Simbióticos: la fórmula secreta para niños saludables
CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 2 (EL UNIVERSAL).- La infancia representa un periodo importante en el desarrollo humano, durante el cual se establecen las bases para un crecimiento saludable. En este sentido, la salud digestiva se presenta como un aspecto fundamental que influye en diversas facetas del desarrollo infantil.
En los últimos años, los simbióticos han emergido como una solución relevante para fomentar un equilibrio adecuado en la microbiota intestinal. Este equilibrio resulta esencial para el bienestar general de los niños, impactando aspectos como la digestión, el sistema inmunológico y el desarrollo cognitivo.
Los simbióticos son combinaciones de probióticos y prebióticos que actúan de manera sinérgica en el organismo.
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, ofrecen beneficios para la salud. Los prebióticos, por su parte, son componentes alimentarios no digeribles que estimulan selectivamente el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas en el intestino.
En una entrevista con EL UNIVERSAL, el Dr. Rodrigo Vázquez, gastroenterólogo y nutriólogo pediatra, expresó que, "los simbióticos son esenciales para estimular la microbiota intestinal, favoreciendo así el crecimiento y la actividad de los probióticos". Esta combinación no solo mejora la salud digestiva, sino que también tiene un impacto positivo en el sistema inmunológico.
Según el Dr. Vázquez, estos productos contribuyen al correcto funcionamiento del sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades, especialmente infecciones respiratorias durante la temporada de frío.
Asimismo, los simbióticos pueden disminuir el riesgo de diarrea asociada al uso de antibióticos, un problema frecuente en la infancia. Adicionalmente, se ha observado que favorecen la digestión y el desarrollo cognitivo.
De acuerdo con el gastroenterólogo no existe una clasificación universal de simbióticos; sin embargo su efectividad depende de las cepas específicas de probióticos utilizadas junto con los prebióticos, por lo que recalcó que es fundamental seleccionar simbióticos que hayan demostrado tener un efecto beneficioso.
"Los simbióticos disponibles en el mercado han sido estudiados y se ha comprobado su efectividad", dijo.
Aunque la elección del simbiótico adecuado para un niño debe ser guiada por un profesional de la salud, el doctor recalcó que la combinación de simbióticos con otros nutrientes, como la vitamina D, potencia aún más sus efectos positivos.
La microbiota intestinal se define como un ecosistema complejo compuesto por billones de microorganismos que residen en el tracto digestivo. Este ecosistema desempeña un papel vital en la digestión de los alimentos, la producción de nutrientes y la defensa contra patógenos.
Durante la infancia, la microbiota intestinal se encuentra en constante desarrollo, lo que la hace vulnerable a factores externos como la dieta, el entorno y el uso de antibióticos. Un desequilibrio en esta microbiota puede dar lugar a problemas de salud que afectan tanto el crecimiento físico como el desarrollo cognitivo.
Los simbióticos pueden ser consumidos desde el nacimiento y no hay un límite de edad superior. Sin embargo, el Dr. Vázquez aconsejó que "es recomendable consultar a un profesional de la salud para determinar la dosis y el tipo de simbiótico más adecuado en función de las necesidades del niño".
Además agregó que la dosis de simbióticos varía según el producto y la edad del niño, por lo que es importante seguir las recomendaciones del fabricante y del profesional de la salud.
Al platicar sobre los efectos secundarios de los simbióticos, el doctor dijo que en general, los simbióticos son seguros para la población infantil que no presenta condiciones de inmunodeficiencia, ya que "las cepas de probióticos utilizadas en los simbióticos han demostrado ser seguras y no producen efectos adversos". No obstante, recalcó que siempre es recomendable consultar a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento.