Talina Fernández y sus constantes desafíos a los prejuicios sobre la edad
Catalina María del Sagrado Corazón Fernández-Veró Vela, mejor conocida en el mundo del espectáculo como Talina Fernández, no deja de sorprender. A sus 78 años, da cuenta de una vitalidad asombrosa y de unas ganas de vivir que ya muchos jóvenes quisieran tener. Su más reciente decisión de abrirse un perfil en una aplicación de citas es sin duda la mejor prueba de que la edad no es freno para tener nuevas experiencias y probar cosas diferentes.
También hay que ser justos y reconocer que fue su nieta María - primogénita de su hija Mariana Levy- quien le sugirió que entrara al mundo de citas mediante herramientas digitales. Fue en el marco del podcast que comparten -'Platicando con la abuela'- que surgió el tema.
María le dijo a su abuela: "necesito modernizarte, por favor, actualizarte. Quiero hacerte un perfil en Tinder, necesito que me des palabras que te describen". A esta invitación, la conductora de televisión, periodista y productora mexicana respondió "audaz, atrevida, extrovertida". Estar en esta app le causó hasta gracia a la "dama del buen decir", quien expresó "Yo en Tinder, ja ja".
Cabe la pena acotar que -aunque haya entrado en Tinder- su corazón ya está ocupado desde finales de 2021. Talina sale con un caballero llamado José Manuel, al cual conoció de una manera que muchos considerarían arriesgada. "Llegó una güera en el supermercado y nos dijo: Tengo un tío que quiere contigo', le dije: 'Pues dale mi teléfono'", recordó Fernández.
Y las cosas no quedaron allí. "Entonces al tío lo invité a tomar café en mi casa el lunes, el miércoles me invitó a comer y a conocer su departamento, el viejo truco y me gustó tanto la arquitectura, que ese fin de semana lo invité a una pijamada en mi recámara, y ya de ahí nos seguimos" contó.
Muy a su manera, la pareja ha encontrado una forma de convivencia. "Es un compañero que es lo que necesitaba yo en esta vida: culto, letrado, guapo, un señor de mi época y podemos hablar de lo que hablábamos antes como a los cines a los que íbamos, es una bendición. Vivimos juntos jueves, viernes, sábado y domingo, pero separados lunes, martes y miércoles", aclaró Talina en una entrevista.
Esta anécdota da cuenta de cómo vive la vida Fernández, sin miedo. De hecho, puede verse que se trata de un patrón a lo largo de su vida, que se ha intensificado en años recientes, y en especial, tras la inesperada muerte de su hija Mariana, en 2005.
A sus 76 años y en una transmisión en vivo del programa Sale el sol -por ejemplo- decidió tatuarse. En ese momento dijo que "vamos a hacer una carita feliz porque queremos que toda la gente haga todo por ser feliz, que ame, que ayude, que sea empática con la gente".
De esa experiencia, Talina comentó que quiere "ser muy feliz para compartir con la gente. La vida es una, está corriendo, lleguen a la conclusión de que mientras estemos aquí hay que ser felices".
Esa postura de resiliencia la ha manifestado Fernández muchas veces antes. "Siempre digo ‘ya nació quien me tire, pero no quien me deje en el suelo'". Incluso -cuando fue cancelado su programa de radio ‘Blah blah blah!’, que conducía junto a su hijo menor Pato Levy- ella mantuvo la serenidad, aunque invitó a sus seguidores a tratar de rescatar el espacio. "Esto pasa siempre. Nos quitaron el programa que mi hijo Patricio y yo teníamos y que nos permitía estar en contacto con ustedes", comunicó a sus fans.
Fernández está muy clara de la realidad. "Y luego que te ven mayor, y creen que eres tarada, o que no tienes los chicharrones como las señoritas, pues no, no tienes los chicharrones", declaró en torno al tema laboral. Esa misma claridad le dio la idea de entonces crear el podcast junto a su nieta y así mantenerse activa y vigente.
De hecho, la unión profesional de Talina y su nieta María dio pie a que la experimentada mujer de medios le propusiera algo a su nieta, hacer una sesión de desnudos. "María tiene un arte increíble, elegantísima, con una clase bellísima, sin faltarle el respeto a las buenas costumbres. Yo se lo dije a ella, ‘he compartido mi juventud, hace 52 años que estoy en la tele, ahora quiero compartir mi vejez’”, señaló Talina.
El buen gusto sería la identidad de estas imágenes, que aunque se anunciaron en mayo de este año, no se sabe si se han hecho aún. “El cuerpo de una vieja tiene muchas historias que contar. Lunares, cicatrices (...) desde la panza aguada; esa es la vejez con el alma joven. Mi cuerpo produjo niños, enfermedades, la operación a la que sobreviví... Realmente es maravilloso. ¿Por qué avergonzarnos a esta edad?”, dijo.
Talina Fernández sigue dando de qué hablar. Sus ganas de vivir, inspirar y romper moldes se actualizan constantemente. ¿Los juicios? Si no le han importado antes, parece que mucho menos lo harán ahora.