Sudor excesivo en la zona íntima, causas y tratamiento

Sudar es totalmente normal. Sudamos para regular nuestra temperatura corporal y evitar que nuestro organismo se 'recaliente'. "Lo más habitual es que sudemos por zonas típicas como las palmas de las manos, la cara, las axilas, los pies...", nos explica la ginecóloga Miriam Al Adib, autora del libro Cuando las hormonas se desmadran (Ed. Alienta). Pero hay personas que sudan por zonas menos comunes como la zona íntima. "No es muy frecuente en consulta, pero debe haber más mujeres que lo sufren", afirma. Además, puede manifestarse de forma exagerada. "En general, como en otras áreas, puede tratarse, pero tiene que ser consultado con un médico especializado", indica la experta en ginecología. También es importante tomar medidas higiénicas para evitar infecciones. Nos lo explica el equipo de médicos colaborador de Chilly.

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¿Qué es la hiperhidrosis en la zona íntima?

Nuestro cuerpo tiene unos cuatro millones de glándulas sudoríparas, que se dividen en dos tipos: las ecrinas, que se encargan de la sudoración para regular la temperatura, y las apocrinas, que son las responsables del olor del sudor en áreas como las ingles y las axilas.

El sudor es un mecanismo natural que usa nuestro cuerpo para enfriarse. Sin embargo, la hiperhidrosis es una condición que provoca un exceso de sudoración, lo que puede ser muy molesto y presentarse en varias zonas como las axilas, las manos, los pies, los glúteos o el pubis.

Cuando el sudor en la zona íntima es excesivo, se le llama hiperhidrosis genital, y puede empeorar en verano. Esta condición suele tener un componente genético, aunque también puede deberse al estrés, la ansiedad o desequilibrios hormonales y emocionales.

El mal olor del sudor se debe a su composición, ya que en esta área hay más lípidos que son descompuestos por las bacterias de la piel.

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¿Cómo afecta la hiperhidrosis genital?

La hiperhidrosis genital puede afectar la autoestima, haciendo que quien la sufra se sienta incómoda y esto acaba afectando a sus relaciones personales, profesionales y sexuales.

Pero más allá de los efectos emocionales, la hiperhidrosis en la zona genital puede favorecer la aparición de infecciones bacterianas o por hongos, debido a la humedad.

Además, el sudor en las áreas con vello crea un ambiente húmedo donde los microorganismos dañinos pueden proliferar más fácilmente.

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¿Cómo mejorar la hiperhidrosis genital?

Si la sudoración es excesiva y afecta tu vida diaria, lo mejor es consultar a un médico. Sin embargo, hay algunos hábitos diarios que pueden ayudar:

  • Beber suficiente agua para que el cuerpo pueda regular mejor su temperatura.

  • Hacer ejercicio regularmente para mantener el mecanismo de regulación de la temperatura en buen estado.

  • Practicar actividades relajantes para controlar el estrés y las emociones.

  • Reducir el consumo de grasas saturadas para disminuir la producción de lípidos por las glándulas apocrinas.

  • Usar ropa de fibras naturales (lino o algodón) que sea transpirable.

  • Evitar la ropa ajustada para permitir una mejor ventilación.

  • Cambiar de postura con frecuencia y no cruzar las piernas para evitar la sudoración en la zona.

  • No usar salva-slips o compresas a diario, ya que retienen la humedad.

  • Mantener una buena higiene corporal, duchándose una vez al día para ayudar a regular la temperatura corporal.

Es muy importante tener una buena higiene íntima con productos específicos para cuidar el microbioma vaginal. Con la llegada del verano, además, es útil llevar toallitas íntimas en el bolso.

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¿Cuál suele ser el tratamiento?

Afortunadamente, y tal como nos adelantaba la ginecóloga Miriam Al Adib, la hiperhidrosis se puede tratar. Por ejemplo, con toxina botulínica, que comúnmente conocemos como bótox, nos cuentan los expertos de la Clínica Trevi. Esta se aplica en las zonas localizadas. Con este tratamiento, se logra la normalización del sudor gracias al bloqueo de la transmisión que existe entre los nervios y las glándulas sudoríparas en las zonas tratadas. Es, de hecho, uno de los tratamientos más comunes antes del verano, ya que su duración aproximada es de 4 a 8 meses, con un tiempo de aplicación de 40 minutos aproximadamente y los resultados son inmediatos.

Hay otras formas de acabar con la hiperhidrosis genital:

  • Iontoforesis: este tratamiento utiliza una corriente eléctrica de baja intensidad para reducir la sudoración. Aunque es más común para las manos y los pies, algunos dispositivos pueden adaptarse para otras áreas del cuerpo.

  • Medicamentos: en algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos anticolinérgicos que ayudan a reducir la sudoración. Estos medicamentos tienen efectos secundarios y deben ser usados bajo supervisión médica.

  • Cirugía: en casos extremos donde otros tratamientos no han sido efectivos, se puede considerar la cirugía para extirpar las glándulas sudoríparas o cortar los nervios que controlan la sudoración (simpatectomía). Este es un tratamiento invasivo y se usa como último recurso en los casos más graves.

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