Series: en Obi-Wan Kenobi, como su sabio jedi protagonista, el universo Star Wars se encuentra ante una encrucijada

Ewan McGregor en Obi Wan Kenobi, estreno de hoy en la plataforma Disney+
Ewan McGregor en Obi Wan Kenobi, estreno de hoy en la plataforma Disney+

Obi-Wan Kenobi (Estados Unidos/2022). Creadores: Joby Harols, Hossein Amini y Stuart Beattie. Basada en: Star Wars, de George Lucas. Elenco: Ewan McGregor, Hayden Christensen, Rupert Friend, Joel Edgerton, Moses Ingram, Maya Erskine, Kumail Nanjiani. Disponible en: Disney+. Nuestra opinión: buena.

El universo de Star Wars (o de La guerra de las galaxias, según la edad del lector) es una especie de rompecabezas con infinitas piezas, que periódicamente aparecen y completan diferentes segmentos de la imagen total. A veces son las esquinas, necesarias pero intrascendentes (léase The Mandalorian, El libro de Boba Fett o las múltiples series animadas) y otras fundamentales como las nueve películas que componen la columna troncal, la excelente Rogue One y ahora la serie Obi-Wan Kenobi que acaba de estrenar Disney+.

La trama se ubica diez años después de los acontecimientos de Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith, y nueve antes de Star Wars Episodio IV: una nueva esperanza, la película que dio origen a todo. Una “zona gris” para la que durante años los fanáticos pidieron explicaciones. Y aunque hubo novelas, cómics y hasta videojuegos que dieron pistas sobre lo que había sucedido en ese lapso, no existe hasta ahora una obra definitiva sobre esa etapa, que pueda unir todos los cabos sueltos entre una trilogía y otra.

Un comienzo de marcado carácter introductorio da cuenta de la situación. El reinado de terror del Imperio se expande por toda la galaxia, y tiene como tarea principal encontrar a los poco jedis que sobrevivieron a la purga una década antes, y darles dos opciones: o se pasan al lado oscuro o mueren. Esta tarea está a cargo de los inquisidores que, como se ha visto en los proyectos paralelos, son el brazo ejecutor de la voluntad de Darth Vader (Hayden Christensen).

Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) se encuentra exiliado en Tatooine trabajando como obrero, viviendo una vida de ermitaño en el Mar de Dunas o cuidando al pequeño Luke a la distancia, ya que su tío Owen Lars (nuevamente a cargo de Joel Edgerton) no deja que se le acerque.

Obi-Wan Kenobi comienza la historia exiliado en Tatooine
Prensa Disney+


Obi-Wan Kenobi comienza la historia exiliado en Tatooine (Prensa Disney+/)

Este primer episodio abre con un resumen de las primeras tres entregas de la cronología cinematográfica, cosa de poner al corriente a aquellos que no la vieron, nunca les interesó hasta ahora, o nacieron después de 2005 (año en el que se estrenó el Episodio III).

De los inquisidores, la más feroz e impredecible es Reva (Moses Ingram), personaje creado especialmente para la serie, que tiene una obsesión por cazar a Kenobi por motivos que serán explicados promediando los seis capítulos que dura la miniserie.

Aunque, como se dijo, no es el primero de los proyectos que intenta llenar los agujeros temporales dejados por las películas, hay en Obi-Wan Kenobi una necesidad manifiesta de convertirse en un puente entre lo clásico y lo moderno, apelando de lleno a la memoria emotiva del espectador. Ya en el primer capítulo aparecen escenarios muy conocidos por los fanáticos como la casa de los Skywalker en Tatooine, personajes secundarios como Bail Organa (Jimmy Smits), vestuario y situaciones que remiten directamente a la trilogía de los 70, y hasta la aparición de las versiones infantiles de Luke y Leia. Todo esto enmarcado por una narración oscura, densa, que conecta mejor con los proyectos más recientes dentro del universo de la historia. A pesar de su carácter iniciático, el debut sienta una base interesante para lo que vendrá, junto con una puesta en escena acorde con el espíritu de la saga y la efectiva dirección de Deborah Chow, quien ya había demostrado tener méritos de sobra para hacerse cargo de semejante compromiso luego de su excelente trabajo en The Mandalorian.

Sin embargo, lo anterior comienza a resquebrajarse durante el segundo episodio. En él, Obi-Wan cae en una trampa organizada por los inquisidores, que involucra a la pequeña Leia. Esto hace que ambos personajes deban mantener una interacción casi constante, lo que cambia por completo el tono del capítulo anterior, llevándolo a un terreno mucho más infantil. Diálogos pueriles de espíritu ligero contrastan con el trasfondo de la historia, al menos de la que se planteó en el inicio y se convirtió en motivación del personaje protagonista. El cambio de tono es lo suficientemente abrupto como para que parezca que uno está viendo otra serie. Habrá quien esté pensando: no se podía esperar otra cosa tratándose de Disney. Y la respuesta sería: ¿por qué no?

Aunque cuesta creerles, dado el éxito que seguramente será, los responsables de Obi-Wan Kenobi aseguran que luego de la emisión de estos seis capítulos -con estrenos cada viernes, hasta el 22 de junio- terminará la historia. Y entre sus muchas sorpresas y apariciones especiales incluirá un nuevo enfrentamiento de Obi-Wan y Anakin, ya convertido en Darth Vader. No es un secreto que la ausencia de este último le ha restado varios puntos de interés a la saga en general, por lo que su regreso es el punto más alto y esperado de este proyecto.

Los primeros dos episodios de Obi-Wan Kenobi son atractivos en su premisa pero a la vez confusos, por las contradicciones en su planteo. Habrá que ver qué camino deciden seguir: si el de una épica aventurera con toques sombríos, o el de un entretenimiento para chicos de rápido consumo y fácil digestión. En otras palabras: si deciden revelarse contra el status quo, o una vez más caer seducidos por el lado oscuro. El tiempo dirá.