Sam Taylor-Johnson habla de su diferencia de edad con su esposo Aaron

Sam y Aaron Taylor-Johnson credit:Bang Showbiz
Sam y Aaron Taylor-Johnson credit:Bang Showbiz

El nombre de Aaron Taylor-Johnson suena con fuerza desde hace semanas debido a los rumores que apuntan a que será el próximo James Bond, y hablar del actor lleva casi siempre a hablar de su matrimonio con la directora Sam Taylor-Johnson, a quien conoció mientras rodaba la película 'Nowhere boy' en 2009. En aquel momento, él tenía 18 años y ella 42.

La pareja se casó tres años más tarde y tiene dos hijas en común, de 13 y 12 años, además de las dos -de 26 y 17 años- que la cineasta aportó a su unión fruto de su matrimonio con su antiguo esposo Jay Jopling. Desde entonces siguen juntos y felices, haciendo énfasis en la primera parte porque son conocidos por turnarse a la hora de trabajar para que ninguno de los dos tenga que viajar sin el otro.

Su diferencia de edad ha dado pie a todo tipo de comentarios, y ha vuelto a convertirse en un tema de debate ahora que Aaron está acaparando titulares como el rostro todavía por confirmar del nuevo agente 007. Sin embargo, Sam sostiene que nunca se hace notar en el día a día, bien sea en su respectivos intereses o en las referencias que utilizan.

"Quiero decir, sale a relucir ahora porque lo preguntas. Y surge desde la perspectiva exterior de la gente que no nos conoce, porque supongo que siempre... Somos un poco anómalos, pero es lo que hay. Después de 14 años piensas que seguro que a estas alturas ya no importa".

En realidad, su caso no es algo inusual en la meca del cine: Michael Douglas también es un cuarto de siglo mayor que su esposa Catherine Zeta-Jones, Harrison Ford le saca 22 años a Calista Flockhart, y George Clooney nació 17 años antes que su esposa Amal. Lo único que diferencia a la pareja de todos esos ejemplos es que, en su relación, es ella quien es considerablemente mayor que su esposo.

A Sam no le importó nada de eso cuando conoció a su futuro esposo, y no se lo pensó dos veces antes de volver a casarse y de forma una familia con Aaron a pesar de lo joven que aún era él por aquel entonces.

"Si hubiera sido cínica por un segundo, no habría funcionado. Si me hubiera cuestionado algo, no habría funcionado. Soy muy instintiva. Me he metido de lleno en todo en mi vida. Siempre digo: 'Esto parece increíble'. Y me lanzo de cabeza a la experiencia, sea buena o mala". asegura. "Y creo firmemente que el corazón es lo que manda".