Si te pasas la semana 'grogui' (atontado por el cansancio) deberías irte de acampada

Es un posible tratamiento para quienes tienen problemas para dormir

Ir de acampada sería, según la ciencia, la nueva solución contra el insomnio (Foto: thinkstockphotos)
Ir de acampada sería, según la ciencia, la nueva solución contra el insomnio (Foto: thinkstockphotos)

El dormir de forma adecuada es uno de los placeres más extendidos entre buena parte de la población pero, además, su importancia es vital si tenemos en cuenta que un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo. Así, un correcto descanso tiene efectos muy positivos para el organismo ya que reduce la depresión, mejora la memoria, protege el corazón o incrementa la creatividad, entre otros muchos. Pero, ¿cómo duermen los españoles?

Según los resultados obtenidos de la encuesta IMOP-Berbés,, un 58% de la población afirma dormir bien, mientras que un 42% reconoce tener problemas para conciliar el sueño (de ellos, un 16% considera que duerme mal y un 26% tiene problemas de forma ocasional). Por lo general, es mayor el número de mujeres que tienen problemas para conciliar el sueño (46%) que el de los hombres (38%).

O sea que dormir mal es el problema de salud que más aqueja a los españoles. Aparte del estrés y las preocupaciones, permanecer hasta tarde (por la noche) viendo televisión o trasteando con los smartphones o la tablet hace que cada vez nos resulte más difícil conciliar el sueño.

Usar tanto el móvil te mantiene despierto por la noche y te impide conciliar el sueño. (Foto: Getty)
Usar tanto el móvil te mantiene despierto por la noche y te impide conciliar el sueño. (Foto: Getty)

Ahora, un grupo de investigadores de Estados Unidos recomienda pasar unos días en la naturaleza para evitar los problemas de sueño.

De hecho, aseguran que la solución a estos problemas de sueño podría ser tan simple como pasar más tiempo al aire libre: un par de días de acampada en el campo es suficiente para que la gente se vaya antes a la cama, sin importar la estación del año.

“Los ritmos de sueño y circadiano tardío en la sociedad moderna se asocian con resultados negativos y problemas de salud como somnolencia matutina y accidentes, reducción de la productividad laboral y el rendimiento escolar, abuso de sustancias, trastornos del estado de ánimo, diabetes y obesidad”, explica uno de los investigadores, Kenneth Wright, del Departamento de Fisiología Integrativa en la Universidad de Colorado Boluder, en Estados Unidos.

“Nuestros hallazgos demuestran que vivir en nuestros ambientes modernos contribuye al ritmo circadiano tardío, independientemente de la temporada, y que un viaje de fin de semana puede restablecer nuestro reloj rápidamente”, plantea este experto, cuyo trabajo se detalla en un artículo que se publica en ‘Current Biology’ .

Un estudio anterior realizado por el equipo de Wright reveló que nuestra exposición moderna a la iluminación eléctrica provoca un retraso de dos horas en nuestros relojes internos, como lo demuestra un cambio en las fluctuaciones normales de la hormona melatonina. Los autores encontraron que una semana de sol de verano cambió esos relojes internos, enviando a la gente a la cama antes, sin cambiar cuánto tiempo durmieron.

Pero quedaron cuestiones abiertas, como ¿qué sucede a medida que la temporada cambia de verano a invierno? o ¿con qué rapidez podemos cambiar nuestros relojes? Para averiguarlo, en el último estudio, enviaron a otro grupo de cinco personas activas de acampada durante una semana en el frío invierno de Colorado, justo en la época del solsticio de invierno, cuando los días eran los más cortos –sin linternas ni teléfonos celulares– y observaron qué sucedía en su sueño y ritmos hormonales.

Estar expuestos a los ciclos naturales del día y la noche puede reajustar nuestro ritmo circadiano y, en consecuencia, mejorar nuestro patrón de sueño. (Foto: Getty)
Estar expuestos a los ciclos naturales del día y la noche puede reajustar nuestro ritmo circadiano y, en consecuencia, mejorar nuestro patrón de sueño. (Foto: Getty)

Los datos sugieren que nuestros estilos de vida modernos reducen la exposición a la luz durante el invierno hasta 13 veces. Con el aumento del tiempo pasado al aire libre, las personas en el estudio comenzaron a ir a la cama a una hora más razonable. Sus relojes internos, medidos por el momento en el que los niveles de melatonina comenzaron a subir en sus cuerpos, se adelantaron más de 2,5 horas. Sus patrones de sueño siguieron estos cambios en los niveles de melatonina y se fueron a dormir antes.

En el nuevo informe, Wright y sus colegas también se plantearon si un fin de semana de acampada durante el verano era suficiente para cambiar el reloj, y así fue. Esta vez, enviaron a nueve personas de acampada mientras que otras cinco se quedaron en casa. Un fin de semana de acampada evitó el patrón típico del fin de semana de quedarse despierto más tarde e impidió que los relojes circadianos de los individuos cambiaran incluso más adelante.

Los resultados muestran que las personas son sensibles a los cambios estacionales en la luz del día al igual que otros animales. Aunque nuestras comodidades modernas nos pueden dejar fuera de sincronía, nuestros relojes pueden restablecerse fácilmente con la exposición a la luz.

“Si una persona quiere ir a la cama antes, un fin de semana de acampada podría conseguirlo”, dice Wright, quien añade que para mantener ese camino, es clave la coherencia: lo mejor es mantener un horario regular. También recomienda aumentar la exposición diurna a la luz solar y reducir la exposición nocturna a la iluminación eléctrica.

Los investigadores señalan que esperan aprender cuánta luz solar se necesita para ajustar el reloj en una dirección u otra. Estos científicos también están interesados en explorar la conexión entre la exposición a la luz, los ciclos circadianos y otros aspectos de nuestra salud.

Otras recomendaciones para para dormir bien:

1. Levantarse todos los días a la misma hora, también los fines de semana.

2. Irste a la cama sólo cuando tengas sueño.

3. No hacer comidas copiosas ni pesadas en la cena.

4. No tomar muchos dulces ni café antes de dormir.

5. Cenar una hora y media o dos antes de dormir.

6. Comer alimentos que contengan triptófano, un aminoácido que estimula la producción de melatonina, la hormona del sueño.

7. Hacer ejercicio moderado durante la tarde, no justo antes de dormir.

8. Dormir sin luz. Al bajar la luz se segrega melatonina que relaja y crea la somnolencia.

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