Salvajada en el Teatro Cervantes: Carlos Belloso y Valentina Bassi, en una obra que habla sobre la crueldad, la discriminación y el bullying

Valentina Bassi, en una escena de Salvajada, la obra que se estrenó ayer en el Cervantes
Valentina Bassi, en una escena de Salvajada, la obra que se estrenó ayer en el Cervantes - Créditos: @Mauricio Cáceres

“Todas las vidas tienen el mismo valor”, dice la serpiente del cuento “Juan Darién”, la unidad de fuerza no sólo de ese texto sino de toda la obra de Horacio Quiroga, ese “loco” -como los contemporáneos definen a quienes miran lejos- que dialoga cada vez más cerca del presente. Publicado en el diario LA NACIÓN en 1920 y en el libro El Desierto cuatro años más tarde, “Juan Darién” inspiró Salvajada, la ampliada versión dramática escrita por Mauricio Kartun para actores y títeres que se estrenó ayer en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes, con dirección de Luis Rivera López.

Conocedor de la selva misionera, Quiroga escribe la historia de un pequeño tigre, un yaguareté, que se ha quedado huérfano y que es adoptado por una mujer sola que acaba de perder a su bebé. Como en un cuento de hadas, una serpiente la otorga forma humana para que no sea exterminado por los hombres. Así crece al lado de su madre, convencido de ser un chico más, si bien los compañeros de la escuela se burlan de él por ser “raro”. Esa rareza quedará en evidencia cuando visite la escuela el inspector, la autoridad escolar que viene de la ciudad y quien descubrirá que el brillo de sus ojos, el pelo duro, un olor extraño, la timidez de Juan son propios de un animal salvaje. Desde ese momento, la violencia escala hasta la crueldad despiadada: un niño frente al conjunto social que lo señala como distinto y, por lo tanto, peligroso. La transformación en humano no lo ha salvado del lado salvaje de la civilización.

Por encargo de la compañía de Titiriteros de la Universidad Nacional de San Martín, Kartun escribe Salvajada, estrenada en 2015 con dirección de Tito Loréfice y Hernesto Mussano. Ambos textos, el de Quiroga y el de Kartun, fueron entonces publicados, en un mismo libro, por la editorial Cántaro con precisa información en su prólogo.

Pablo Mariuzzi y Valentina Bassi, sobre el escenario del teatro Cervantes
Pablo Mariuzzi y Valentina Bassi, sobre el escenario del teatro Cervantes - Créditos: @Mauricio Cáceres

“Cuando por primera vez Tito (Loréfice) me lo propuso, al mismo tiempo que me lo contaba, me lo iba imaginando. En sólo dos casos logré terminar una obra de un tirón: una fue La casita de los viejos, la pieza corta que presenté para Teatro abierto de 1982 (con dirección de Agustín Alezzo), y la otra es Salvajada que no puedo negar que siempre me provoca un nudo en la garganta”, dice Kartun que, entre tantos hitos en su trayectoria, fue docente de dramaturgia en la escuela de Titiriteros del Teatro San Martín.

En cuanto a la propuesta del Cervantes, las autoridades del teatro (la directora Gladis Contreras y el subdirector Jorge Dubatti) le ofrecieron la dirección pero prefirió proponer a Luis Rivera López, a quien conoce y es un experto en el teatro de objetos. “Los títeres te permiten hacer cosas que con actores no se podría o sería más difícil como, por ejemplo, cuando Juan se convierte en tigre debajo de la cascada -dice el autor de Terrenal-. En cuanto a la adaptación teatral, me concentré en los puntos de inflexión, donde se acumula la energía de la violencia. El teatro es un ritual de violencia.”

En el paso de la narración literaria al texto teatral, Kartun expande núcleos narrativos según su estética personal. Sumó personajes o les dio otro volumen: por ejemplo, la serpiente de Quiroga se convierte en la pitón Anaconda (un juego con el título de otro cuento del uruguayo y con la palabra pitonisa) que es la narradora y vehiculiza el pensamiento del autor; o los freaks del circo, los “fenómenos” que ayudan a Juan a huir de la jaula, que no están en el cuento original. También escribió canciones (“Ni ojo por ojo / ni diente por diente / acá hay que darle al diferente”), personajes caricaturizados (como el inspector y la maestra); metió guiños e ironías con la actualidad (al referirse a los tigres, gente del pueblo dice que “entran por una puerta y salen por otra”); y, en especial, la definición del espacio, la territorialidad: lo que en Quiroga era una zona difusa en la selva, en Kartun está situado, es una historia del litoral no sólo porque se lo menciona sino que también, peculiaridad propia del dramaturgo, hay un minucioso trabajo de estilización del habla popular.

Como señala la investigadora Milena Bracciale Escalada en un estudio sobre el paso “del mito al cuento y del cuento al teatro”, hay otro elemento que coincide con la poética kartuniana: la huida del tigre condena a los habitantes del pueblo al temor eterno, al miedo a la inseguridad: el otro se convierte en amenaza.

Admirador del escritor inglés Rudyard Kipling, el autor de El libro de la selva, muchos de los cuentos de Quiroga tuvieron como primeros destinatarios a sus hijos (Cuentos de la selva se publicó en 1918). En “Juan Darién” no deja de incluir al lector infantil pero también advierte: “No deseo que los niños que me oyen vean martirizar de este modo a ser alguno”. Es un relato muy triste, difícil para los más chicos. Si bien Salvajada tiene algunos momentos de sonrisas, de pausas que alivianan esa oscuridad, aún así, las funciones en el Cervantes para escuelas no están recomendadas para menores de 17 años. Y de modo particular, es decisión de los padres pero se sugiere para chicos que ya empezaron la secundaria.

Aparte de la adaptación de Kartun, hubo otra obra -no en nuestro país- que se inspiró en el cuento: Juan Darién: Misa de carnaval, de la directora Julie Taymor, creadora de El rey León en teatro, junto a Elliot Goldenthal. Estrenada en 1988 en la sala de la iglesia St. Clement en Nueva York, casi diez años después llegó a Broadway, a la sala Vivian Beaumont, en 1996. “Aunque se crea lo contrario, esa obra me ayudó a inspirarme para El rey león -le dijo Taymour en este diario a Pablo Gorlero en 2010-. Nuestro montaje está inspirado en varios países latinoamericanos y en sus artistas. Los espectadores de América Latina se sienten conmovidos y sorprendidos. Además, no es para un solo tipo de público y no es en inglés. No tiene ningún lenguaje.”

Si bien Salvajada tiene algunos momentos de sonrisas, de pausas que alivianan esa oscuridad, aún así, las funciones en el Cervantes para escuelas no están recomendadas para menores de 17 años
Si bien Salvajada tiene algunos momentos de sonrisas, de pausas que alivianan esa oscuridad, aún así, las funciones en el Cervantes para escuelas no están recomendadas para menores de 17 años - Créditos: @Mauricio Cáceres

La puesta de Salvajada en el TNC cuenta con un elenco integrado por Pablo Mariuzzi (el ganador del ACE por Pajarita, como Juan Darién),Valentina Bassi (la madre de Juan Darién), Carlos Belloso (el inspector y el domador), Mónica Felippa (Anaconda), Carolina Guevara (la maestra), Gustavo Masó (Tape Chamorro), Diego Ferrari, Julieta Rivera López, Carolina Tejeda y Blanca Vega. La música es de Daniel García; la escenografía, el vestuario y los títeres, de Alejandro Mateo; la coreografía, de Marina Svartzman; la coordinación artística general, de Sergio Rower; y la dirección e iluminación es de Luis Rivera López.

Rivera López y Rower son los fundadores de la compañía Libertablas, especialista en la combinación del teatro de actores y el de objetos, para todos los públicos. Varios integrantes de Libertablas son parte el equipo de Salvajada debido al requerimiento de pericia en el manejo de los títeres. Amigos desde la secundaria, ambos formaron parte del grupo de Titiriteros del San Martín. Durante la última dictadura, en 1979, empezaron este sueño que se mantiene hasta la actualidad. Para Rivera López, este estreno representa un regreso al Cervantes, donde la compañía presentó muchos espectáculos desde fines de los 90 hasta 2004 (Las mil y una noches, Gulliver, Quijote).

A diferencia de la versión de Salvajada que hizo la UNSAM, Rivera López hizo hincapié en lo grotesco y en la parodia : “El mío es un planteo, entre muchísimas comillas, más tradicional, más literal. Kartun le saca punta a lo planteado por ese adelantado a su época que fue Quiroga, al choque de mundos, el animal y el humano, y a un ser que es parte de ambos”. En cualquier caso, leído y visto con los ojos de este tiempo, el cuento y la obra nos hablan sobre la crueldad, la discriminación, el bullying, heridas profundas que no dejan de reinventarse y contra las que el arte tiene el poder de sacarlas de las sombras.

PARA AGENDAR

Salvajada, de Mauricio Kartun, adaptación del cuento Juan Darién, de Horacio Quiroga. Dirigido por Luis Rivera López. Jueves a domingos, a las 20. En Teatro Nacional Cervantes, Libertad 815. Entradas: $ 900.