Sandra Gago: confidencias sobre sus hijos, su nueva vida y sus planes de verano
Sandra Gago es una madre y modelo —y seguro que también un modelo de madre— joven y brillante. A sus 28 años, ha formado una familia de anuncio junto al tenista Feliciano López y sus dos hijos, Darío, de tres años, y Marco, que nació el pasado 16 de febrero. Dueña de una belleza delicada y un estilo refinado y elegante, no es extraño que cada temporada revalide su título de embajadora de Rabat. El sentimiento de admiración es mutuo. "Además de ser una firma de alta joyería, es una familia. Su manera de trabajar y el trato que dan a las personas que trabajamos con ellos y a sus clientes es cercano y muy familiar. Siempre me siento como en casa", admite la también periodista.
En un momento muy especial, disfrutando de sus peques y de su marido, que justo ahora hace un año que se retiró del tenis profesional, en Mallorca, hablamos con Sandra de su nueva vida como madre de dos niños y más estable —sin el ritmo frenético de viajar por todo el mundo de torneo en torneo—, de sus proyectos y, por supuesto, de joyas.
—Sandra, alguna vez has dicho que tu estilo es clásico y totalmente atemporal. En cuanto a las joyas, ¿cuáles son las que más casan con tu forma de vestir y las que sueles llevar en tu día a día?
—Me gustan las joyas sutiles y no demasiado atrevidas, aquellas que puedes ponerte también en el día a día. Me encantan las piezas de oro, aunque a diario también puedo llevar algo fino con una piedra más especial.
—Y en las ocasiones especiales, ¿por cuáles sueles apostar?
—'Rivière' de brillantes, tanto en colgante como en pulsera. Es lo que más me gusta, sin duda.
—La joya que nunca te quitas...
—Mi anillo de compromiso. Jamás me lo quito, excepto en las sesiones de fotos.
"Desde que Feli se retiró, obviamente, viajamos menos, y ahora, con dos niños, se agradece. Aunque muchas veces lo echamos de menos, me había acostumbrado a estar de un lado a otro dando tumbos"
—Ese anillo, alguna vez lo has dicho, es una de las piezas que más valoras de tu joyero, junto al reloj de tu abuela y la pulsera que te regaló Feli cuando nació Darío. ¿Últimamente, has añadido alguna más?
—¡Sí! Un colgante muy especial que me regaló mi marido cuando nació Marco.
—¿Cómo te ha cambiado la vida con dos niños?
—Hay gente que dice que el cambio se produce cuando te conviertes en madre, con el primero. Yo lo he notado muchísimo más ahora, al pasar de uno a dos (risas). Con uno te organizas fácil, con dos cambia mucho la película... Quieres dedicarles el mismo tiempo a los dos y es imposible. Por lo menos ahora, al principio, que ambos demandan de manera diferente, pero mucho.
—Han pasado cuatro meses del parto y estás fantástica. Parece que no te ha costado nada recuperarte del segundo embarazo, ¿no?
—No me ha costado más que con el primero, y pensaba que iba a ser así. Además de que tengo 28 años, y eso obviamente ayuda, soy muy disciplinada con mi rutina de ejercicio y el cuerpo, en mi caso, enseguida responde. No hago ningún tipo de dieta, porque es superior a mí (ríe) y me encanta comer, disfruto comiendo, pero me he cuidado mucho haciendo ejercicio antes de los embarazos, durante y después.
"Este verano nos quedaremos en España con los chiquitines, excepto una semana que vamos todos a Londres, a Wimbledon. El resto, en el sur y las islas"
—Cuéntanos, ¿qué ejercicios son?
—Entreno tres o cuatro días a la semana con ejercicios de fuerza e intento hacer algo de cardio... paseando (ríe). Odio correr, pero me encanta pasear a buen ritmo durante horas.
—¿Echas de menos tu vida de trotamundos o prefieres este ritmo más tranquilo?
—Desde que Feli se retiró, obviamente, viajamos menos, y ahora con dos niños se agradece. Aunque no te voy a mentir... muchas veces lo echamos de menos, sobre todo Feli. Pero yo también me había hecho a ese ritmo de vida y me había acostumbrado tanto a estar de un lado a otro, dando tumbos, y de idas y vueltas para los trabajos, que ya coger un avión no me suponía ningún esfuerzo. Disfruté muchísimo de esa etapa.
—¿Qué planes tenéis para este verano? Acostumbrados como estáis a viajar con Darío desde pequeño, ¿os animaréis, quizá, a hacer un gran viaje también con el bebé?
—Este año nos quedaremos en España con los chiquitines, excepto una semana que vamos todos a Londres, a Wimbledon. ¡El resto del verano lo pasaremos por el sur y las islas!
—Y en el terreno profesional, ¿cuáles son tus planes?
—Tengo varios y espero que a la vuelta del verano pueda ponerme al cien por cien con ellos. ¡Tuve a mi chiquitín hace cuatro meses y ahora ya me he reincorporado con todo!
"No me ha costado recuperarme del embarazo. No hago ningún tipo de dieta, porque es superior a mí, y odio correr, pero me encanta pasear a buen ritmo"
'Tantas horas de cocina'
—Después de tu paso por MasterChef, ¿te gustaría volver a probar suerte en televisión?
—Sí. No a corto plazo, creo, pero es algo a lo que le estoy dando vueltas.
—¿Cómo fue esa experiencia para ti?
—Fue increíble. Lo disfruté muchísimo y me lo pasé realmente bien. Era mi primera experiencia en televisión y, excepto en la primera grabación en plató, que era el primer contacto con ese mundo y ese formato, en el resto de las grabaciones me sentí muy muy cómoda.
—¿Qué fue para ti lo mejor y lo peor de tu paso por ese 'talent show'?
—Lo mejor, el equipo. Todos los días eran divertidos, nos reíamos a más no poder y había una energía maravillosa. Lo peor fue que me preparé muchísimo y me dio mucha rabia irme, porque no vi el resultado que yo esperaba después de tantas horas de cocina (risas). Pero, aun así, repetiría en bucle.
"Tuve a Marco hace cuatro meses y ahora ya me he reincorporado con todo. Me gustaría volver a probar suerte en televisión, le estoy dando vueltas"