Saturday Night Live, el programa que revolucionó la comedia y no para de crear de momentos virales, se verá en vivo en la Argentina

Anya Taylor-Joy hablando español en su debut como presentadora en Saturday Night Live
Anya Taylor-Joy hablando español en su debut como presentadora en Saturday Night Live

“En vivo, desde Nueva York, ¡es Saturday Night!”. El grito que se escucha en la televisión norteamericana desde hace casi 50 años, cobrará pronto un nuevo sentido para los espectadores de Argentina y otros países de América Latina. Desde este sábado, Saturday Night Live se podrá ver en vivo en esta zona del mundo, por primera vez, a través de la señal premium Universal + (disponible en DirecTV y TeleCentro). El programa de sketches de comedia, que comenzó en 1975 y fue emitido en América latina durante muchos años en forma diferida, hizo de la transmisión en vivo una parte central de su propuesta original, que desembarcó en la TV con un espíritu rupturista.

Con 49 temporadas en su haber, a través de las cuales tuvo que luchar por mantenerse vigente, Saturday Night Live sigue dando de qué hablar con su combinación de nuevos talentos cómicos, números musicales a cargo de los artistas del momento y famosos de diversas áreas del espectáculo, el deporte y la política que son invitados como anfitriones.

Ese codiciado rol fue ocupado en la última temporada por figuras como Bad Bunny, Timothée Chalamet, Jason Momoa, Emma Stone, Adam Driver, y los ex miembros del elenco del programa, Pete Davison y Kate McKinnon. Mientras que algunos de los últimos músicos convocados, a los que se invita a tocar algunos de sus temas durante la emisión, fueron Foo Fighters, Boygenius, Olivia Rodrigo, Billie Eilish, y Ice Spice, quien fue presentada “espontáneamente” por Taylor Swift.

Luego del receso por las fiestas, Saturday Night Live regresará este sábado con Jacob Elordi, uno de los actores jóvenes de moda tras su trabajo en las películas Saltburn y Priscilla y en la serie Euforia, como anfitrión. La invitada musical que lo acompañará será Renée Rapp, cantante y actriz, que protagoniza la nueva versión cinematográfica musical de Chicas malas, escrita por una de las figuras más legendarias del programa, Tina Fey.

La nueva temporada estará marcada por las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, que tendrán lugar en noviembre. Desde sus comienzos, el programa se dedicó a la sátira política en sus sketches, también en el segmento paródico de noticias Weekend Update y convirtió a las imitaciones de políticos en una de sus armas más valiosas, tanto en la pelea por el rating como en su propia agenda con respecto a los candidatos. Algunos de los más celebrados de los distintos elencos fueron las interpretaciones de Chevy Chase de Gerald Ford; Dan Aykroyd como Richard Nixon y Jimmy Carter; Phil Hartman como Ronald Reagan; Dana Carvey encarnando a George H.W. Bush y Will Ferrell a su hijo George W. Bush; Darrell Hammond como Bill Clinton; y Tina Fey como Sarah Palin, la candidata a vicepresidenta del republicano John McCain, en 2008, imitación que fue señalada como responsable de afectar negativamente su imagen (aunque Palin niega esta supuesta injerencia del programa en su carrera política).

Claro que a veces son las figuras invitadas especialmente a interpretar a algún político lo que se destacan, como es el caso de Alec Baldwin, un amigo de la casa que fue anfitrión 17 veces, quien se convirtió en el perfecto Donald Trump durante la campaña de 2016 y continuó una vez que el empresario asumió la presidencia. Matt Damon se lució como el polémico miembro de la Corte Suprema, Brett Kavanugh; Melissa McCarthy fue un suceso con su interpretación del secretario de prensa de Trump, Sean Spicer; y Larry David aprovechó cierto parecido con Bernie Sanders para hacer una de las imitaciones más celebradas de los últimos tiempos. Es de esperar que en esta temporada haya nuevas imitaciones de políticos, a cargo del elenco y de invitados famosos.

Pedro Pascal y Bad Bunny en uno de los más reciente episodios de Saturday Night Live
Pedro Pascal y Bad Bunny en uno de los más reciente episodios de Saturday Night Live

La influencia de Saturday Night Live en la política y la cultura norteamericanas, que tuvo sus altibajos en estas casi cinco décadas, no eran imaginables cuando comenzó el programa, el 11 de octubre de 1975. En su origen, fue pensado como un relleno para la programación del sábado a la noche, luego de que Johnny Carson se negara a que continuaran emitiendo repeticiones de su late night show. El canadiense Lorne Michaels fue quien ideó un ciclo con comediantes y músicos de vanguardia, que apelaba a la juventud de la época con su espíritu anárquico.

Parte del aire fresco que Saturday Night Live pretendía imbuir en la televisión era, precisamente, el concepto de que fuera en vivo y en directo, lo cual daba la sensación de que podía pasar cualquier cosa. Y, a veces, pasó cualquier cosa.

Por supuesto que para poder hacer sketches en vivo y que funcionen, al menos en su mayoría, se necesitan intérpretes que puedan lidiar con la presión del vivo y que sean buenos improvisando. Ya en la primera temporada, Michaels demostró tener ojos y oídos perfectamente calibrados para la comedia, que le permitieron encontrar a comediantes brillantes poco conocidos para el público en general y trasnformarlos en estrellas.

Lorne Michaels, el creador y productor general del programa, con su Emmy
Lorne Michaels, el creador y productor general del programa, con su Emmy - Créditos: @Mark Terrill

Desde entonces, Saturday Night Live se convirtió en un semillero de comediantes que, tras pasar por el programa, construyeron exitosas carreras de forma independiente algunos, como Eddie Murphy, y otros de la mano del todopoderoso Michaels, quien produjo numerosas películas con ex miembros del elenco, además de programas como The Tonight Show, con el ex SNL Jimmy Fallon, y Late Night with Seth Meyers, conducido por uno de los ex jefes de guionistas del programa y conductor de Weekend Update, uno de los roles más codiciados del ciclo.

En aquella primera temporada, el elenco estuvo conformado por John Belushi, Chevy Chase, Dan Aykroyd, Jane Curtin, Gilda Radner, Larraine Newman, Garrett Morris y George Coe. La mayoría de ellos provenían de la escena de improvisación, algunos como Belushi y Aykroyd de la troupe de Second City de Chicago, y otros de The Groundlings, de Los Angeles, ambos sitios se convirtieron en las fuentes principales para reclutar talento de SNL, a través de los años.

El grupo de comedia creado alrededor de la revista National Lampoon también estuvo muy ligado a los comienzos de Saturday Night Live, con miembros del elenco como Chevy Chase y guionistas como Michael O’Donoghue, jefe de los escritores en aquella primera temporada, junto con Michaels, que surgieron en el programa de radio de la publicación y en su show en vivo, Lemmings.

Jim Carrey como Joe Biden y Maya Rudolph como Kamala Harris, el presidente y la vicepresidente de los Estados Unidos, serán una presencia cada vez más fuerte de cara a las elecciones en ese país
Jim Carrey como Joe Biden y Maya Rudolph como Kamala Harris, el presidente y la vicepresidente de los Estados Unidos, serán una presencia cada vez más fuerte de cara a las elecciones en ese país

Pocos años después, la primera producción de National Lampoon en el cine, Colegio de animales (1978), de John Landis, consagró a Belushi como una de las grandes estrellas de la comedia. Quedaba claro que se podía capitalizar el talento de SNL también en el cine y en 1980 se estrenó la primera película basada en un sketch del programa, Los hermanos caradura, también dirigida por Landis y protagonizada por Belushi y Aykroyd, interpretando a sus ya famosos personajes, los Blues Brothers. Michaels continuaría en las décadas siguientes con este modelo, produciendo películas a partir de los personajes surgidos en SNL, con distintos grados de éxito, como El mundo según Wayne (1992), Los coneheads (1993), El triunfo de los nerds (1998) y MacGruber (2010).

Ya en el primer programa se inauguraba otro concepto original del ciclo: al elenco estable de jóvenes comediantes se sumaba un anfitrión invitado, que iba cambiando en cada emisión. Según cuenta Albert Brooks, esa idea fue suya y surgió en una de las conversaciones cuando lo convocaron para el programa. Brooks participó de la primera temporada con cortometrajes dirigidos por él, comenzando una tradición en SNL de incluir estas películas cortas como la única parte que no es en vivo del programa, que luego continuaron, entre otros, el colectivo creativo The Lonely Island, formado por Andy Samberg, Jorma Taccone y Akiva Shaffer.

La primera anfitriona fue la actriz Candice Bergen, quien se convirtió con los años en una asidua invitada del programa, siendo la primera mujer en ingresar al “club de las 5 veces”, al que pertenecen todos aquellos que hayan participado como presentadores en cinco emisiones o más. Alec Baldwin es el que más veces estuvo, con 17; seguido por Steve Martin, John Goodman, Tom Hanks, Chevy Chase (quien se fue del programa tras la primera temporada), Christopher Walken, Elliott Gould, Danny DeVito, Drew Barrymore, Tina Fey, Scarlett Johansson (quien conoció allí a su marido, Colin Jost, uno de los guionistas y conductores actuales de Weekend Update), Bill Murray, Justin Timberlake, entre muchos otros. La integrante más nueva del selecto club es Emma Stone (quien también conoció a su marido guionista en el programa), que estuvo como anfitriona por quinta vez en diciembre último.

Los nombres en la lista de los anfitriones con más programas en su haber son los de quienes se amoldaron bien a los requerimientos de SNL, que no son pocos. Hay que tener talento para la comedia, estar dispuesto a trabajar durante la semana con los guionistas y el elenco, adaptarse a los cambios rápidos, poder leer con naturalidad los diálogos de los carteles que sostienen detrás de cámara, y poder trabajar en vivo con la menor cantidad de errores posibles. Uno de los momentos clave del show es el monólogo inicial, una prueba de fuego para los anfitriones, que establecen el tono del programa en esa bienvenida, acompañados por la banda musical y, en ocasiones, por invitados especiales o miembros del elenco.

No todos los invitados a presentar el programa son un éxito, ya sea porque no se adaptan bien al trabajo o a las personas con las que tienen que hacerlo. Steven Seagal fue elegido como uno de los peores anfitriones, detestado por el elenco y los guionistas que tuvieron que lidiar con su maltrato, falta de buena voluntad y pocas ganas de reírse de sí mismo, en una de las emisiones de 1991.

En otro sentido, algunos de los peores anfitriones simplemente no estaban preparados para las habilidades específicas que se necesitan para hacer reír, en televisión, ¡en vivo! Entre ellos se cuentan algunos deportistas como Nancy Kerrigan, Ronda Rousey y Michael Phelps.

Otros de los menos queridos fueron Elon Musk, quien estuvo en el programa en 2021, a pesar de las protestas de varios miembros del equipo, y Donald Trump, una de las elecciones de anfitrión más polémicas de los últimos tiempos, quien estuvo en 2015, cuando ya se postulaba a la presidencia. Su abogado y exintendente de Nueva York, Rudy Giuliani también tuvo un mal paso como anfitrión en 1997, pero también fue parte de uno de los momentos más conmovedores del programa, en la primera emisión tras el ataque a las Torres Gemelas, en 2001. Giuliani abrió el show junto con los bomberos de Nueva York y Michaels le preguntó frente a cámara: “¿Ya podemos ser graciosos de nuevo?”. El entonces intendente de la ciudad le contestó: “¿Por qué empezar ahora?”, dando con el chiste una especie de permiso para que los neoyorquinos y los norteamericanos en general, empezaran a intentar sanar las heridas.

Estos momentos, tanto los emotivos como los polémicos, cumplieron un papel importante en mantener al programa, durante estas casi cinco décadas, en la conversación de la cultura popular. Algunos de los más recordados están ligados, justamente, a la característica del “vivo”. Uno de los más famosos, sin dudas, es el que protagonizó Sinead O’Connor, cuando se presentó como invitada musical, en 1992, y rompió una foto del papa Juan Pablo II y dijo: “Pelea contra el enemigo verdadero”. La protesta de la cantante por los abusos a menores dentro de la Iglesia Católica, que no estaba prevista en los ensayos, fue recibida con indignación por parte del anfitrión de esa emisión, Tim Robbins, y por televidentes que llamaron y hasta se manifestaron frente al edificio en donde se encuentran los estudios de NBC. O’Connor nunca volvió a ser invitada al programa y el incidente no se volvió a ver en las repeticiones de ese programa.

En 1992, Sinead O'Connor destrozó una foto de Juan Pablo II en Saturday Night Live
En 1992, Sinead O'Connor destrozó una foto de Juan Pablo II en Saturday Night Live - Créditos: @Yvonne Hemsey/Getty Images

A juzgar por la historia, parece que los invitados musicales son los que protagonizaron más controversias en SNL. Ashlee Simpson fue una de las que generó polémica cuando se presentó en 2004 y, por un error, quedó en evidencia que estaba haciendo playback. Más violentos fueron los casos de la banda punk Fear, quienes destruyeron un piano y partes del decorado durante su presentación en 1981; o Rage Against the Machine, en 1996, cuyos integrantes fueron echados del estudio antes de que pudieran tocar, porque habían colgado de sus amplificadores unas banderas norteamericanas boca abajo como símbolo de protesta a la inclusión como anfitrión de esa emisión, al multimillonario y candidato a presidente Steve Forbes.

La historia de SNL está repleta de estas situaciones y también de escenas hilarantes, gracias al talento de comediantes que se consagraron en su escenario, como Adam Sandler, Amy Poehler, Mike Myers, Will Ferrell, Kristen Wiig, Maya Rudolph, Fred Armisen, Chris Farley, David Spade, Chris Rock, Andy Samberg y Bill Hader, entre muchísimos otros.

La era del streaming, tal vez de manera una paradójica, le dio una nueva oportunidad a Saturday Night Live. Por un lado, YouTube permite revivir los sketches, monólogos, cortometrajes e interpretaciones musicales de su historia. Incluso hay compilados que permiten ver los mejor de un personaje favorito, como el adorable y bizarro Stefon, creado por Hader, quien tenía que actuar intentando no reírse por las sorpresas del guion que le escribían en las tarjetas (o cue cards), sin que él lo supiera previamente; o todas las apariciones de la parodia a la telenovela The Californians.

Pero también, la costumbre actual de ver series y películas en cualquier momento le otorga una renovada magia a la televisión en vivo. De alguna manera, hoy también resulta atractiva la idea de que al comenzar el show, cualquier cosa puede pasar. Y seguirá haciéndolo, cada sábado cuando suene el grito de guerra que cambió la comedia para siempre: “En vivo, desde Nueva York, ¡es Saturday Night!”.