Con sazón resaltan discurso feminista

Sughey Baños, enviada

TLAXCALA, Tlax., abril 16 (EL UNIVERSAL).- Los fogones se vuelven a encender. La salsa de pétalos de rosa y el dulce olor de las torrejas evocan a los platillos que Tita (Lumi Cavazos) cocinaba mientras lloraba sus penas por no poder estar con Pedro (Marco Leonardi) en "Como agua para chocolate" (1992).

Ahora, 32 años después del filme de Alfonso Arau, se adapta para "streaming" la novela de la escritora Laura Esquivel, con la participación de la actriz Irene Azuela y con un ingrediente adicional que se pondrá en la mesa: el discurso feminista, señala Anouk Aaron, líder de Producción de Contenidos de Entretenimiento General para Warner Bros. Discovery en Latam & US.

"Es hablarle a otro tipo de jóvenes. Si bien hoy no podemos concebir una madre que te diga que ´no te puedes casar´, para nosotros es fundamental una historia tan propia traerla a la actualidad, ponerla otra vez sobre la mesa y se vuelva agendar conversación a través de lo que se está contando", explica a EL UNIVERSAL durante una visita a las locaciones donde se grabó la serie de seis episodios.

Para Jorge Tijerina, jefe de Desarrollo de Contenido de Ficción Warner Bros. Discovery México y Colombia, contar esta historia que se verá por la plataforma Max, siempre será pertinente, sin importar el año porque, dice, es un texto que la mayoría conoce o ha visto la película, y es bueno reinterpretarlo para acercarlo al público joven.

"Este libro habla de un momento específico de la historia mexicana, situado en la Revolución, la problemática que hubo en ese entonces no sólo tenía que ver con temas políticos, también con temas muy emocionales, que el libro explora muy bien y que tratamos de reproducir en la serie".

"Respetamos mucho la relación antagónica que tiene con Mamá Elena, una mamá que durante la mayor parte del libro funciona como un obstáculo para la relación entre Tita y Pedro, también para la realización personal de la protagonista, ya que la quiere mantener a su lado y por eso le dice: ´tú por ser la pequeña, te vas a quedar a cuidarme´, ese es el tipo de presión que aún se sigue dando en nuestro país, eso le da mucha relevancia a esta historia en el siglo XXI".

De sabores y amores

Hay una frase que dice, recuerda Tijerina: "Para llegar al corazón de un hombre hay que pasar primero por su estómago", y eso lo entendió muy bien Laura Esquivel al escribir "Como agua para chocolate", donde puso la cocina como el instrumento perfecto para hablar de una historia de amor.

"Representa las tradiciones culinarias, y también emocionalmente es una joya; Tita, el personaje principal, le imprime sus sentimientos a la comida y la gente que la prueba se transforma. La comida en ese sentido no es algo decorativo, que distingue a nuestra cultura como tal, también juega un papel importante en la historia y es indispensable para el encanto que creemos va a tener este proyecto".

En esta historia se habla de Tita, una joven mujer que vive la opresión de su familia y sus tradiciones, representadas por la autoritaria Mamá Elena, pero que busca su liberación, la cual llega a través del amor que siente por Pedro y por la cocina.

También se ve su relación con sus dos hermanas: positiva con Gertrudis y tirante con Rosaura, con quien termina casándose Pedro. Para Jorge Tijerina, esto es un elemento importante en la historia, ya que el amor imposible entre los protagonistas pone un fuerte conflicto a la trama.

Mirada de mujer

El ejecutivo explica que de principio respetaron el material original, es decir, el libro de Laura Esquivel, porque tiene muchos fans en México y el mundo entero, entonces se dieron a la tarea de descubrir los elementos que hicieron a esta novela exitosa y no minimizarlos, además reconocieron su premisa principal, que es una historia de amor vista desde los ojos de una mujer.

La autora, añade, dio el visto bueno a la producción, a la que le tomó tres años de trabajo previo, para crear horas de contenido, que veremos en 2025 y con opción a contar con una segunda entrega.

La serie cuenta con la producción ejecutiva de Salma Hayek Pinault, quien ha producido contenidos mexicanos como "Monarca" y "El sabor de la Navidad"; José Tamez y Siobhan Flynn de Ventanarosa Productions.

Aaron explica que en México encontraron el escenario ideal para esta novela, una hacienda en Tlaxcala, donde se rodó "Como agua para chocolate" en sus últimas semanas, y que guarda mucha historia, pero además tiene el talento que se necesitaba para llevarla a la pantalla, como Irene Azuela, Azul Guaita, Ari Brickman, Ana Valeria Becerril, Andrea Chaparro, Andrés Baida, Ángeles Cruz y Louis David Horné, y la dirección de Julián de Tavira y Ana Lorena Pérez Ríos.

"Las locaciones te abren la posibilidad de encontrar lugares mágicos, eso nos encanta porque nos potencia, hace que nuestras historias se sientan más verídicas, con más fuerza y que gusten".

La magia comenzó desde el guión, que nada tiene que ver con la película de 1992 que obtuvo 10 premios Ariel, el Goya en España y otros más en festivales internacionales como el de Chicago, sino con el libro, el cual fue adaptado por los guionistas Curro Arroyo y Jimena Gallardo.

"Tuvieron la difícil tarea de estructurar una historia que se había hecho muy bien en cine, en 90 minutos, un formato mucho más reducido que tiene otras bondades: al llevarlo a las seis horas, una hora por episodio, el reto era saber lo que debíamos extender del material original, y ellos los supieron hacer. Es un gran trabajo traer un libro tan querido y significativo para nuestra historia", comenta Jorge Tijerina.