Sylvester Stallone le debe mucho a una película en la que nunca pensamos que saldría
El inicio de la carrera de Sylvester Stallone fue menos idílico de lo que se podría pensar. No tardó en arrasar con Rocky y convertirse en la gran estrella del cine de acción que es hoy en día, pero antes de este salto se vio inmerso en la penuria y en la necesidad de tomar medidas desesperadas para salir a flote y hacer despegar su carrera. Entre ellas, se encuentra el rodaje de una película en la que jamás podríamos imaginar que un icono de Hollywood de esta categoría se prestara a participar.
Debemos remontarnos a 1970, cuando Stallone aún no era nadie en la industria y no tenía un solo crédito en una película. En aquel año, era un hombre arruinado al que le habían expulsado de su apartamento y que ni siquiera podía financiarse las clases de arte dramático, por lo que su objetivo de convertirse en actor de éxito parecía un sueño imposible. Sin embargo, vio la oportunidad de salir del hoyo cuando llegó a sus manos una primera oferta como actor, pero no para un papel al uso, sino para una película porno.
Se trataba de The Party at Kitty and Stud's, cinta sobre dos amantes llamados Kitty y Stud que experimentan con el sexo en una fiesta en el Nueva York de los años 70, es decir, una mera excusa para mostrar sexo en pantalla. No era una cinta extremadamente explícita, pero eso no quita que se pudiera ver a la estrella de Rambo protagonizando infinidad de escenas eróticas que poco tenían que ver con las secuencias sexuales de una cuidada producción de Hollywood. Aún así, no es un trabajo del que se sienta arrepentido, puesto que si no hubiera percibido el salario de esta película posiblemente nunca hubiera salido adelante para desarrollar Rocky y saltar al estrellato.
“Me moría de hambre cuando la hice. Me habían echado de mi apartamento y llevaba cuatro noches durmiendo en un banco de una estación de autobuses. Estaba desesperado. Cuando tienes hambre haces cosas que normalmente no haces”, explicaba Stallone a Playboy en 1978. No es que el dinero que le pagaran fuera mucho, porque apenas percibió 200 dólares por los dos días en los que estuvo rodando, pero fue lo justo para poder encontrar alojamiento y empezar a costearse su formación en arte dramático.
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“Sabes, cuando tienes hambre, haces muchas cosas que normalmente no harías, y es divertido cómo puedes reajustar tu moralidad en aras de la autoconservación. Lo que es realmente ridículo es ponerse frente a una cámara en esa situación y engañarse pensando que está haciendo algo artístico”, continuaba. “Pensé, bueno, tal vez esta sea una película de arte. Brillante. Sin embargo, en cierto modo, era hacer la película o atracar a alguien, porque estaba en la cuerda floja”.
Después de esta experiencia, empezó a actuar en producciones de alto nivel con pequeñas apariciones, como fue el caso de Bananas de Woody Allen. Pero ante la dificultad de abrirse hueco en la interpretación también optó por escribir guiones. Y fue entonces cuando surgió Rocky, pero este éxito hizo avivar la llama de que el comienzo de su carrera se remonta al cine pornográfico.
Debido al furor que causó Stallone protagonizando y dirigiendo este clásico de los 70, los productores de The Party at Kitty and Stud's decidieron reeditar la película bajo el título de El semental italiano. El actor contó que llegaron a pedirle una alta suma de dinero para evitar dar difusión a esta producción que pocas personas tenían en el radar, pero él no cedió al soborno. “Creo que pidieron $100,000, pero yo no la compraría ni por dos dólares, y mi abogado les dijo que lo hicieran”. No obstante, aunque hoy en día goza de cierto estatus de culto, nunca llegó a generar la suficiente atención como para comprometer su carrera en Hollywood, y al final, más que un título del que pueda avergonzarse puede verse como una oportunidad que le posibilitó desarrollar su talento y convertirse en uno de los mayores iconos del cine de acción.