La serie de época de Florence Pugh y Sofia Coppola se canceló porque la protagonista era 'antipática'

Apple TV tomó buena nota hace tiempo del éxito de 'Bridgerton', una de las series estrellas de su competidor Netflix, y el año pasado contraatacó estrenando su propia drama de época aderezado con buenas dosis de erotismo: una adaptación de la novela 'The Buccaneers' de Edith Wharton.

En vista de que este tipo de producciones son una apuesta casi segura, el gigante de streaming también estaba trabajando en hacer lo mismo con otro de los libros de la misma autora, 'The Custom of the Country', con Florence Pugh como protagonista y Sofia Coppola como directora. La historia está ambientada en la edad dorada de Nueva York, como se conoce al período comprendido entre la década de 1870 y la de 1890, y sigue las aventuras y desventuras de Undine Spragg, una mujer del Medio Oeste que intenta desesperadamente infiltrarse en la alta sociedad.

Sin embargo, hay malas noticias para los amantes de este género. La serie se canceló y Sofia Coppola ha explicado ahora por qué Apple retiró la financiación del proyecto durante una entrevista a la revista The New Yorker. Según su versión de los hechos, los ejecutivos de la compañía eran en su mayoría hombres y consideraron que el personaje principal era demasiado controvertido para seguir adelante con el proyecto.

"No entendieron el personaje de Undine. Porque les parecía demasiado 'antipática'. Pero Tony Soprano también lo es".

Para la directora supuso toda una decepción porque, en primer lugar, Tony Soprano también era un antihéroe difícil de querer, y aun así la serie de 'Los Sopranos' fue todo un éxito. Y por otra parte, ella pensaba que Apple tenía "recursos infinitos" para la serie, que se limitaría a cinco episodios. Según ella, el presupuesto era cinco vez más que el de su película 'María Antonieta', que costó 40 millones de dólares.

La serie, ahora descartada, se anunció por primera vez en 2020, y en aquel momento Coppola elogió a Undine como una "antiheroína", a la que estaba deseando llevar a la pequeña pantalla. La noticia de su cancelación cayó como un jarro de agua fría para Coppola, que ha insinuado que esto nunca habría sucedido si las personas a cargo de financiar las producciones televisivas y de cine no fueron en su gran mayoría hombres.