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Streaming: tres películas románticas poco conocidas que te harán llorar

Violet y Finch, disponible en Netflix
Netflix

Para mostrar los padecimientos de la adolescencia en un film, a veces menos es más. Desde un enfoque despojado en el que los diálogos son los protagonistas hasta una historia que parte de la ciencia ficción con un toque naïf para explorar temáticas duras, las siguientes producciones independientes ponen la lupa en historias complejas e intentan no pasar inadvertidas en el vasto universo de las películas basadas en la literatura juvenil.

EFECTOS COLATERALES DEL AMOR

Efectos colaterales del amor
Amazon Prime Video


Efectos colaterales del amor (Amazon Prime Video/)

Basada en la novela Our Chemical Hearts, de Krystal Sutherland, la película escrita y dirigida por Richard Tanne (cuya ópera prima es la excelente Southside with You, centrada en la primera cita de Barack Obama y la entonces joven Michelle Robinson) está sobrevolada por un tono melancólico que se ve reforzado por el trabajo de fotografía de Albert Salas. El film muestra la colisión entre Henry (Austin Abrams) y Grace (Lily Reinhart), dos adolescentes que asisten a la misma escuela secundaria pero que empiezan a hablar por un punto en común: ambos aspiran a convertirse en escritores y son elegidos para colaborar con el diario del colegio. Si bien la noticia tiene un importante significado para la vida -un tanto taciturna- de Henry, quien parece atravesar la adolescencia sin disfrutarla cabalmente, para Grace es directamente un castigo. De esta manera queda expuesto el verdadero interés del film: mostrar paulatinamente cómo una tragedia que padeció la joven puede tener graves implicancias sin un marco de contención adecuado.

Por lo tanto, lo químico a lo que hace referencia el título del libro (y de la película en su idioma original) no solo está relacionado con lo que produce el amor desde un punto de vista más racional que emocional, sino también con las enfermedades de salud mental, uno de los grandes tópicos en los que el largometraje ahonda sin golpes bajos. A pesar de que a Tanner se le hace imposible eludir lugares comunes de un género que parte de la ficción young adult (desde la mención a la música indie con Beach House, las citas a autores famosos como Pablo Neruda, hasta esas caminatas donde los personajes van descubriéndose en los silencios), sus protagonistas elevan el material, especialmente Abrams, quien había despuntado con su trabajo secundario en Ciudades de papel, y que de allí en adelante ratificó su enorme talento también en TV, en series como This Is Us y Euphoria.

*VIOLET Y FINCH

Violet y Finch
Netflix


Violet y Finch (Netflix/)

En Violet y Finch también conviven las reglas del universo young adult (el largometraje toma como material de base a la novela de Jennifer Niven, All the Bright Places) con dos actores que brillan en sus respectivos papeles: la ya consolidada Elle Fanning y esa estrella en ascenso que es Justice Smith, uno de los puntos más atractivos de la serie Generation. El drama de Brett Haley inicia con un encuentro casual entre sus protagonistas, uno mucho más oscuro que el de Efectos colaterales del amor. Violet sufre depresión por la muerte de su hermana en un accidente automovilístico y Finch es quien, inicialmente, la ayuda a salir adelante desestimando los consejos de su grupo de amigos, quienes ven a la joven como una outsider en ese microclima en el que se vive para las apariencias. Si la novela es heredera directa de la obra de John Green, una fusión de Buscando a Alaska con Bajo la misma estrella y el misterio que circunda a Ciudades de papel, la película se corre astutamente de la redundancia de algunos pasajes y decide no traicionar la esencia de esos jóvenes que se conocen no necesariamente en el momento indicado, pero sí en el cual pueden sostenerse el uno al otro.

Las secuencias más devastadoras del film llegan cuando Violet y Finch -quienes redescubren Indiana a través de sus pequeños rincones secretos-, verbalizan con violencia el malestar que padecen por no hablar en el pasado. En este punto, Niven, coguionista junto a la gran Liz Hannah, caminan sobre una cuerda floja al tener que adentrarse en terrenos ásperos y, en simultáneo, contar una historia de amor donde también prima la inocencia. Como consecuencia, nunca esconden que el film no atará todos los cabos de manera perfecta ni que sus protagonistas no podrán lidiar con los conflictos sin caminos sinuosos por delante, decisión narrativa que hace que Violet y Finch, por más angustiante que sea, no apele a lo edulcorado sino a un relato mucho más honesto y genuino.

*EL MAPA DE LOS INSTANTES PERFECTOS

El mapa de los instantes perfectos
Amazon Prime Video


El mapa de los instantes perfectos (Amazon Prime Video/)

El mapa de los instantes perfectos también es una película melancólica, pero conmueve utilizando la comedia y la ciencia ficción como géneros principales, para luego virar hacia reflexiones sobre la vida en las que predomina el tinte dramático. El primer punto que tiene a su favor el film de Ian Samuels es su autoconsciencia. La película sabe que no está trabajando sobre terreno desconocido, y de inmediato comienza a hacer referencias a producciones que partieron de la misma premisa, como El día de la marmota y Al filo del mañana. Curiosamente, el largometraje tiene, en cuanto a su tono, más puntos de contacto con Palm Springs, de Max Barbakow, solo que aquí los adolescentes son los protagonistas. Mark (Kyle Allen) y Margaret (Kathryn Newton, la revelación de Big Little Lies y The Society) están atrapados en un bucle temporal que los lleva a experimentar el mismo día una y otra vez. Mark no parece estar demasiado preocupado por el fenómeno que padece hasta que se encuentra con Margaret, que lleva en sus hombros un conflicto personal que termina siendo clave para que esta historia se distancie de su cocktail de influencias.

Lo que vuelve diferente al film escrito por Lev Grossman -y basado en su propia obra- es cómo les da voz a esos adolescentes que, estén o no en ese bucle que los distrae momentáneamente, de todos modos sufren por situaciones a las cuales los adultos no les están prestando demasiada atención. Las charlas de Mark y Margaret sobre sus respectivos problemas se sienten tan auténticas por la tristeza que subyace debajo, y por la dificultad de ambos para lidiar con todo aquello que preferirían pretender que no existe. Por lo tanto, a pesar de la angustia inevitable que generan determinadas situaciones que no revelaremos, El mapa de los instantes perfectos se aferra a lo luminoso para que la cotidianidad y su volatilidad duelan un poco menos.