Samuel L. Jackson no sabe poner cara de buen perdedor

Cuando se acude como nominado a una entrega de premios, es tan importante ensayar el discurso de agradecimiento como la cara de perdedor por si al final acaba ganando otra persona. Las estrellas de cine tienen muy bien aprendida esta lección y casi siempre reaccionan con una sonrisa de emoción al escuchar el nombre de uno de sus compañeros de profesión en lugar del suyo.

Sin embargo, hay unas pocas excepciones que brillan por su honestidad. En 2015, las cámaras sorprendieron a Michael Keaton guardando el trozo de papel donde había escrito lo que quería decir al recoger su Óscar tras perderlo a manos de Eddie Redmayne, y Samuel L. Jackson no pudo contener su enfado y soltó una palabra malsonante cuando Martin Landau le arrebató la estatuilla dorada en 1995.

Aquella anécdota le persigue desde entonces y no le hace demasiada gracia que se lo recuerden. Aun así, sigue sin ser capaz de controlar sus reacciones más viscerales. Este lunes no se molestó ni siquiera en disimular su decepción al escuchar que Brandon Uranowitz era el ganador en la categoría en que estaba nominado por su trabajo en la obra 'August Wilson’s The Piano Lesson'. El intérprete aplaudió junto a todos los demás, pero con menos entusiasmo y sin esbozar la más mínima sonrisa.

Por supuesto, ya ha inspirado varios memes que sin duda le perseguirán durante bastante tiempo.