La sombra del comandante nos expone a un horror que perdura después de 80 años
La sombra del comandante (The Commandant’s Shadow, Estados Unidos-Israel-Alemania-Polonia-Reino Unido/2024). Guión y dirección: Daniela Völker. Fotografía: Rob Goldie y Piotr Trela. Música: Gabriel Chwojnik. Edición: Clare Guillon. Distribuidora: Warner. Duración: 103 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: excelente.
La sombra del comandante es un documental extraordinario. Puede devolvernos con detalles visuales y narrativos de un rigor casi quirúrgico el horror de la muerte de más de un millón de personas en las cámaras de gas de Auschwitz. Y al mismo tiempo proponer desde la memoria del mal absoluto un camino de reflexión, reconocimiento y expiación de profundo sentido humanista.
Dos dimensiones, la histórica y la actual, conviven en la lúcida exploración que la argentina Daniela Völker hace sobre los hechos reales que conocimos hace poco a través de Zona de interés, una de las películas más comentadas de los últimos tiempos, nominada a varios Oscar (entre ellos el de mejor película) y ganadora de dos: film internacional y sonido.
Disponible en Prime Video, Zona de interés nos lleva a la vida cotidiana de Rudolf Höss, el temible comandante de Auschwitz, y su familia en una amplia vivienda emplazada justo al lado del campo. Todo lo que se cuenta desde aquella ficción cobra sentido definitivo en este documental que llega ahora a los cines después de estrenarse por streaming en Max. De hecho puede verse hoy también en esa plataforma.
Hay un momento de Zona de interés el que se deja de lado la historia para mostrarnos cómo se ve hoy aquel espacio en el que se llevó a la práctica la “solución final”. Lo que nos faltaba era conocer de qué manera la idea del mal absoluto ejecutada en Auschwitz atravesó a más de una generación golpeada directamente por lo que se vivió allí. Y cómo aquella sombra puede llegar a oscurecer, real y simbólicamente, nuestro presente y nuestro futuro colectivo.
“Pensábamos que era una prisión y mi papá era el jefe”, dice con el profundo dolor de un descubrimiento tardío Hans Jürgen Höss, el casi nonagenario hijo del monstruoso comandante de Auschwitz. En Zona de interés era uno de los pequeños hijos del jefe nazi que disfrutaba de una “infancia adorable e idílica”, completamente ajena a los horrores que transcurrían a poquísima distancia del hogar. Es su hijo Kai, pastor de una iglesia protestante del sur de Alemania, el que lo lleva al reconocimiento de ese pasado familiar. Los dos llevan el apellido del “mayor asesino de la historia de la humanidad”, según confiesa en un momento el religioso.
Kai forma parte de la “generación silenciosa”, descendientes en segunda instancia de quienes fueron contemporáneos de aquella tragedia inenarrable y cargan con ella a través de distintas manifestaciones traumáticas. Para salir de ellas, Maya Lasker necesitó dejar Londres e instalarse en Alemania. Es la hija de Anita Lasker-Wallfisch, que salvó su vida en Auschwitz siendo niña gracias a la música y luego hizo carrera como chelista en la English Chamber Orchestra. El documental la muestra a sus 98 años, con una lucidez asombrosa para hacer la retrospección de su vida como sobreviviente del Holocausto.
Völker cruza estas historias personales con las confesiones que Höss escribió en la cárcel, admitiendo su responsabilidad en el horror, antes de ser juzgado y ejecutado en la horca por crímenes de guerra en 1947. De esas memorias surge esa ominosa sombra que llega hasta un presente que ante nuestros ojos convive con los recuerdos de la guerra. Este documental potente, preciso y revelador, musicalizado por el argentino Gabriel Chwojnik, revela con estremecedora franqueza que existen distintas maneras de abordar el pasado, todas legítimas y dolorosas según cada perspectiva.
Y también que es posible llegar a una instancia superadora de comprensión y perdón, sin negar ni una sola cosa de lo ocurrido, cuando el hijo del antiguo comandante y la sobreviviente judía finalmente se encuentran en Londres. Con su asombrosa calma y una conciencia admirable del sentido de la vida a la que tuvo que enfrentarse, Lasker nos dirá que ese camino es posible. Y también nos advertirá sobre la triste reaparición del antisemitismo en el mundo y el riesgo de que el Holocausto pueda repetirse. Sabe muy bien que otra sombra tan grande como la del comandante de Auschwitz puede volver a oscurecer al mundo.