La salud de Camila Perissé: denuncias por mala praxis, fuertes críticas a la “burocracia médica” y un diagnóstico demoledor
Camila Perissé enfrenta su batalla más difícil. Internada en Mar del Plata luego de cuatro meses de rehabilitación como consecuencia de un tratamiento contra una fibromialgia, con graves problemas cognitivos y severas dificultades económicas, la actriz recibió un diagnóstico demoledor: según reveló su marido, Julio Chino Fernández, no va a volver a caminar.
Fernández detalló la realidad de Perissé en el programa A la tarde, por América TV. En diálogo con Karina Mazzocco, habló de la salud de su esposa, a quien trasladaron desde Pergamino a Mar del Plata con el objetivo de mejorar su atención médica. “La traje con 45 kilos, con su mente ida, no sabía quién era yo. Llegó con una infección porque no la atendieron como correspondía en Pergamino”, explicó en alusión a una posible mala praxis.
Sobre su estado mental, Fernández comenzó a presentar un panorama por demás complicado. “Ella hoy está en un 70 % con su parte cognitiva mejorando, tiene un 30 % que no funciona y le cuesta mucho volver cuando hablamos. Está muy flaquita y está en silla de ruedas o en la cama”, expresó.
Luego, contó que el Programa de Atención Médica Integral (PAMI) hace un mes le sacó el kinesiólogo y reveló cómo llegaron al duro diagnóstico. “Notaba un acortamiento en los tendones. Entonces, contraté a una kinesióloga profesional, de acá de Mar del Plata, que de hecho la tengo que pagar yo, que va a empezar esta semana el tratamiento. Y me dio un parte muy doloroso, que es que Camila no va a volver a caminar nunca más”, expresó Fernández.
Sobre el trastorno motriz, el marido de la actriz detalló que el problema no solo radica en la pierna izquierda sino que “son las dos piernas que tiene así”. Luego, el hombre explicó que la situación económica de Perissé es muy mala y por ese motivo le pidió ayuda para poder hacer frente a los gastos médicos a los televidentes.
Por último, Fernández apuntó con dureza contra el sistema de salud que atiende a los jubilados del país. “Queremos que este caso de Camila sea un antes y un después. Y se termine con esta burocracia tremenda que hay. Y estoy hablando de PAMI: estoy pagando hasta los pañales. La escara en su espalda la pudimos cicatrizar en cinco meses con azúcar, ¿se entiende? Y la alimentación nasogástrica nunca me la dieron”.
El calvario de Camila
Perissé fue diagnosticada con una fibromialgia en 2018 y le recetaron una fuerte medicación que le provocó un daño cognitivo. A partir de entonces tuvo varias internaciones. Cuando pensaban que el daño era irreversible, la actriz comenzó a mejorar. “La recuperación va a ser larga pero la voy a tener conmigo. No la cubre PAMI y va a tener que ser en forma privada, con kinesiología y todo eso, pero lo importante es que la parte cognitiva está frenada, y no ha retrocedido. Está mejor, no totalmente como uno quisiera pero está mejor”, relataba Fernández a LA NACION, en octubre.
Sin embargo, el cuadro se comenzó a complicar a principios de este año. Así lo reveló Carlos Monti el 5 de enero en Nosotros a la mañana, por eltrece. “Además de su problema cognitivo, Camila Perissé tiene problemas económicos. Cobra una jubilación mínima de 22 mil pesos. Empezó a dar signos de agotamiento y cansancio. No tiene ganas de seguir viviendo. Hubo un intento concreto de quitarse la vida”.
Fernández corroboró los dichos y contó cómo era la situación de su mujer en ese momento. “Camila hace cuatro meses se está atendiendo con un médico homeópata. Gracias a eso empezó a cambiar su estado. Empezó a reconocerse, a reconocerme a mí y empezamos a tener pequeños diálogos. Se ha recuperado bastante, pero hay una parte que no se recupera más y por momentos se queda colgada”, comentó en comunicación telefónica con el ciclo de eltrece.
“Yo la veo a través de un vidrio porque no me puedo acercar”, expresó aquel entonces y explicó el motivo: no tiene ninguna dosis de las vacunas contra el Covid. “Ella me dice que no aguanta más, que quiere morirse, que no es justo que yo esté padeciendo esto y ella esté así, porque no sabe si va a salir algún día. Mi trabajo es cuidarla, contenerla y es lo que voy a hacer hasta el último minuto que me quede de vida”. A la tristeza de Perissé ahora se le sumó otro duro diagnóstico: no va a volver a caminar.