Star Wars en el Teatro Colón: cuando la batuta se convierte en un impresionante sable láser

El Teatro Colón, minutos antes de que comience la proyección de Star Wars: El Imperio Contraataca, cuya banda sonora es interpretada por completo por su Orquesta Estable
El Teatro Colón, minutos antes de que comience la proyección de Star Wars: El Imperio Contraataca, cuya banda sonora es interpretada por completo por su Orquesta Estable

La fuerza (justamente) de la experiencia. En esa fórmula, que tiene bastante de Jedi, se esconde quizá una de las claves del éxito de Star Wars: El Imperio Contraataca en Concierto, el espectáculo con el que se volvieron a unir Disney y el Teatro Colón, a esta altura dos verdaderos aliados del entretenimiento.

Y esa frase, además, al igual que los senderos de Borges, puede bifucarse, haciendo pie tanto en el expertise de esos dos gigantes, como en la propia propuesta, que basa su solidez en la “experiencia” que le ofrece a cada uno de sus espectadores y oyentes.

¿Cómo explicar sino el sold out absoluto del reestreno de una película de 1980 en 2022, a precios que impactan en cualquier bolsillo y en un momento de amplia retracción de las pantallas gigantes y la tradicional “salida al cine”?

La Princesa Leia Organa y C-3PO, protagonistas de una película que sigue vigente, a más de 40 años de su estreno
La Princesa Leia Organa y C-3PO, protagonistas de una película que sigue vigente, a más de 40 años de su estreno

Y, en efecto, la respuesta está en esa experiencia, en poder vivir o revivir, de manera diferente -y única- una película que sigue siendo tan emblemática como inolvidable, y que ahora puede ser “atravesada” a través de nuevas y diversas “capas” (y no hablamos, claro, de las túnicas Jedi).

Ya la antesala de la función es una demostración de ello, con dos imponentes stands que permiten llevarse una foto-recuerdo junto los célebres Stormtroopers o incluso junto a un muy veraz R2-D2 y a un joven oficial de la Resistencia (muy parecido a Luke Skywalker, por cierto).

Una vez adentro, la emoción por lo que vendrá se comienza a palpar por doquier, en los disfraces de muchos de los presentes (una constante en este tipo de eventos, donde “la tribu warsi” siempre dice presente) y también en la curiosidad de los más pequeños, que suelen ser llevados a pura promesa de épica y emoción.

El maestro Thiago Tiberio dirige con meticulosidad una orquesta que cumple con creces su misión de redescubrir los climas de la película
El maestro Thiago Tiberio dirige con meticulosidad una orquesta que cumple con creces su misión de redescubrir los climas de la película

Que se cumplen a rajatabla, desde la propia secuencia inicial de títulos, que en esta película tiene su axioma más sombrío (“Es una época oscura para la rebelión…”), hasta ese inolvidable final y duelo entre Luke y Dark Vather.

En cada una de esas escenas, y a lo largo de las más de doras horas de película, la música compuesta por John Williams es interpretada magistralmente por parte de la Orquesta Estable del Teatro Colón (y de su Asociación de Profesores). Dirigidos por el Maestro Thiago Tiberio los más de 60 músicos llevan la célebre acústica del Colón a otras latitudes (y galaxias).

Y no se trata solo de la famosa “Marcha Imperial” (aunque sin duda conmueve en cada una de sus apariciones) sino de la multiplicidad de detalles sonoros que encierra el film dirigido por Irvin Keshner (para muchos, uno de los mejores, sino el mejor, de toda la saga). Ir dispuestos y abiertos a redescubrir esa dimensión sonora es sin dudas el mejor -y acaso único- consejo previo para dar.

Los Stormtroopers hacen dos pequeñas, pero muy celebradas, apariciones entre las plateas del teatro
Los Stormtroopers hacen dos pequeñas, pero muy celebradas, apariciones entre las plateas del teatro

Meticuloso en la recreación de cada uno de los climas de la película, Tiberio sabe también jugar “para la tribuna”, y en varios tramos de la noche demostrará con simpatía ciertas dotes actorales, ya sea rodeándose de Stormtroopers (su estricto atuendo negro lo acerca mucho más al “lado oscuro de la Fuerza”) como blandiendo un sable láser y transformándolo acto seguido en una auténtica “batuta Jedi”.

Aspectos a tener en cuenta: la película se exhibe con subtítulos en español, el pacto de silencio con el público es casi esencial y hay un intervalo de 20 minutos. A esta altura, poco es lo que se puede agregar sobre John Williams, quien hace poco deslizó la posibilidad de su retiro definitivo del cine, dejando como legado una casi infinita colección de obras cumbres.

La música de Star Wars es una de ellas y la posibilidad de corroborarlo en vivo, de la mano de una gran orquesta y en una de las salas líricas más celebradas de todo el mundo, es sin duda una gran noticia. La poca disponibilidad de entradas -y sus precios- quizá sea su peor contracara, aunque es evidente que “la experiencia Star Wars en el Colón” (que ya había tenido una primera edición pre-pandemia con la proyección de Episodio IV: Una nueva esperanza) ha llegado para quedarse y para acompañar, seguramente, a todos los capítulos de la saga, demostrando que la Fuerza –de la música, de la historia y de la experiencia- sigue siendo tan poderosa como siempre.