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Semana de Cannes: “El cine debe reiventarse”, dice Thierry Frémaux, de nuevo en Buenos Aires

Thierry Frémaux, el director artístico del festival de Cannes y un visitante asiduo de nuestro país
Thierry Frémaux, el director artístico del festival de Cannes y un visitante asiduo de nuestro país - Créditos: @PATRICIO PIDAL/AFV

Aunque mira de reojo de tanto el tanto la pantalla de TV para ver cómo sigue el partido de Qatar 2022 que en ese momento se está jugando, Thierry Frémaux nunca deja de hablar de cine, como ocurre cada uno de los días en la vida del director artístico del Festival de Cannes. Es el objetivo que lo trae todos los años para esta época a Buenos Aires, donde se siente como en su casa, para acompañar una vez más en persona la presentación de la Semana de Cannes con seis premiados títulos que formaron parte este año de la competencia oficial de la muestra más importante del año en el calendario cinematográfico.

Frémaux nunca falta a esta cita: siempre regresa a comienzos de diciembre con esta muestra, ya convertida en un clásico, que él mismo seleccionó y presentará en el cine Gaumont a partir de este lunes 28 (ver recuadro). “Y esta vez traje conmigo al presidente del jurado”, dice sobre el destacado actor francés Vincent Lindon, responsable de esa función en Cannes 2022, edición con la que el festival festejó sus 75 años. Lindon acompaña este año a Frémaux por segunda vez (la primera fue en 2016) y ofrecerá una clase magistral mañana, a las 18.

La visita del hombre fuerte de Cannes también coincide cada año con Ventana Sur, el más importante encuentro de su tipo en América Latina, un espacio para mostrar nuevos formatos, impulsar la compraventa de producciones e intercambiar ideas sobre el futuro audiovisual, que desde hace una década en Buenos Aires con el aporte del Mercado del Cine del festival francés.

“El cine debe reinventarse”, dice Frémaux sin vueltas durante el encuentro con LA NACION en un salón del hotel de Puerto Madero en el que se aloja. “Estamos viviendo un momento parecido al de un cambio de civilizaciones. Cincuenta años atrás, la única manera de ver una ficción en forma de película era en el cine, frente a una gran pantalla. Esa posibilidad dejó de ser excluyente desde que nació la TV. Por eso el cine tiene la costumbre de pelearse con varios enemigos: la televisión, el video, Internet y ahora las plataformas”, agrega.

Entonces, ¿acaso el streaming se convirtió en el enemigo número uno del cine?”, pregunta LA NACION. “Las plataformas no son enemigas –se corrige inmediatamente Fremaux-. Tengamos en cuenta de que tienen la plata para ayudar a algunos directores de cine de arte y de ensayo a los que no les interesa hacer blockbusters, sino obras mucho más personales. Tenga en cuenta que Hollywood no produce más ese tipo de películas y hay que pensar en el público mainstream, el más amplio. Y si solamente hay películas de Marvel estamos en problemas”.

Para Frémaux hay que confiar en películas como Top Gun: Maverick o Elvis, grandes espectáculos surgidos de los estudios de Hollywood que Cannes incluyó este año en un lugar destacado de su programación (fuera de competencia, eso sí). “Como pasaba en otro tiempo con Lawrence de Arabia, de David Lean, cuando aparecen un Top Gun o un Elvis la gente vuelve a los cines, porque son películas que tienen que ser vistas en la pantalla más grande posible”, afirma.

Sobre los efectos que todavía causa la pandemia en su actividad, Frémaux repite algo que comparte sin excepción toda la industria. Dice que impactó mucho más en el mundo del cine que en otros ámbitos de la cultura o de la recreación y el entretenimiento, como los deportes: “No vamos a recuperarnos en tres o seis meses de una crisis que nos golpeó durante dos o tres años. Primero, las salas tuvieron que cerrar, y después, durante ese tiempo, la gente descubrió las plataformas y se puso a ver películas todo el tiempo en su casa. Algunos creen que el cine puede morir. Yo no pienso así para nada. Le aseguro que en el futuro llegará un momento en el que la gente se va a cansar de todos estos años viendo cine en su casa y de nuevo va a tener ganas de volver a las salas y a la pantalla grande”.

El hombre fuerte de Cannes recurre a su propio país como ejemplo de una salida posible. “En Francia el cine es un tema muy importante, y también una gran tradición –asegura-. En mi ciudad, Lyon, ya hemos salvado tres salas de cine que hoy andan muy bien. Y cuando organizamos allí el último Festival Lumiére hemos tenido 150.000 personas dentro de una semana. Usted sabe bien que Cannes convoca mucha gente, pero aquí en la Argentina también porque hay un montón de festivales muy grandes. Y cuando la propuesta es buena, la gente va. Quiere volver al cine. El deseo existe, no hay dudas”.

"Si usted quiere ver a Tom Cruise hay que ir al cine. Él no hace publicidades, tampoco televisión. Solo cine. Es la gran estrella de hoy en el sentido tradicional de la historia. El cine no va a morir. Yo no soy pesimista. Pero para evitarlo tenemos que movernos mucho y estar muy atentos a los cambios en la industria”, explica el programador

Cuando LA NACION le comenta que el laureado director italiano Paolo Sorrentino, el de La grande bellezza y Fue la mano de Dios, dijo hace pocos días en el Festival de Marrakech que tiene el deber en este momento de hacer películas para el cine porque “hay que salvarlo”, Frémaux responde: “En algunos países de Europa la crisis es muy fuerte. Se han cerrado muchos cines. Pero fíjese en algunos nombres. Steven Spielberg se niega a trabajar con plataformas y solo hace películas para el cine. Christopher Nolan también. Si usted quiere ver a Tom Cruise hay que ir al cine. Él no hace publicidades, tampoco televisión. Solo cine. Es la gran estrella de hoy en el sentido tradicional de la historia. El cine no va a morir. Yo no soy pesimista. Pero para evitarlo tenemos que movernos mucho y estar muy atentos a los cambios en la industria”.

También admite que no le resultó nada fácil abrir Cannes este año dos meses después de haber estallado la guerra en Ucrania. En pleno festival, Frémaux sacudió a sus colegas y a los medios cuando señaló en un momento que a dos horas de distancia en avión de ese encuentro lleno de figuras y brillos había un escenario bélico. “Esta guerra, todos lo sabemos, es un escándalo, porque nació de la agresión de Rusia. Dentro del festival tenemos siempre opiniones fuertes y a veces disentimos en la mirada sobre la realidad. Pero en este caso coincidimos todos, Cannes debía ser en 2022 el festival de la libertad, de la independencia y de los artistas. Por eso comunicamos de inmediato que estábamos en contra de la guerra y siempre del lado del pueblo ucraniano. Eso sí. Las películas de Ucrania que programamos llegaron al festival por sus propios méritos artísticos. No fueron elegidas para caerle simpático a su pueblo”.

La apertura de Cannes 2022 tuvo la llamativa presencia del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, que apareció en una pantalla de video para compartir un mensaje. Lo explica Frémaux: “Zelensky es actor y como tal forma parte de nuestra familia. Y lo que dijo fue muy importante. Hablo del cine, de la necesidad de recordar a Chaplin y cómo hizo para aludir a la guerra en sus películas. Fue toda una sorpresa, no sabíamos lo que iba a decir. Esa presencia marca la voluntad del festival de estar siempre dentro del mundo y no de un modo ajeno a él. Cannes, siempre lo digo, no es un festival francés. Es un festival hecho en Francia para todo el mundo”.

El momento en el que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, habló por videoconferencia en directo durante la apertura del Festival de Cannes de este año, el 17 de mayo pasado
El momento en el que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, habló por videoconferencia en directo durante la apertura del Festival de Cannes de este año, el 17 de mayo pasado - Créditos: @Andreas Rentz

Para Frémaux, el mensaje de Zelensky puede verse como un episodio de gran significado para el futuro del cine: “Los poetas y los profesionales de esta actividad pensamos lo mismo: el cine es una manera de convivir y a la vez de descubrir y reconocer cómo piensan los demás. Eso viene directamente de los hermanos Lumiére. Preguntarse quién es esa persona que no conocemos y que llega con una cámara para contar historias sobre maneras de vivir diferentes a las mías”.

Fremaux promete que antes de regresar a Francia pasará por una de las salas en las que todavía se exhibe Argentina, 1985, para verla en un cine. “Me entristeció en su momento no tenerla en Cannes. No estaba lista. Y me pone muy contento el éxito de la película, entre otras cosas porque Santiago Mitre es un buen amigo mío”, comenta.

Antes de la despedida, Frémaux le agradece al cronista por la charla. “Creo que esta conversación –concluye- puede invitar a los lectores de su diario a hacerse una pregunta importante: cómo podría ser nuestra vida sin el cine”.

La programación de la Semana de Cannes 2022

A partir de este lunes y hasta el viernes 4 se exhibirán en la sala principal del Cine Gaumont, Rivadavia 1635, seis de las películas que formaron parte de la competencia oficial de Cannes 2022, todas ellas premiadas en la 75ª. Edición de la muestra por el jurado presidido por el actor francés Vincent Lindon, quien ofrecerá también una clase magistral este martes. Las entradas para las funciones tienen un valor de 200 pesos.

El ciclo seleccionado y presentado por Thierry Frémaux comenzará este lunes, a las 19.30, con Eo, de Jerzy Skolimowski, ganadora del Premio del Jurado, una actualización del clásico de Robert Bresson Al azar Balthazar, en el que el mundo contemporáneo es observado desde los ojos de un burro.

El martes 29, a las 20 (con repetición el domingo 4, a la misma hora), se exhibirá con la presentación de Lindon la película ganadora de la Palma de Oro, El triángulo de la tristeza, del sueco Ruben Östlund, con una mirada descarnada y satírica hacia el mundo de los multimillonarios y su vida lujosa, y un elenco internacional encabezado por Woody Harrelson.

El miércoles 30 y el jueves 31, a las 20, será el turno de dos de las películas que pesan fuerte en los pronósticos de este año para el Oscar internacional, del que participa Argentina, 1985 como representante oficial de nuestro país. Primero se verá la belga Close, de Lukas Dhont (premio Grand Prix), relato sobre la inesperada crisis a la que se enfrentan dos amigos de toda la vida. Y al día siguiente llegará la surcoreana Decision to Leave, de Park Chan-wook (premio a la mejor dirección), sobre un experimentado detective que investiga una muerte y comienza a sospechar de la mujer del fallecido mientras se siente atraído por ella.

Los dos restantes títulos de la Semana son Boy from Heaven (premio al mejor guion), coproducción entre Francia y los países escandinavos dirigida por Tarik Saleh sobre el conflicto que enfrenta el hijo de un humilde pescador cuando logra entrar en una prestigiosa universidad de El Cairo y en ese momento se desata allí una cruenta lucha religioso-política por el poder, y Tori & Lokita, de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne (premio 75° aniversario), la crónica de la amistad entre dos jóvenes inmigrantes africanos que tratan de establecerse en Bélgica. Se podrán ver, respectivamente, el viernes 2 y el sábado 3, siempre a las 20.