Sonrisas viriles

También dientes alineados son síntoma de virilidad / Foto: Thinkstock
También dientes alineados son síntoma de virilidad / Foto: Thinkstock

Existen ciertos rasgos masculinos que enamoran a las mujeres. Por lo general, son aquellos orientados a mostrar un poco de virilidad. No es un cuidado impecable del físico como creen la mayoría de los metrosexuales; más bien, se trata de una sonrisa bonita, una mirada penetrante, las manos grandes y cuidadas; también, una mandíbula cuadrada y el trasero firme. Todo esto junto es un signo de virilidad.

Cuando una mujer dice: “Quiero a alguien que tenga una sonrisa bonita”. ¿Sabe lo que busca o lo que le atrae de una sonrisa? La realidad es que no, sólo sabemos que esa sonrisa se ve atractiva en esa cara, pero no sabemos por qué. Si nos preguntamos, ¿Qué queremos de una sonrisa? Probablemente la mayoría respondería: “Dientes blancos y bien alineados”. Esto tiene sus bases. Nuestro cerebro automáticamente sabe que blanco es limpio y alineado es buena masticación.

Además de blancos y alineados, existen ciertos rasgos particulares que son diferentes en el hombre y la mujer, y que pueden hacer la diferencia entre verse masculino o afeminado. O, por el contrario, pueden hacer ver a una mujer no tan femenina.

Hombres. Si ponemos atención en la mayoría de los hombres los dientes son más grandes, cuadrados y todos alineados en una línea horizontal. Esta es la forma normal de los dientes de un hombre sano. Dientes grandes que mastican con fuerza y que han desgastado sus bordes por una buena alimentación.

Mujeres. Los dientes de la mujer son más pequeños y redondos por naturaleza. Además, los frontales son más largos y el resto se encuentra a diferentes niveles. Los colmillos son más prominentes y afilados. En ella, estos rasgos son sinónimo de una mordida más delicada y una cuidada masticación.

Los dientes tienen los dientes más grandes y cuadrados / Foto: Thinkstock
Los dientes tienen los dientes más grandes y cuadrados / Foto: Thinkstock

Inconscientemente nuestro cerebro busca la pareja ideal. Queremos a alguien que pueda ayudarnos a mejorar la raza. Buscamos a una mujer alta con pechos grandes y caderas prominentes, porque en el fondo nuestro cerebro sabe que pechos grandes garantizan el alimento del crío y caderas grandes facilitan el parto. Somos una raza en constante evolución y no podemos engañar a nuestros genes, el hombre busca la supervivencia. Los instintos no mienten.