Tamara Falcó nos descubre el truco más saludable para fortalecer las uñas
A Tamara Falcó le gusta cuidarse. De hecho, hace algunas semanas, nos contaba lo importante que resulta para ella preparar adecuadamente su melena antes de cada una de sus apariciones. Como embajadora de OPI, la marquesa de Griñón también presta una atención especial a sus uñas. No solo es plenamente consciente de cuáles son las tendencias del momento sino que, además, sabe que, para poder lucirlas de la mejor manera, es imprescindible dejarlas descansar y aplicar tratamientos que las fortalezcan.
La hija de Isabel Preysler, que se suele decantar siempre por los tonos neutros y granates, ha compartido una imagen con sus seguidores virtuales por medio de la que anuncia que esta semana dejará sus uñas descansar. Hemos querido hablar con varias manicuristas profesionales para saber cuál es la mejor forma de hacerlo. ¿Qué tipo de productos endurecedores o vitamínicos puedes aplicarte? ¿Con qué frecuencia? ¿Durante cuánto tiempo? Respondemos a estas y otras preguntas a continuación. ¿Nos acompañas?
Los productos más recomendados
Según Lara López, CEO de Le Salon Nails para Essie, para endurecer tus uñas puedes aplicar tratamientos a modo de esmalte que ayuden a reconstruir, reforzar o aportar fuerza a las uñas. Por otro lado, según nos cuenta la experta, puedes confiar en la suplementación. Recomienda complementos alimenticios con ingredientes como la biotina, que ayudan a mejorar la dureza de las uñas.
Preguntada por la frecuencia del uso de suplementos y esmaltes endurecedores, Lara segura que "en el caso de las pastillas, lo normal es tomar el tratamiento durante tres meses para después descansar uno". "En el caso de los tratamientos en la uña, va a depender del tipo de uña que tengamos y de sus necesidades. En las que son más frágiles, lo mejor es descansar entre manicuras y utilizar un producto de cuidado de las uñas que las refuerce", explica la experta. Está de acuerdo con Lara Aude Peyrefiche, directora nacional de Vitry España, que nos concreta que "es clave que, si está dañada, se utilice un tratamiento recuperador al menos un mes, y si está muy dañada al menos tres meses, de forma continuada".
Ingredientes fortalecedores
Para fortalecer tus uñas, los ingredientes de los que puedes fiarte según Lara son la biotina, la queratina, el aceite de ricino, las ceramidas o el albaricoque. Por su parte, Aude recomienda el fitocoral, más conocido como "el polvo de los océanos", un ingrediente activo a base de biocerámica que permite que la uña sea aún más resistente y fuerte. Este ingrediente activo aporta calcio al corazón de la uña. También incluye ingredientes como el hierro, el zinc y el magnesio, una asociación que aporta fuerza y resistencia. Otros ingredientes que, según Aude, pueden ayudar son:
Silicio orgánico: se trata de un oligoelemento esencial cuya principal función es generar colágeno.
Ácido hialurónico: mejora la resistencia de la uña.
Extracto de raíz de apio: endurece, protege, aporta dureza y brillo a la uña.
"Si incluye algún plastificante de origen biológico que reduzca la penetración de agua protegiendo la uña sería lo ideal", añade la experta.
Ingredientes y gestos que dañan la uña
Lara recomienda evitar ingredientes como fosfatos o cloruros. Además, Aude nos recuerda que la acetona, presente en muchos quitaesmaltes, deshidrata mucho la uña y puede hacer se vuelvan frágiles y quebradizas, además de dañar. Otros ingredientes y gestos que debilitan las uñas son:
Las exposiciones prolongadas al agua: pueden hacer que las uñas se vuelvan más blandas y más propensas a romperse.
Los detergentes y productos de limpieza: contienen químicos fuertes que pueden deshidratar y dañar las uñas. Usa guantes al manipularlos para proteger tanto la piel de las manos como las uñas.
Limar las uñas en ambas direcciones: también puede causar pequeñas fisuras y debilitar las uñas, por eso, asegúrate de limar siempre en una sola dirección para evitar daños.
El formaldehído y ciertos ftalatos: han sido prohibidos por normativa europea, pero no ocurre lo mismo con el tolueno o el alcanfor. Busca resinas y plastificantes que los reemplacen que sean efectivos pero no tengan ningún perjuicio para la salud.
Recuerda que, como indica Aude, "cuando se abusa de la manicura permanente existe un riesgo elevado de que se dañe la uña". Según la experta: "Esto se debe a la calidad de los productos utilizados (aunque no siempre tienen por qué ser de mala calidad), sumado al limado inicial antes de realizarlo y el limado de retirada que, por mínimo que sea, va debilitando la uña poco a poco, volviéndose más débil, quebradiza y sensible". Al fin y al cabo, nos cuenta, "la manicura semipermanente impide que la uña transpire correctamente y esto se traduce en un deterioro de la misma".
"En el caso de las lacas de uñas no permanentes de buena calidad esto no ocurre, ya que suelen tener una formulación que fortalece, cuida las uñas y las deja respirar", revela ofreciéndonos como colofón una alternativa. Nuestro consejo final pasa, por tanto, por programar los descansos y recurrir a lacas de uñas no permanentes si, en medio de uno de esos descansos, necesitas esmaltarlas puntualmente.