que produce complicaciones.