Con algo de sitcom y otro tanto de reflexión, Tutorial pone en evidencia aquello que solo nos preguntamos en privado

Natalia Giardinieri y Nahuel Monasterio, dos de los actores de Tutorial
Natalia Giardinieri y Nahuel Monasterio, dos de los actores de Tutorial

Autora: Eva Halac. Dirección: Hernán Márquez y Eva Halac. Intérpretes: Fernando Migueles, Natalia Giardinieri, Mora Monteleone y Nahuel Monasterio. Vestuario: Gabriela Gerdelics. Escenografía: Micaela Sleigh. Iluminación: Lailén Alvarez. Música: Gustavo García Mendy. Sala: Teatro Del Pueblo (Lavalle 3636). Funciones: viernes, 20 hs. Duración: 80 minutos. Nuestra opinión: excelente.

El teatro de Eva Halac nunca deja indiferente. Sus obras cuestionan lo que hace a nuestra cotidianidad: la familia, los hijos, la pareja, la política, los medios. Así lo demostró en sus últimas piezas, J. Timerman (2018), sobre medios y política; Las manos sucias (2022), adaptada de la pieza de Sartre en formato de thriller político, o Ana Karenina en Halloween (2023), en la que se cuestionaba qué es ser madre, mujer, tener una pareja, una familia. Se podría decir que a través de sus personajes pone en evidencia aquello que quizás nos preguntamos en privado. Sus hombres y mujeres de ficción tienen arrebatos de ira, se enojan, le confiesan amor a la o los otros, se pelean, se disculpan. Y luego quizás en la intimidad y a solas se preguntan: “¿Está bien lo que hice?”.

En Tutorial, sus personajes se mueven a partir de determinadas necesidades, que para ellos implican algo urgente y quizás para los que los rodean no. Por eso se equivocan, confiesan tener una atracción unos por otros, se aceptan y se soportan. También, hay que decirlo, se aman, se tienen afecto, cada uno a su manera, como en la vida. Acá sus personajes son cuatro y hay un quinto que nunca aparece en escena, pero es quién provoca el conflicto que desnudará comportamientos y maneras de ser de unos y otros. Esta es una historia que despierta sonrisas. Es irónica y a la vez desnuda una dosis de crudeza del comportamiento humano, siempre tomando en cuenta más nuestras necesidades inmediatas, lógico, que la de los otros. Los personajes exhiben un egoísmo exacerbado por instantes, pero, cuando se dan cuenta o recuerdan ese “Tutorial” que les enseñaron, ese manual de la buena educación de seres de clase media que viven en una gran ciudad, enseguida se disculpan y exhiben una muletilla: “¿Está mal?”, le preguntan a los otros.

La pieza tiene algo de sitcom, es ágil, divertida, incluye silencios cómplices entre los personajes y por instantes, parece un partido de tenis: uno tira una frase o palabra y otro responde de inmediato: sin pensarlo, aunque claro, puede ser que luego se arrepientan.

Eva Halac hace de su teatro una tribuna, es como si a partir de lo que expone le dijera al espectador “si usted cree que esto es ‘suyo’, piénselo y observe si está en lo cierto”, o “pensémoslo juntos”. Esto último está exquisitamente expuesto en Tutorial, en la que coinciden dos temas siempre actuales: las relaciones filiales, de pareja, los conflictos generacionales: los de 40 y 50 años, y los de 18 y veinte y pico, cómo reaccionan, cómo piensan. Pero a su vez suma otro ítem: está vez la dramaturga se pregunta ¿qué es cultura? ¿La cultura está muerta? Acaso esa instalación hecha con un cajón de muerto y unas cajas de cartón, que simulan un Arca de Noé, es cultura o no. O cultura es, por ejemplo, sentarse la hija y el padre, a ver una versión fílmica de Cumbres borrascosas, protagonizada por Juliette Binoche.

Fernando Miguelez y Mora Monteleone en Tutorial
Fernando Miguelez y Mora Monteleone en Tutorial - Créditos: @Guillermo Monteleone

Esta pieza se acerca a la composición de Stravinsky, El pájaro de fuego. Es intensa, inquietante, con un leve estado de calma, que invita a un continuo renacer, a partir, de una reflexión individual y grupal que exhiben estos personajes, muy bien elegidos. Ellos son un padre separado, con una hija, con aspiraciones de artista plástica; una mujer soltera de 40 años que trabaja en la Secretaría de Cultura de una ciudad y un joven empleado de una funeraria. Hay un quinto personaje, una actriz que no aparece físicamente en escena, pero se convierte en el detonante de los cuestionamientos de los otros, y acaba de ganar un premio Ace, a la Mejor Actriz Revelación.

Hernán Márquez y Eva Halac desde la dirección guian con valiosos recursos narrativos, rítmicos e interpretativos a sus actores, en un ritual de situaciones cotidianas, intimistas, que se disfrutan de principio a fin. Fernando Migueles, Natalia Giardinieri, Mora Monteleone y Nahuel Monasterio, resultan excelentes en el diagramado de sus personajes, tan contradictorios como fascinantes.