Shogun: una nueva versión del éxito aventurero de Richard Chamberlain quiere ser fiel a la historia japonesa
En la historia japonesa, el término shogun se remonta a más de 1500 años, referenciando a quien comanda un ejército. Más adelante la denominación mutó hacia aquel que gobernaba el país en nombre del emperador. Sin embargo, el término adquirió fama occidental recién a mediados de la década del 70, cuando una novela escrita por un inglés buceó en los detalles sociopolíticos de la época. De ella surgió una miniserie de televisión que fue suceso a nivel mundial, y de la miniserie, una remake que acaba de estrenar Star+ en simultáneo con Disney+. Con su rigor histórico, su grandilocuencia y sus contradicciones, Shogun regresa para profundizar en los misterios de una cultura milenaria.
El escritor y guionista James Clavell -autor también de los guiones de El gran escape (1953) y La mosca (1958), entre otros- fue quien en 1975 publicó la novela Shogun, que cosechó un gran éxito gracias a su mixtura entre rigor histórico y relato aventurero. A pesar de tratarse de una ficción, el autor tenía anécdotas de sobra para pergeñar un relato de esas características.
Siendo adolescente, Clavell se había sumado a las filas del ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial, y fue enviado a Malasia para enfrentarse a las tropas de Japón. Herido en combate, fue capturado por el enemigo y terminó prisionero en la isla de Java primero, y luego en Singapur. Ya adulto, y habiendo dejado atrás los dolores de la guerra, el escritor exorcizó los recuerdos de esa época en su primera novela, El rey de las ratas (1962). La investigación para este trabajo lo llevó a adentrarse en la cultura japonesa, enamorarse de ella, e imaginar una historia donde pudiera fundir todo ese conocimiento. El resultado está ambientado en el siglo XVII y protagonizado por un marinero inglés llamado John Blackthorne, quien por una situación fortuita es apresado y obligado a internarse en el mundo de los Shogun.
Una historia, muchos protagonistas
De acuerdo a la documentación publicada en el momento de lanzarse la novela Shogun, Clavell no solo escribió a partir de su propia experiencia, existió alguien con una historia similar a la del ficticio John Blackthorne. Se llamaba William Adams, y era un capitán de barco y aventurero inglés, cuyas experiencias en el Japón de finales del siglo XVI tuvieron muchas similitudes con las de la ficción. Al mismo tiempo, Yoshi Toranga (el japonés aspirante al shogunato) tuvo su correspondencia con el conocido Tokugawa Ieyasu, fundador del shogunato Tokugawa, tercer gobierno en regir los destinos de Japón, y que también sirvió de base para la película de Akira Kurosawa Los siete samuráis (1954).
El suceso que tuvo la novela de Clavell enseguida despertó el interés de NBC, que la compró para llevarla a la pantalla. Por entonces, los dramas históricos en formato de miniserie entusiasmaban a la audiencia, siendo Raíces (1977), ejemplo emblemático de esta tendencia.
Pensada como una única historia segmentada en ocho episodios de una hora y estrenada en los Estados Unidos en 1980, Shogun tuvo como protagonistas al consagrado Richard Chamberlain como Blackthorne y al respetado Toshiro Mifune como Toranga. Mifune siempre fue una opción, pero para el personaje del capitán británico el consenso era convocar a Sean Connery. Sin embargo, el escocés la había pasado pésimo en la isla del sol naciente durante el rodaje de la película de James Bond, Solo se vive dos veces (1967) por problemas con paparazzis, así que su “no” fue rotundo.
El despliegue de escenarios naturales y un guion sin fisuras ni tiempos muertos, logró que la superproducción se convirtiera en un auténtico suceso de público. Tanto así, que años después un documental sobre la miniserie aseguraba que a partir de ella hubo en Estados Unidos un crecimiento exponencial de locales de venta de sushi y otras comidas japonesas.
Shogun no solo fue un éxito de rating, sino que también recibió el beneplácito de la crítica especializada, consagrándose en la temporada de premios con tres Globo de Oro, tres Emmys y un People ‘s Choice. Al mismo tiempo fue el trampolín para que Chamberlain se afirmara en la pequeña pantalla, y se mantuviera entre los actores más taquilleros de su generación luego de estrenar en 1983 El pájaro canta hasta morir.
Curiosamente en nuestro país, y merced al olfato de Alejandro Romay, ambas miniseries pudieron verse por Canal 9, pero en orden inverso. En el otoño de 1986, la señal vendió con bombos y platillos El pájaro canta hasta morir, y recién después de finalizada le ofreció al público local la épica samurái.
Una remake que estuvo a punto de no hacerse
Cuando se creía que los avatares del Japón del siglo XVII y el shogunato eran una recuerdo nostálgico para televidentes fanáticos de Richard Chamberlain, en 2018 se anunció que había interés en recrear por segunda vez la novela de James Clavell en una miniserie. Nada se sabía de su elenco, solo se mencionaba a Eugene Kelly (Westworld) y Ronan Bennett (Public Enemies) como posibles guionistas, aunque finalmente pasaron a productores ejecutivos.
John Landgraf, directivo de la cadena, decía entonces: “La historia de Shogun ha cautivado a las audiencias desde que James Clavell publicó su épica novela hace más de 40 años. El tema de un forastero descubriendo una nueva cultura es tan relevante ahora como lo fue entonces. Nos sentimos honrados de llevar la serie a los espectadores actuales. Estoy de acuerdo en que si solamente le das un tono exótico a la cultura japonesa a través de los ojos occidentales y la mirada masculina, probablemente no funcionará. Pero creo que existe una oportunidad emocionante de contar la colisión de dos culturas desde ambas perspectivas de una manera que no se había hecho antes”. Al mismo tiempo que se distanciaba de la primera adaptación de los años 80: “Nuestra versión está contada desde múltiples puntos de vista, no sólo desde el punto de vista singular del hombre blanco occidental, sino también a través de muchos puntos de vista japoneses. Hay mucho trabajo fascinante en marcha para tratar de equilibrar la historia y mostrarla de esta manera”. Sin embargo, y a pesar de tanto entusiasmo, la adaptación de 10 episodios que acaba de estrenar Disney+ estuvo a punto de no hacerse. Al parecer, esos diferentes puntos de vista se replicaron entre productores y guionistas y, contra todo pronóstico, el proyecto entró en un punto muerto, con riesgo de cancelarse.
La magnitud de la empresa, una fecha de inicio de rodaje que se acercaba vertiginosamente, y guiones que no terminaban de convencer a nadie, pusieron a Shogun en la cuerda floja. En 2020, luego de un año de trabajo, y otro tanto de peleas, John Landgraf volvió a referirse a la situación de la miniserie en el marco del evento anual organizado por la Television Critics Association (TCA): “Es una gran readaptación en el sentido de que teníamos muchos guiones y estábamos en preproducción, y terminamos, por varias razones, decidiendo que no creíamos en el plan de producción y no pensábamos que los guiones estaban en su mejor forma. Además, el escritor (Ronan Bennett) ya no estaba disponible para seguir trabajando en esos guiones, así que comenzamos desde cero. Ahora estamos en desarrollo y estamos muy entusiasmados con los guiones que surgirán a partir de ahí. Hemos leído múltiples guiones, múltiples reescrituras de guiones, múltiples esquemas”.
Quienes tomaron la batuta de los guiones fueron Justin Marks (El libro de la selva, Top Gun: Maverick) y su esposa Rachel Kondo: “Ellos están haciendo un trabajo realmente bueno. Es realmente desafiante filmar en Japón porque es una cultura de producción muy diferente a la estadounidense, y esta es una producción muy, muy grande. No se trata solo de conseguir buenos guiones, cosa que hacemos, sino también de elaborar un plan de producción que funcione. Es realmente un desafío”. Los Juegos Olímpicos, que se desarrollaron en Tokio en 2020, tampoco ayudaron a acelerar el rodaje.
Cuatro años después, protagonizada por Hiroyuki Sanada (John Wick 4, Westworld, Avengers: Endgame), Cosmo Jarvis (Peaky Blinders, Persuasión) y Anna Sawai, la nueva adaptación de Shogun promete reinventar la historia imaginada hace cuarenta años por James Clavell, y triunfar donde su antecesora de los 80 fracasó: “Una gran parte del desafío desde el punto de vista de la producción es que en el pasado se había hecho una versión muy occidental de Shogun, y ahora hay que hacerla realmente auténtica”.
Las primeras imágenes que resumen los diez episodios -que las plataformas irá subiendo semanalmente a partir de hoy-, muestran el rigor con el que ha sido llevado adelante el proyecto, al mismo tiempo que se desmarcan de cualquier propuesta precedente. La versión definitiva de un exitoso exponente de la literatura moderna, que llega a la pantalla para reivindicar su esencia, aun con el riesgo de dejar a su predecesora condenada al olvido.