Por fin alguien pone cordura al culebrón mediático de Shakira y Gerard Piqué

Desde que el pasado mes de junio Shakira confirmase en un comunicado el fin de su relación con Gerard Piqué, ese ha sido el tema del verano por excelencia. Es tal el revuelo que se ha formado alrededor que saltan las chispas entre los colaboradores en los platós en defensa de uno y el otro, llegando a perderse un poco la parte más objetiva de lo que está pasando. Tanta pasión desmedida se frenaba un poco este jueves cuando un presentador de Telecinco puso algo de coherencia a tantos dimes y diretes.

El futbolista español Gerard Piqué y la cantante colombiana Shakira observan a Rafael Nadal de España y Diego Schwartzman de Argentina durante su partido de cuartos de final de individuales masculinos en el US Open 2019 en el USTA Billie Jean King National Tennis Center en Nueva York el 4 de septiembre de 2019. (Foto de Don EMMERT / AFP) (Foto de DON EMMERT/AFP vía Getty Images)

Es la separación más escandalosa de los últimos tiempos en la prensa rosa, de eso no hay duda. Los que parecieran una pareja idílica, casi de cuento, han terminado un romance de 11 años convertidos en personajes de la crónica mediática. Y, por ende, en boca de todos los programas del corazón.

Sin embargo, en esta historia, con razón o sin ella, hemos visto que Piqué es quien sale perdiendo. El hecho de que la ruptura pudiese haber llegado por una posible infidelidad del futbolista con Clara Chía, una de sus empleadas de su empresa Kosmos, no le ha dejado en el mejor lugar ante la opinión pública. Si bien es un dato que no está confirmado al cien por cien, la rapidez con la que se ha dejado ver con la joven tras el anuncio de separación hacen intuir que no es una historia de ahora. Un dato lo suficientemente poderoso y morboso como para convertirlo en el villano del cuento.

Una imagen opuesta con la que ha dado Shakira todo este tiempo. Ella, sin buscarlo, parece haberse ganado el título de víctima desde el minuto uno. Y más que informar datos concretos, mucho de lo que vemos sobre este tema es un baile de dimes y diretes, con conclusiones sacadas a raíz de fuentes o imágenes captadas por medios y paparazis. Mientras los protagonistas ni se pronuncian. Sin embargo, y por primera vez en muchas semanas, ha habido un presentador que ha dado un golpe sobre la mesa y ha aportado esa cordura que se había escapado por la ventana con este tema tan polémico.

Se trata de Joaquín Prat, quien en El programa del verano, exponía su visión sobre el asunto al ver unas imágenes del que fuera jugador del Barcelona llevando a su hijo mayor, Milan, al colegio. El asedio de las cámaras por la importancia del momento y la persecución de quien se ha convertido en su sombra, el paparazzi Jordi Martín, crearon cierta tensión y también debate por la actitud, para muchos equivocada, de Piqué. El hecho de que no saliera del coche a llevar a su hijo a la puerta de la escuela y que se pusiera a grabar a Jordi desde su móvil al ver que él le grababa, volvió a convertirle en el malo de la película.

Fuente: Telecinco
Fuente: Telecinco

Una colaboradora del programa daba pie a las imágenes pidiendo al público que prestara atención, diciendo: "cuando le han preguntado los compañeros de la prensa, Piqué se ha puesto muy tenso". El vídeo era muy breve y, la verdad, a Piqué prácticamente ni se le ve. Mucho menos se puede intuir cómo se encontraba, si tenso, nervioso, feliz o lo que sea.

Fue entonces que Joaquín, con semblante muy serio, soltó un par de frases que hicieron reflexionar a sus compañeros de mesa. Unas palabras que, sin representar una defensa absoluta de ninguno, sí aportaron comprensión, coherencia y normalidad a un asunto que se ha ido de las manos. "Pero si no ha dicho nada, ¿eso es que se pone tenso?". Y añadió que está en todo su derecho de sentirse molesto al ver como los fotógrafos no tienen en cuenta la presencia de los niños a la hora de disparar al objetivo. "Normal, vas a llevar a tus hijos al colegio... entiendo que las preguntas se las hacen cuando deja a los niños, ¿no? Es un detalle".

Lo que el presentador quiso dar a entender sin extenderse demasiado pero sí gesticulando como suele hacer cuando no comprende ciertas cosas, es el aparente acoso y derribo por todo lo que hace Piqué. Podrá gustar más o menos que tenga una nueva novia, quizás es cierto que la exposición con la joven tan abiertamente la podría haber evitado, de momento, pero eso no le hace el malo de la película en cada paso que da. Las informaciones sobre la pareja se han disparado y cada cosa que hacen es un titular, pero de ahí a que se deje caer que está "tenso" cuando ni siquiera se le ve cara alimenta el frenesí mediático sin nada realmente concreto.

Con esta intervención de Joaquín nace una reflexión muy interesante sobre dónde está el límite de la información y la opinión. A veces en estos debates tan agitados los rumores se convierten en verdades y los protagonistas de la historia en héroes y villanos, perdiéndose así la esencia de la noticia.

El asunto está llegando tan lejos que un reciente hecho ha demostrado hasta qué punto se exagera y manipula la información. Esta semana fallecía el suegro del jugador Justin Kluivert, un gran amigo de Shakira y Piqué. Tras la noticia, la cantante acudió al tanatorio para dar el pésame a los familiares, a quienes les une un gran cariño. El hecho de que Gerard no apareciera por allí ante las cámaras dio pie a críticas sobre su persona y su supuesta frialdad por no estar con su amigo en momentos tan delicados. Paloma García-Pelayo fue una de las que arremetió contra el futbolista por este hecho en El programa del verano: “Lo sorprendente es que no vaya Piqué. La relación de las parejas ha sido muy estrecha y es normal que Shakira vaya por respeto y cariño a su amiga”. Uno escucha esto y piensa, 'qué mal por parte de Piqué'. Sin embargo, en este mismo debate quedó constatado que la situación habría sido diferente. Lo dijo Joaquin Prat poco después al compartir que "un caballero a través Instagram" habría dicho "que Gerard Piqué sí fue a dar el pésame en ese funeral, así que no coindició con su expareja y madre de sus hijos". Pero eso se dice con letra pequeña. ¿Era más o menos bueno por no estar en el tanatorio con compañero? He ahí la cuestión.

Una vez más, Joaquín volvió a aportar ese equilibro que en esta historia está brillando por su ausencia cuando volvió a criticársele por este gesto y por sus apariciones públicas con sus hijos, siempre menos agradables y cordiales que las de Shakira, todo hay que decirlo. "Una cosa es las imágenes y otra la vida real, esto no siempre describe las circunstancias reales”, expresó dejando claro que ni todo es lo que parece y sabemos tanto como lo que creemos sobre el asunto. La realidad solo la saben ellos, lo demás son suposiciones, elucubraciones y opiniones.

El hecho de que Shakira, por su parte, haya sido más agradable con la prensa, sonría y se muestre con sus hijos sin la seriedad ni las estampidas y reacciones que, en cambio, muestra su ex, la han situado en el lado bonito de la historia. Su actitud ante los medios siempre ha sido muy cordial, en las buenas y en las malas, nada que ver con el historial del padre de sus hijos, cuya tensión con la prensa viene de lejos. Dos maneras muy distintas de abordar esta situación, pero que, siendo objetivos, no debería servirnos de justificación para machacar a uno y tirar flores al otro a la hora de hablar de la separación.

La persecución de la que la expareja está siendo víctima en los últimos días ha hecho que uno de ellos, concretamente Piqué, haya tomado cartas en el asunto y lanzado un comunicado donde anuncia que tomará acciones legales ante tal acoso. "... en las últimas semanas se han producido intromisiones que traspasan los límites de la legalidad, por lo que nuestro cliente se ha visto en la obligación de solicitar medidas cautelares de alejamiento y emprender acciones legales contra quienes alteran su vida familiar y vulneran los derechos de sus hijos, dado que el único objetivo de Gerard Piqué es garantizar su bienestar y restablecer sus derechos de intimidad, seguridad y tranquilidad", lee una parte del mensaje, en todo momento redactado en tercera persona.

Esto no ha hecho nada más que empezar. En ciernes está la batalla ante los juzgados de la custodia de sus hijos, uno de los temas más delicados de su separación. El hecho de que Piqué ya no esconda su nuevo amor, también convierte este asunto en todo un banquete para los paparazzi, atentos a cada paso que da con la chica de 23 años. La cosa va para largo y los medios del corazón ya tienen tema para unos cuantos meses. Hasta ahí todo bien, pero quizás deberíamos plantearnos qué y cómo decir las cosas antes de emitir y juicios de valor tan gratuitamente. Si se conseguirá, eso ya es otra cosa.

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