Sumergible del Titanic: el peor miedo del youtuber mexicano Alan Estrada finalmente se cumplió

"Me asusté mucho", confesó el influencer

Alan Estrada visitó los restos del Titanic en el sumergible Titón. (Photo by Paul Archuleta/Getty Images)
Alan Estrada visitó los restos del Titanic en el sumergible Titón. (Photo by Paul Archuleta/Getty Images)

POR Alejandro Feregrino-. Cuando le dijeron a Alan Estrada que visitar los restos del Titanic era una posibilidad real, no lo pensó dos veces.

Estaba en plena pandemia y buscaba la manera de impulsar su canal de Youtube ‘Alan x el mundo’, en un momento en que los viajes estaban restringidos en buena parte del planeta. Entonces, dos de sus colaboradoras le enviaron la información ofertada por una exclusiva agencia de viajes que podría convertirlo en el primer mexicano en visitar el naufragio más famoso del mundo.

"Miriam y Karla que trabajan en mi equipo y son unas tipazas, me mandaron un artículo sobre esta empresa turística que estaba promocionando los viajes al Titanic y dije ‘ok, vamos a ver qué pasa'", contó en entrevista con Yordi Rosado.

"Lo llené, investigué cuánto costaba, tuve una junta con ellos por Zoom, me explicaron cuánto costaba y les dije ‘esto es lo que yo hago, ¿puedo hacerlo? ¿lo puedo grabar? Me dijeron que sí".

El siguiente paso era reunir los 125 mil dólares que costaba el viaje en ese momento –hoy ronda los 250 mil–, así que tomó sus ahorros, consiguió el resto e hizo la reservación.

A su llegada, recibió todo el papeleo que debía firmar.

"Era una biblia, cuando lo leí me asusté mucho, básicamente decía que si te mueres es tu problema. Decía 'estoy consciente de que me estoy subiendo a un sumergible experimental que nunca ha bajado a estas profundidades. Que puede haber fallas que provoquen lesiones o la muerte y que no son responsabilidad de la empresa. Ahí sí sentí y dije 'estás arriesgando la vida' (...) pero rajarme me salía muy caro", contó.

Descendió en el Titán con otros tres pasajeros y el piloto Stockton Rush, presidente de la compañía OceanGate, creadora de este sumergible, pero por problemas técnicos se suspendió el descenso y tuvieron que regresar a la superficie poco después de iniciada la travesía.

"Me bajoneé un poco por los patrocinadores y por la gente que los conozco cómo son, pero viendo la dimensión de la expedición lo entendí".

Volvió al año siguiente con otra tripulación y pasajeros y, finalmente, logró hacer la expedición que, a la postre, se convirtió en el viaje más riesgoso que ha hecho en su vida, algo que hizo que, en el momento, sintiera más nervios que emoción.

"El mayor riesgo de una expedición de ese tipo, sobre todo la que nosotros hicimos (...) es que te puedes atorar con un fierro del barco o con una red de pescar, te pasa eso y no hay forma de que alguien baje a rescatarte, son 3,800 metros no hay otro sumergible en el mundo que pueda bajar a rescatarte y, si lo hay, está lo suficientemente lejos como para que tú te mueras antes".

Finalmente, cuando descendió y pudo ver los famosos restos, aseguró que todo valió la pena.

"Nos asomamos y sí es muy espectacular. Sí es un momento muy emocionante (...) ahí se me olvidó todo".

No obstante, confesó a BBC que descender en el sumergible no es una experiencia tan increíble como podría imaginarse: "No es muy especial que digamos. Estás dentro de una cápsula, que es algo impensable para cualquier persona que tenga claustrofobia, pero nada más. Lo que sí es algo muy impresionante es el hecho de estar frente a ese naufragio".

El sumergible Titán de OceanGate partió este 16 de junio desde el puerto de San Juan de Terranova, en Canadá, hacia el lugar del hundimiento del Titanic. Cuatro días después de desaparecer en las aguas del Océano Atlántico, la Guardia Costera confirmó que ha encontrado los restos del sumergible y los cinco tripulantes fueron declarados muertos.

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