El siniestro descubrimiento en las inmediaciones del palacio de los duques de Cambridge

Los duques de Cambridge han dejado recientemente su casa de campo de Anmer Hall, en Norfolk, para volver al Palacio de Kensington, en Londres, su residencia oficial. El príncipe Guillermo, su esposa y sus hijos han pasado rodeados de naturaleza los meses del confinamiento, pero con la nueva normalidad han decidido regresar a su domicilio habitual. Sin embargo, el desembarco no ha sido del todo apacible por culpa de un siniestro hallazgo que se ha descubierto en las inmediaciones del Palacio.

Duques de Cambrdige con sus hijos
Duques de Cambrdige con sus hijos

El cadáver de una mujer fue descubierto en el lago que hay en las inmediaciones del Palacio de Kensington, en el que no solo viven los duques de Cambridge y sus hijos, sino también la princesa Eugenia y su marido, Jack Brooksbank, los duques de Gloucester, los de Kent y los príncipes Michael de Kent.

En un primer momento, las primeras pesquisas llevaron a creer que el cuerpo encontrado sin vida correspondía al de Endelion Lycett Green, de 51 años, nieta del expoeta y presentador inglés Sir John Betjeman, que llevaba desaparecida desde hacía una semana. Durante los días en que se encontraba en paradero desconocido, la Policía había hecho un llamamiento a la ciudadanía para poder localizarla, según informa el Daily Mail. Finalmente, el cadáver encontrado resultó ser el de otra mujer, cuya identidad aún no ha trascendido, y la familia de Endelion respira tranquila. “Mi hermana está viva, sana y salva”, dijo su hermano a través de un mensaje en el que agradeció todo el apoyo que habían recibido.

Palacio de Kensington
Palacio de Kensington

A pesar de ser el domicilio privado de algunos miembros de los Windsor, varias de sus estancias pueden visitarse. Los duques de Cambridge y sus tres hijos viven en el apartamento 1A, que anteriormente había sido ocupado por la princesa Margarita.

En 1689, Guillermo III compró esta mansión y encargó al aclamado arquitecto británico Christopher Wren que la ampliara y rehabilitara. Hasta la muerte de Jorge II, en 1760, el Palacio de Kensington fue la residencia favorita de los soberanos. Así, por ejemplo, la reina Victoria nació y se crió entre sus muros, aunque después eligió el Palacio de Buckingham para vivir.