'La casa oscura': la siniestra historia de una mujer llevada al extremo por el dolor, la rabia y el miedo
Las historias de fantasmas y de casas embrujadas son muy populares en el género de terror cuando de cine se trata, principalmente porque tratan temas más cercanos a nosotros que las aventuras con zombis, vampiros u hombres lobo: a partir de esto, David Bruckner -director de 'La señal' y 'El ritual'—crea en 'La casa oscura' un thriller atmosférico y muy logrado en el que Rebecca Hall se luce como una intérprete extraordinaria (algo de lo que ya había dado prueba en filmes como 'Vicky Cristina Barcelona', 'The Gift' y más recientemente, 'Christine').
En esta historia con un claro tono de gótico moderno, escrita por Ben Collins y Luke Piotrowski, Hall es Beth, una joven viuda que está en plena crisis, recluida en la hermosa y extraña casa del lago que él le construyó en el norte del estado de Nueva York. Y es que la casa no es solo un escenario; es un personaje indispensable para el desarrollo de la cinta.
Las interminables puertas y ventanas de cristal de la casa presagian los espeluznantes reflejos, las imágenes de espejo y los dobles que aparecen en la elegante y genuinamente siniestra película de terror que Bruckner construye con presteza: no hay una sola toma que sea de desperdicio y el efecto conjunto es muy impresionante.
Beth comienza a investigar el lago y los bosques brumosos que rodean la casa, y se encuentra con los secretos enterrados de su difunto esposo (y algunas otras cosas horribles) y conforme avanza, la trama se equilibra con la actuación brillantemente controlada de Hall, cuyo dolor casi palpable (tan efectiva es como Toni Collette en 'Hereditary', entonces ya saben a lo que me refiero) la ha llevado al filo de cordura.
Cuando alguien a quien se ama de repente se suicida, se apodera de uno una extraña e insoportable forma de dolor. Esto queda claro desde el principio de la cinta. Beth nos muestra cómo este asalto a la vida cotidiana la trastorna después de que su esposo Owen (Evan Jonigkeit) saca una lancha a motor en el medio del lago y se pega un balazo (con un arma que ella ni siquiera sabía que tenía) .
A partir de ahí surge un derrumbe inevitable a la vez que Beth reconstruye el misterio, partiendo del inquietante acertijo de una nota ("Tenías razón, no hay nada, nada te persigue") hasta una vida secreta que se vivió justo debajo de sus narices sin que ella se diera cuenta. ¿Quién era el hombre con el que se casó y por qué siente que, aunque muerto, no se ha ido del todo?
'La casa oscura' es una película que se desarrolla, tanto en lo que se cuenta como en cómo se cuenta. La búsqueda desesperada de Beth por algo, cualquier cosa que pueda arrojar luz sobre esta oscuridad paralizante que se ha abierto camino en su mente a raíz de la muerte de Owen, la lleva a descubrir un esposo que era una cosa para ella y algo muy diferente para otros.
Siguiendo la fórmula gótica propuesta por Daphne DuMaurier en 'Rebecca', que Hitchcock plasmó maravillosamente como clásico y base del género y llevada a grandes cimas por cineastas como Robert Zemeckis en 'What Lies Beneath' (con Michelle Pfeiffer y Harrison Ford), la trama de una mujer que se da cuenta de que su marido no es tan perfecto como había supuesto y que tiene un secreto abominable que le va a pasar factura a ella.
Al tratar de hacer su película sobre algo más sustancial que solo un 'spook', Bruckner se la juega y coloca sus piezas con precisión; no abusa de los sustos ni del gore: más bien busca darnos los golpes en un nivel más psicológico que visceral, lo que realmente lo mantiene todo a flote, incluso en sus momentos más desordenados, junto con la muy efectiva y lograda actuación de Hall, que demuestra un dominio intenso e inquebrantable del material y sin recurrir al melodrama intenso, resulta altamente efectiva para transmitir el horror causado por su pérdida.
Rebecca Hall es una actriz de primer nivel, que recientemente estuvo muy desperdiciada en un papel tan sin embargo como el que tuvo en 'Godzilla vs. Kong' y este filme escalofriante resulta un muy buen escaparate para su talento, así como para el de Bruckner en la dirección, que aprovecha al máximo los rincones y sombras de su locación y orquesta una serie de sobresaltos brutalmente eficientes, uno de los cuales expulsará incluso al fanático del terror más curtido de su asiento (pero no diremos cuál).
Hay suficientes sorpresas ingeniosas y perturbadoras enterradas dentro de 'La casa oscura' como para superar los elementos que no funcionan tan bien en su fórmula, principalmente porque todo se entrega con una convicción febril por parte de la incomparable Hall en una actuación sin límites como una mujer inteligente llevada al extremo por el dolor, la rabia y el miedo. La casa puede estar construida sobre cimientos inestables, pero la mujer que la habita y su historia son absolutamente inolvidables.