La serie sobre una cocina de mala muerte en Chicago es la sorpresa del año
Hay series que simplemente se ven. Y luego hay series que se experimentan, que se meten en la piel y se viven en primera persona, dejándonos con el corazón acelerado cuando termina cada capítulo. De la primera clase abundan, de la segunda es más difícil encontrárselas, pero de vez en cuando llega una que nos golpea fuerte y nos recuerda el poder que puede tener una serie a la hora de alterar nuestro estado anímico. Para bien o para mal.
The Bear entraría en esa segunda categoría. Una de las series revelaciones del año, de esas que hay que ver si uno quiere estar dentro de la conversación seriéfila. Un retrato de la ansiedad y el trabajo ambientado en una cocina de mala muerte de Chicago, que nos deja la que es una de las ficciones más aclamadas de la temporada y un éxito del boca-oreja que demuestra que no hacen falta millonarias campañas promocionales o grandes nombres para conquistar al público.
Estrenada el pasado mes de junio, The Bear no llegó hasta octubre a España, estrenándose con su primera temporada, de 8 episodios de media hora, en Disney+. La serie es una producción original de la cadena FX, propiedad de Disney y responsable de algunos de los títulos televisivos más aplaudidos y prestigiosos de los últimos años, como Atlanta, Better Things o Reservation Dogs. The Bear se suma a la lista de dramedias con pedigrí de esta cadena, con una propuesta creada por Christopher Storer, productor y director de otra destacada serie de autor, Ramy, y la preciosa película Eighth Grade, de Bo Burnham, entre otras cosas.
Junto a Storer nos encontramos a un equipo cuya experiencia televisiva, por sí sola, debería funcionar como señal de que lo que nos vamos a encontrar en The Bear es calidad y personalidad, con los productores de series como Atlanta, Estación Once, Undone o BoJack Horseman detrás del proyecto. Encabezando el reparto tenemos a Jeremy Allen White, que después de 11 temporadas en Shameless, ha tenido la suerte de dar con un papel de esos que marcan un punto de inflexión en la carrera de un actor. También en el elenco figuran Ebon Moss-Bachrach (Girls), que interpreta al que es posiblemente el personaje más irritante del año, y la revelación Ayo Edebiri (Dickinson).
Pero, ¿de qué va The Bear y por qué ha encandilado a la audiencia? La serie cuenta la historia de Carmen Berzatto (White), conocido cariñosamente como Carmy, un chef de alta cocina que, tras hacerse un nombre y llegar a las altas esferas del mundo culinario, se ve obligado a volver a su Chicago natal para hacerse cargo de la tienda de bocadillos de su familia, el Original Beef of Chicagoland, después del suicidio de su hermano (interpretado por el siempre sobresaliente Jon Bernthal). Con una ética de trabajo férrea y un talento inigualable, Carmy tendrá que encontrar la manera de sacar adelante el negocio como propietario, afrontando la difícil coordinación de su equipo de trabajadores (o mejor dicho, chefs), a la vez que lidia con sus problemas personales y psicológicos derivados de la trágica muerte de su hermano, la difícil relación que mantiene con su hermana y el descuadre mental que ha provocado su reciente cambio profesional.
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The Bear se ha convertido en una de las series favoritas de la crítica y no cabe ninguna duda de que estará en muchas listas de lo mejor del año. Con un redondo 100% de valoraciones positivas en la web agregadora de críticas Rotten Tomatoes, ha sido calificada como una perfecta combinación de ingredientes con la que sus responsables han conseguido dar con una receta infalible para enganchar al espectador. Desde su vertiginoso primer episodio, The Bear atrapa con su ritmo endiablado y desconcertante. Es una serie que no siempre obedece a una estructura narrativa fija, sino que fluye a su antojo y salta como el aceite al freír, pero que de alguna manera se las arregla para mantener siempre nuestra atención, haciendo imposible apartar la mirada.
Con interpretaciones muy naturales y diálogos que parecen completamente improvisados y reales, la serie se acerca por momentos al estilo documental, aunque siempre nos recuerda que estamos ante una historia de ficción, ya sea por sus arrebatos surrealistas, sus aspiraciones cinematográficas o sus tramas dramáticas. Más allá de una puesta en escena precisa y con estilo y un montaje de vértigo, uno de sus mayores aciertos es cómo aborda el tema de la salud mental con honestidad y respeto, reflejando a través de Carmy el estrés y la ansiedad de trabajar en la cocina de un restaurante, sumado al dolor de la pérdida, el trauma y el proceso de duelo que esto conlleva. La serie ha recibido además el beneplácito de la comunidad culinaria, con un aplauso generalizado a su manera de transmitir lo que realmente ocurre entre los fogones de un local de comida y en las intensas dinámicas de trabajo que se desarrollan entre cocineros.
Hay que resaltar el excelente trabajo de White. Carmy se puede ver como una extensión de su Lip Gallagher de Shameless (que también transcurre en Chicago y comparte bastantes motivos estéticos), una especie de versión multiversal en la que su carrera lo llevó hacia la cocina. Pero en realidad, si The Bear funciona tan bien es por el trabajo en equipo del reparto al completo, donde los diálogos rebotan entre unos y otros con una naturalidad apabullante. Y aunque ya la he mencionado, merece la pena insistir en que Edebiri es, después de White, la que lleva las riendas de la serie, con un personaje que aporta ternura, pero también firmeza y ambición, haciendo de su viaje personal y profesional un punto de foco importante en la serie.
The Bear es la historia de una familia disfuncional que nos invita a descubrir lo que ocurre desde el momento en el que los trabajadores de un restaurante entran al local a primera hora hasta que nos sirven la comida, un viaje diario agotador y lleno de tensión y frustración, que da lugar a una serie inmersiva y fascinante en todas sus facetas -ojo al episodio 7, un tour de force magistral rodado en plano secuencia que merece todos los premios. La suya es una premisa muy específica, pero también universal en la forma en la que plasma los efectos de trabajar en un ambiente de alta exigencia y sus dinámicas personales, con sus choques constantes, pero también lazos y compañerismo. The Bear aturde los sentidos y no siempre es inteligible (es fácil perderse con su jerga o sus diálogos trepidantes y a gritos), pero recompensa con una historia llena de momentos memorables, excéntrica y caótica, pero también emocionante y siempre entretenida.
En un año en el que las grandes sagas y las superproducciones han dominado el panorama de las series, The Bear se ha hecho un hueco en el mundo seriéfilo imponiéndose como una opción de gourmet para el espectador. Tras su fantástica acogida, la serie ha sido renovada para una segunda temporada y ya está en muchas quinielas para las nominaciones a los Emmy del próximo año. Aunque puede costar un poco hacerse con ella, merece la pena adentrarse en la cocina con Carmy y sus trabajadores, para experimentar ese subidón que se siente al descubrir y saborear una gran serie.