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A Sort of Homecoming: de la inspiración de U2 y la curiosidad de David Letterman nace un bellísimo documental

The Edge, Bono y David Letterman en Dublín en el documental A Sort of Homecoming
The Edge, Bono y David Letterman en Dublín en el documental A Sort of Homecoming

Bono & The Edge: A Sort of Homecoming, con Dave Letterman (Estados Unidos/2023). Dirección: Morgan Neville. Anfitrión: David Letterman. Fotografía: Nicola Marsh, Graham Whilloughby. Edición: Mark Harrison, Alan Lowe, Oscar Vazquez, Jason Zeldes. Duración: 84 minutos. Disponible en Disney+. Nuestra opinión: muy bueno.

Morgan Neville es uno de los grandes autores de cine documental de este tiempo, y sobre todo un experto como pocos en contar a través de este arte vidas de músicos. Cuando vemos sus espléndidos trabajos dedicados a Keith Richards, Johnny Cash y Yo-Yo Ma entendemos por qué se destaca frente a otros colegas suyos igual de talentosos.

Cada vez que observa al personaje de su obra, lo que hace al mismo tiempo su ojo perspicaz, inquieto y siempre atento es recorrer todo lo que hay alrededor. Neville parece convencido de que ningún creador es capaz de llegar lejos sin mostrar la suficiente sensibilidad como para percibir lo que pasa a su alrededor y volcarlo a las canciones que compone o interpreta.

Neville no llega a U2 en un momento cualquiera. Lo hace mientras Bono (Paul David Hewson) y The Edge (Dave Howell Evans) llevan adelante una minuciosa revisión de su propia trayectoria como banda. Según nos indica una placa en el comienzo de este largometraje, ambos pasaron los últimos dos años dedicados a revisar y recorrer su propia memoria. Y no solo eso: se propusieron volver a pensarla en el mismo entorno en que fueron concebidas. Por eso están de nuevo en Dublín, la ciudad en la que nacieron y en la que volvieron a creer, porque –según propia confesión- quieren sentirse parte de esa historia y recuperar el tiempo perdido.

A Sort of Homecoming (”Una suerte de regreso al hogar”) es un nuevo tipo de documental musical porque Neville recurrió a una ayuda externa para entender por qué la mitad más conocida de U2 (la otra, integrada por Larry Mullen y Adam Clayton, permanece ausente con aviso sin alterar para nada el cuadro) decidió llevar adelante esta búsqueda.

Ese “cuerpo extraño” es David Letterman, el legendario monarca de un tiempo pasado de los late night shows de la TV estadounidense y amigo entrañable de sus anfitriones, que hasta terminan escribiéndole y dedicándole una nueva canción. A los 75 años, en una etapa de su vida mediática mucho más calma y relajada, Letterman viaja a la capital irlandesa para cumplir frente a las cámaras, con la excusa del reencuentro con dos viejos compinches, con el objetivo que se impuso Neville: entender las razones profundas del actual momento de Bono y The Edge con una curiosidad sin límites y una atención preferencial por las influencias que ellos reciben de su entorno.

Este documental es al mismo tiempo varias cosas, todas expuestas en clave virtuosa. Letterman entrevista a Bono y The Edge, pero también conversa con personas que dan cuenta de los vínculos entre ellos y la vida social y política irlandesa a lo largo de las últimas décadas, además de mostrar algunas curiosas costumbres de los lugareños, entre ellos la ceremonia de meterse todos los días en un mar helado y salir siempre sonrientes. También recorre distintos lugares de la ciudad, claves para entender lo que significa el reencuentro de U2 con sus raíces, y finalmente presenta en un pequeño teatro a los artistas.

Un reencuentro con las raíces para los dos líderes de U2
Un reencuentro con las raíces para los dos líderes de U2

Lo que vemos allí, con una escenografía de luces y sonido inmejorables, es la música de U2 transformada en repertorio de un concierto de cámara. La inspirada guitarra de The Edge, la voz de Bono (algo gastada y a la vez todavía capaz de imponerse a pura potencia, un blend perfecto para este momento de su carrera) y el cello de Kate Ellis consiguen lo imposible: volver a algunas de las mejores canciones de la banda (“Bad”, “Vertigo”, “Beautiful Day”, “One”), que se interpretan completas, y recuperar en ellas algo muy parecido a su esencia. De paso, el subtitulado nos ayuda a disfrutar de la poesía de cada una de esas canciones y entender, de paso, por qué Bono decidió reescribir en este momento (y en Dublín) la letra del fundamental “Sunday Bloody Sunday”.

Dublín, y las costumbres locales (como los baños en las heladas aguas del Atlántico) son parte necesaria de esta reinvención de la banda, que es también una mirada al pasado
Dublín, y las costumbres locales (como los baños en las heladas aguas del Atlántico) son parte necesaria de esta reinvención de la banda, que es también una mirada al pasado

La fortaleza de este documental imperdible pasa también por su alcance. Brinda a los fieles seguidores de U2 las mejores pistas para entender el presente y el futuro de una banda que parece inoxidable, porque tanto Bono como The Edge (dueño de lúcidas reflexiones sobre el sentido de la creación artística y la inspiración musical) quieren que esta historia continúe. Y para los no iniciados funciona como guía básica de un primer acercamiento a uno de los grupos esenciales de la historia del rock.

A Sort of Homecoming es un documental sobre música bellamente atípico, casi irresistible, que mientras recorre las conexiones entre Bono, The Edge y su terruño dublinés descubre otra cosa todavía más hermosa. Esa misma historia que los dos fueron a buscar después de tanto tiempo, y que la porfiada curiosidad de Letterman nos ayuda a entender, perdura mucho mejor a través de un legado colectivo, compartido por músicos de distintas generaciones que se reúnen en un pub, con instrumentos antiguos o modernos, para interpretarlo. Lo explica mejor que nadie Glen Hansard, amigo de toda la vida de U2, después de recitar un maravilloso poema de la irlandesa Moya Cannon frente al deslumbrado Letterman.

“Es esa idea de que llevamos canciones –concluye- aun cuando no nos queda ninguna otra cosa”.