Streaming: la obra de Jafar Panahi, el director iraní encarcelado y condenado a seis años de prisión, es difícil de encontrar

Panahi, confinado en su departamento
Panahi filmó en la clandestinidad sus últimas películas; aquí, en el departamento en el que cumplió su prisión domiciliaria - Créditos: @Mirada

Descubrir en la Argentina la notable obra de Jafar Panahi, el cineasta iraní que acaba de ser condenado a seis años de cárcel y enviado a una prisión, no es fácil. Solo un puñado de sus obras fueron estrenadas en los cines de nuestro país a lo largo de las últimas dos décadas y apenas dos de ellas (un largometraje y un corto) están disponibles hoy en streaming .

La plataforma Qubit.TV cuenta en su catálogo con Taxi, una de las obras más significativas de Panahi y seguramente la más conectada con el calvario que vive el director en su largo enfrentamiento con las autoridades de su país. Cuando se estrenó en 2015, Panahi estaba bajo arresto domiciliario por los mismos cargos por los que ahora se le aplica una condena de prisión efectiva. Además de encerrarlo en su casa por supuestas actividades propagandísticas en contra del estado iraní y de la Revolución Islámica, las autoridades le impidieron el derecho de filmar, viajar fuera de su país, conceder entrevistas o ejercer cualquier actividad política en las siguientes dos décadas.

Taxi es una de las películas que Panahi filmó en completa clandestinidad desde su departamento en Teherán, del que no podía salir, como declaración de rechazo a la censura y reivindicación de su amor por el cine y la defensa de la libertad de expresión y del espíritu crítico de cualquier artista . Allí lo vemos escapando de su prisión domiciliaria y convirtiéndose en chofer de un taxi que recorre las calles de la capital iraní dialogando con distintos interlocutores sobre temas (elaborados o espontáneos) que dejan a la vista los problemas sociales del país y la insensibilidad de las autoridades para atenderlos. El film ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín.

Jafar Panahi celebra en 2006 su triunfo en el Festival de Cine de Berlín
Jafar Panahi celebra en 2006 su triunfo en el Festival de Cine de Berlín

Esta película sigue la línea de otras obras realizadas también en completa clandestinidad. La más contundente de todas se titula Esto no es un film, de 2011, estrenada en los cines argentinos tres años después. Este retrato extraordinario de su vida bajo arresto domiciliario fue filmada por Panahi en secreto durante cuatro días con la cámara de un I-Pod y enviada posteriormente al festival de Cannes a través de una persona que la grabó en un pendrive y lo escondió dentro de un pastel. Tanto aquí como en Taxi y la inédita Closed Courtain, Panahi acompaña estas reflexiones con una mirada muy precisa sobre toda su obra previa.

La otra creación del director disponible hoy en streaming es Hidden (2020), que puede verse en la plataforma Mubi. Son 18 minutos en los que ensaya una suerte de pequeña y breve remake de 3 rostros (2018), la última de sus obras estrenada en los cines argentinos. Aquí, Panahi vuelve a uno de sus temas preferidos (la situación de las mujeres en Irán) y lo deja expuesto a la vez como indagación y road movie. El propio director, tomando de nuevo distancia de su arresto domiciliario, se las ingenia para viajar junto a su hija y un productor teatral hacia una lejana aldea kurda en busca de una joven de voz privilegiada, a la que su propia (y tradicional) familia, además del Gobierno, le prohíben cantar en público .

Antes y ahora, la comunidad cinematográfica de todo el mundo se moviliza en reclamo de la inmediata libertad de Panahi. En el momento en que se ordenó su arresto domiciliario, figuras de la estatura de Martin Scorsese, Ken Loach, Francis Ford Coppola, Robert De Niro, los hermanos Dardenne e Isabelle Huppert hicieron ese reclamo a través de una declaración pública. Lo mismo se escuchó en los últimos días de parte de las autoridades de los festivales de Venecia y de Cannes.

En este último caso, el reclamo se extendió al pedido inmediato de libertad para otros dos destacados directores iraníes, Mohammad Rasoulof y Mostafa Aleahmad, que fueron arrestados el 8 de julio y enviados a prisión en un lugar hasta hoy desconocido por reclamar en contra de la violencia contra quienes se oponen al Gobierno.

Tres días después, en parte por sus declaraciones de solidaridad hacia sus colegas encarcelados, el gobierno iraní arrestó a Panahi y le impuso una pena de cumplimiento efectivo en una cárcel. “El Festival de Cannes condena fuertemente estas detenciones, así como la ola de represión que se encuentra en aumento en estos momentos en Irán contra sus artistas, y reclama la inmediata libertad” de Rasoulof, Aleahmad y Panahi, indica el comunicado oficial.