Lo que no sabes de tus animaciones favoritas (¡y toooda la chamba que se hace en México!)

Ilustración: Daniela Díaz (@_danichi)
Ilustración: Daniela Díaz (@_danichi)

Entre la participación del Taller de Chucho en Pinocho de Guillermo del Toro, y la participación de mexicanos en el Festival Annecy, la industria de la animación en México está captando más atención.

Sin embargo, ¿qué tan favorable es el panorama actual? ¿Qué le hace falta a esta industria para que se vuelva más robusta y diversa? Platicamos con dos expertazas del tema: Magdalena Vázquez, directora de arte con más de 15 años de experiencia, y Alejandra Pérez, artista de storyboard y directora que labora en la industria desde 2015.

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Mucho más que escribir, dirigir y animar

Antes que cualquier cosa, echémonos un clavado rápido a cómo se hacen las caricaturas que amamos.

Como audiencia se nos hace fácil pensar que si no se trata de una super producción tipo Marvel, hacer una película o serie debe ser algo mucho más sencillo y rápido. Pero no, amix,  no infravaloremos el enorme trabajo de toda una producción.

Ale Pérez explica a Animal MX que, como cualquier otro producto narrativo audiovisual, la animación se basa en tres fases: preproducción, producción y postproducción.

La primera es toooda la fase de planificación: escribir (una y otra, y otra y otra vez) el guion, elegir quién va a dirigir, seleccionar al resto del equipo, etc.

En cuanto el guion es aprobado sigue una tarea que, para Ale, es de las más importantes: la producción que se encarga de hacer un listado de tooooodas las locaciones, props (objetos, accesorios), personajes (principales, secundarios, extras) que se van a usar.

Además de empezar a diseñar los personajes, se debe hacer un storyboard, que es un guion gráfico de toda la historia. Y también se comienzan a repartir las tareas y planificar fechas de entregas.

@cinemafantasma

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♬ sonido original – Cinema Fantasma

Durante la producción es donde comienza el largo proceso de llevar las ideas en texto a animaciones (2D, 3D o stop motion). Esta es la fase máaaas larga del proyecto y donde participan varios equipos que van complementan el trabajo.

La animación de fondos, props y personajes se hace por separado y el área de composición digital ayuda a unir todos esos elementos. Igual no hay que olvidar que todo pasa por entintado, color, incluir tonos, reflejos, sombras.

Se realiza el renderizado (ensamble) de todo y se agrega el sonido al proyecto (ese es prácticamente un proceso aparte porque incluye voces, música, sonidos incidentales, etc). En esta etapa de post producción igual se añaden efectos finales para al fin renderizar el master.

Suena cansado, ¿verdad? Y eso que lo resumimos muchísimo, pues hay más procesos administrativos, económicos, de marketing, etc. que también juegan un rol MUY importante para que tus series o películas favoritas salgan a la luz.

Y no, no importa si se hace aquí o en Japón. El largo camino para realizar una animación es prácticamente el mismo. Magdalena Vázquez dice que quizás solo cambia la cantidad de gente involucrada, los tiempos de entrega y el presupuesto.

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El panorama actual de la industria de la animación en México

Es común ver o leer comentarios que comparan lo “poco” avanzada que está la animación mexicana en comparación con Disney, por ejemplo.

Sin embargo, Magdalena Vázquez opina que que ese ejercicio es injusto, pues no existen los mismos contextos. “No es lo mismo una producción de 100 mil dólares que una de 100 millones de pesos”, explica.

De hecho, para Alejandra Pérez sigue siendo casi un milagro que se hagan películas y series animadas en México de buena calidad y no es exagerada  su declaración.

En 2017, José Carlos García, cofundador de Ánima (uno de los estudios más importantes y con más años en México) le contó a El Financiero que en nuestro país se logran productos animados con presupuestos 25 veces menores a los que se usan en Hollywood.

Aunque ya pasaron seis años de eso, el panorama no es tan distinto, pues de hecho la gran mayoría de las producciones (sobre todo de cine) solo ven la luz gracias a los apoyos del gobierno.

“En un mundo ideal, esos apoyos económicos deberían ser más fáciles de conseguir”, comenta Magda, pero no es así.

Para ganarlos hay que pasar por toda una serie de pasos y procesos para poner tu proyecto como candidato. Además, constantemente están en riesgo de desaparecer.

Sin embargo, Alejandra Pérez y Magdalena Vázquez ven un oasis en el desierto: la colaboración entre estudios independientes.

Unidas somos más fuertes

El dicho “la unión hace la fuerza” se vuelve muy real a la hora de sacar proyectos animados a flote.

Aunque Ale considera que hacen falta más encuentros entre estudios y personas de la industria para crear mejores redes de trabajo, destaca que las colaboraciones existen y son muy enriquecedoras. No solo para aprender de cómo trabajan las de enfrente, sino para sacar de forma más fácil un proyecto al dividir costos y trabajo.

Un ejemplo reciente es el documental animado Home is somewhere else, que está actualmente en cines y que presenta tres historias sobre migración.

La película fue dirigida por Carlos Hagerman y Jorge Villalobos, quienes también son parte de los fundadores de Brinca Taller de Animación, que está detrás del documental.

Sin embargo, la película no la hicieron solamente ellos. Se aliaron con distintos estudios del país: Virus Mecánico, de Querétaro, Llamarada y Casiopea, de la Ciudad de México.

Es por esta clase de ejercicios que ambas expertas le tienen harta fe a creadores y estudios independientes.

En su opinión, son elles quienes le siguen apostando a darle diversidad a la industria de la animación en México; no solo en cuanto a estilos, sino también al contenido y la forma de contar historias.

Entre los estudios que destacan está Cinema Fantasma, estudio de animación en stop motion creado por los hermanos Arturo y Roy Ambriz. Estrenaron Los sustos ocultos de Frankelda en HBO Max y ya trabajan en una película derivada de esa serie.

Casiopea, un colectivo de mujeres creado desde 2013 es otro estudio independiente que se ha vuelto un referente para Ale y Magdalena. En él, Alexandra Castellanos, Ana Cruz, Andrea Mondragón y Sandra Medina se dedican a la producción de animación, ilustración y diseño.

También está Mokiki Animation, estudio con sede en Puebla y dirigido por Adriana Cid, quien dirigirá la película El sorprendente Brutus a estrenarse próximamente.

O Fotosíntesis Media, estudio enfocado en producir películas animadas que generan impacto social. Actualmente uno de sus proyectos en pre producción es Mi amigo el sol, película que será la ópera prima de Ale Pérez como directora.

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Hace falta contar historias desde otras perspectivas

Ya lo dijo nuestro querido Memo del Toro: “la animación es cine” y afortunadamente cada vez más van aumentando el tipo de historias y géneros en las producciones animadas.

Sin embargo, Ale y Magda consideran que todavía falta extender esa liga en la industria de la animación en México. “Necesitamos una industria más diversa, competir con historias potentes que se cuenten desde diferentes lados”, expresa Magdalena Vázquez.

Alejandra siempre recomienda a las mujeres a su alrededor que le tiren más a escribir guiones o a dirigir películas y series. “Sí nos hace falta ver más a través de la perspectiva de las mujeres, que tengan otro punto de vista… Eso sería increíble”, comenta.

MUMA: Creando espacios para mujeres por mujeres

Es por eso que Ale y Magda son parte de Mujeres en el Mundo de la Animación (MUMA), movimiento sin fines de lucro que se enfoca en dar visibilidad y encontrarle espacios a las mujeres en la industria.

Alejandra Pérez es una de las fundadoras de MUMA y platica a Animal MX que el proyecto nació en 2019, luego de que junto con otras animadoras organizó una pequeña exposición de arte de gente de la industria.

A la hora de exhibir, algo les llamó la atención: “casi todas las participantes eran mujeres (…) y tenían muchas inquietudes sobre cómo seguir creciendo en la industria”, recuerda Ale.

Platicando con Alejandra Escutia, Nihurka Zequera, Samantha Pérez, Renata García y Alma Canchola,  se dieron cuenta de algo muy curioso: casi no hay mujeres liderando proyectos en animación.

Así es como arrancaron MUMA y haciendo estudios vieron que esto es prácticamente a un síndrome del impostor que traemos muy arraigado. “No nos creemos lo suficientemente capaces para liderar equipos”, dice Ale Pérez.

Magdalena, que posteriormente se unió al comité de MUMA, está segura de que si hubiera más mujeres en puestos de toma de decisiones (producción, guionistas, dirigir  cualquier área) podríamos tener perspectivas más diversas en la industria.

Y para no ir tan lejos ahí está el ejemplo de Red, película de Pixar que fue realizada por un equipo en su mayoría conformado por mujeres y que en su narrativa toca temas como la menstruación, la relación madre e hija, la amistad, etc.

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Es por eso que MUMA realiza actividades, no solo para visibilizar el trabajo de mujeres que ya laboran en la industria, sino también para darles herramientas a quienes van empezando y que puedan creer en su trabajo y sus habilidades.

Un ejemplo es su primer Festival de Cortometraje Universitario Online MUMA. Como lo dice su nombre, está dirigido a proyectos universitarios dirigidos o co dirigidos por mujeres.

 

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Y es que ellas también han visto que quienes están estudiando o son recién egresadas, son quienes tienen ideas más propositivas.

Magdalena se ha encontrado con proyectos de muy buena calidad, pero a veces son las mismas estudiantes quienes solo lo ven como un trabajo escolar porque no saben cómo hacerlo relevante o les parece imposible hacerlo realidad.

“Nuestro festival de de cortometrajes busca eso: visibilizar el talento, ponerlas frente a frente en la etapa final y acercarlas lo más posible para crear colaboraciones, darles fuego”, finaliza la animadora.

¿Y cómo puedes ayudar a la industria de la animación en México? Consumiéndola, recomendándola en redes sociales, demostrando tu apoyo a aristas y estudios. Y si conoces a alguna persona interesada en dedicarse a este mundo, apóyala y dirígele a proyectos como MUMA.