No me sorprende que Santiago Segura se gane el título de 'salvador del cine español' y a las pruebas me remito

Santiago Segura vuelve a cosechar un nuevo éxito en taquilla. Tras tres años seguidos ostentando el título de ser el director más taquillero de nuestro cine con Padre no hay más que uno, su secuela y A todo tren: Destino Asturias, el director de Torrente apunta a volver a obtener este logro en 2022 con la comedia navideña Padre no hay más que uno 3. Tras su estreno el pasado jueves 14 de julio, la cinta, según datos desvelados por el propio Segura y ComScore, ha sido Nº1 en taquilla y habría reunido a más de 350.000 espectadores durante su primer fin de semana en cines, lo que se traduciría en un debut cercano a los 3 millones de euros que, a esperas de que a finales de verano aterricen otros títulos potentes como Tadeo Jones 3, la erigiría como la película española más taquillera del año superando los 2 millones de Alcarràs.

Así, en un año en el que el cine español seguía de capa caída a consecuencia de la pandemia, Segura vuelve a erigirse como el salvador de la cinematografía patria. Y no es porque hayamos tenido un mal año de producciones españolas y que el director de Torrente haya marcado un punto de inflexión. De hecho, me atrevo a decir que hasta el momento estamos disfrutando de una de las temporadas de mayor calidad cinematográfica de los últimos años de España. Lo que ocurre es que pocos directores consiguen una conexión con el público español como Santiago Segura, quien manteniéndose fiel a una fórmula muy concreta se ha ganado a pulso este título de salvador de nuestro cine.

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Al final, con Santiago Segura hablamos de una personalidad muy reconocida en nuestro país y que siempre ha transmitido una cercanía y conexión enorme con los espectadores. Podemos verlo con claridad remitiéndonos a Torrente, que, aunque hoy en día la saga luzca desfasada, no se puede negar que su humor tan burdo y el crear un personaje tan casposo y torpe era algo muy identificable en la España de hace ya años. Allá por finales de los 90 y los 2000, cualquiera veía en su entorno a alguien con las características de José Luis Torrente, por no hablar de que Segura siempre se ha empeñado a relacionar sus historias con temas de actualidad, lanzar todo tipo de bromas punzantes al respecto y grabarlas usando a personalidades del momento.

Por ejemplo, lo vimos en las dos últimas entregas con su ambientación en la crisis de 2008, la fallida construcción de Eurovegas o la participación de estrellas tan admiradas e impensables como Belén Esteban, Ana Obregón, Jesulín de Ubrique, Kiko Rivera,… Y es inevitable que, con semejante anclaje popular y en temas y personajes del momento, el público se sienta atraído por estas películas. Y Segura, conociendo muy bien esta clave de su éxito, lo ha ido manteniendo a lo largo de toda su filmografía.

Santiago Segura en la presentación de 'Padre No Hay Mas Que Uno 3' pen Madrid (Foto: Juan Naharro Gimenez/WireImage/Getty Images)
Santiago Segura en la presentación de 'Padre No Hay Mas Que Uno 3' pen Madrid (Foto: Juan Naharro Gimenez/WireImage/Getty Images)

Lo vimos primero en Sin rodeos, cuando en pleno auge del #MeToo decidió adentrarse en temáticas feministas con esta comedia protagonizada por Maribel Verdú en 2018. Los resultados fueron cuestionables, pero ahí estaba de nuevo usando la actualidad y la sucesión de disfrutables cameos para conquistar al público e intentar llegar a un espectro de espectadores mayor que el de Torrente. Pero más claro se vio con Padre no hay más que uno, donde su fórmula le sirvió para cautivar al público familiar y crear la que se ha convertido en una de las franquicias más exitosas del cine español.

Aunque su humor fuera muy blanco y apto para todos los públicos, no se puede negar que las travesuras de sus jóvenes protagonistas seguían desprendiendo el toque gamberro y punzante que los espectadores siempre han adorado del cine de Segura. Y, aunque en el fondo era un remake de una película argentina estrenada en 2017 llamada Mamá se fue de viaje, con su adaptación a España se consiguió plasmar muy bien la esencia española, como el papel de Luna Fulgencio y su sueño de convertirse en folclórica al ritmo de Isabel Pantoja o la multitud de referencias a situaciones que las familias con hijos viven en nuestras fronteras. Y, de nuevo, acertando con la implementación de cameos muy funcionales para su público potencial, como, por ejemplo, la aparición de El Rubius.

Analizando ahora esta tercera parte de Padre no hay más que uno, que ha vuelto a los cines con ambientación navideña, es notorio que la fórmula sigue intacta. Humor gamberro para toda la familia, con conexión con la cultura española y grandes personalidades desfilando por pantalla. Se ve en las continuas referencias que Segura incluye a clásicos de nuestro cine como La gran familia o en cameos como el de Omar Montes. Es decir, detalles con los que los españoles van a sentirse deleitados. Y no solo niños con sus padres, que es el target potencial de esta saga, sino público de todas las edades. Cuando fui al cine a ver Padre no hay más que uno 3 el día del estreno la sala estaba repleta tanto de niños y padres como de adolescentes y grupos de adultos sin ningún menor a su cargo.

Es un hecho que la conexión que logra Santiago Segura con el público español no está al alcance de cualquiera. No hay más que ver que el pasado 2021 se estrenaron multitud de comedias familiares navideñas que trataban de emular el éxito de Padre no hay más que uno y se estrellaron en el intento. Salvo el caso de Mamá o Papá, la comedia de Paco León y Miren Ibarguren que logró rozar los 3 millones de euros, nos encontramos con títulos como El refugio o Cuidado con lo que deseas que, además de no ser producciones de altura, acabaron estrellándose estrepitosamente en taquilla. Y es que el cine familiar no triunfa por sí solo, sino que hace falta tener este buen conocimiento y anclaje popular por el que el responsable de Torrente siempre ha apostado.

Además, si le sumamos que es de los pocos que apuesta por promociones intensas por todos los platós de televisión, vistiendo siempre material promocional de sus películas y aprovechando cualquier ocasión para hablar de sus estrenos, al final es inevitable que sus trabajos arrasen en taquilla y que tenga bien merecido el título de salvador del cine español.

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