Tame Impala en Lollapalooza: en muletas y de buen humor, Kevin Parker se prepara para cerrar la segunda noche del festival

Kevin Parker se fracturó la cadera y rápidamente volvió a subir a los escenarios: se presenta este sábado en Lollapalooza Argentina y también en las ediciones de Chile y Brasil
Kevin Parker se fracturó la cadera y rápidamente volvió a subir a los escenarios: se presenta este sábado en Lollapalooza Argentina y también en las ediciones de Chile y Brasil - Créditos: @Danatrippe

“Estoy en muletas pero estoy bien”, se ríe Kevin Parker, líder y único miembro estable de Tame Impala, la banda que será una de las atracciones principales del sábado en Lollapalooza (Escenario Samsung, a las 20:45). Es que en los últimos días se convirtió en la gran noticia por haberse quebrado la cadera durante una carrera y haber terminado en el hospital. Su primera aparición después del accidente, sin embargo, fue para aclarar que no suspendería ninguno de sus shows. De hecho, ya dio dos en México en estas condiciones. “Hablé con los doctores para que me dieran el alta, pero en mi cabeza ya estaba decidido que iba a tocar igual. Se necesita mucho más que una quebradura de cadera para que me baje de una gira por Latinoamérica”.

Aunque el textual pueda sonar arrogante y tribunero, Kevin Parker (de 37 años y nacido en Sidney, Australia) asegura que el accidente le hizo poner las cosas en perspectiva. “Es un baño de humildad en cierto punto”, dice. “Fue surreal en el momento. Estás corriendo, al minuto estás en un hospital, al minuto los doctores dicen que necesitás operarte, al minuto estás en un avión y al minuto te están haciendo una cirugía. Todo pasó demasiado rápido y te la pasás preguntándote cuándo se va a terminar y cuál es el próximo paso” .

Kevin Parker y las imágenes que subió luego de la operación
Kevin Parker y las imágenes que subió luego de la operación

Los shows de Tame Impala ya tienen su propio recorrido en Buenos Aires, que fue testigo del crecimiento veloz del proyecto: en 2012 tocaron en Niceto y en 2016 ya ocupaban un lugar importante en la grilla de Lollapalooza). Y su público está acostumbrado a entregarse a una experiencia en la que lo multimedia es muy importante. Casi en un segundo plano, Kevin Parker y sus compañeros de ruta tocan en función de una puesta que retoma estímulos psicodélicos, con proyecciones en las pantallas, que se llevan buena parte del atractivo. Esa cualidad tal vez haya sido importante para que los shows puedan seguir adelante, algo que no podría suceder con artistas que han hecho del despliegue escénico su fuerte. “Es cierto que los shows no están centrados en mí como performer”, explica Kevin Parker. “No es que ando por todo el escenario, aunque me gusta caminarlo y ver cómo reacciona la gente desde distintos rincones del predio. En México pude hacerlo con muletas, fue bizarro para mí y creo que para todos, pero bueno, trato de no pensarlo demasiado ni darle demasiado lugar en mi cabeza”. Sin embargo, aclara que toda la situación también afectó en la interpretación de los temas: “Fueron shows muy emocionales, aunque musicalmente vayamos al mismo lugar que antes. Estar en el momento dándome cuenta de mi situación me hizo pensar en esto, valorar todo un poco más y definitvamente modificó la forma en la que toqué”.

Formados en 2007 y con cuatro discos en su haber, Tame Impala se convirtió en sus inicios en líderes de las tantas nuevas relecturas de la psicodelia en el siglo XXI. Una bandera que supieron llevar con prestancia pero sin agitarla demasiado. “Amo el rock psicodélico”, afirma Kevin Parker. “Pero solo llamo así a mi música porque el resto dijo antes que lo mío era psicodelia. “Nunca pensé explícitamente en hacer música psicodélica, no me lo planteé, pero la gente lo llamó así en un principio y está bien”.

-Por momentos parece ser una simplificación. Sí suena con determinados efectos, entonces es psicodélico. Pero a la vez es una etiqueta con mucha en la historia del rock.

-Sí, creo que tiene más que que ver con cómo la gente interpreta y recibe la música piscodélica. No siempre tiene que ser recontra psicodélica. A veces, de hecho, es realmente muy poco psicodélico todo lo que se etiqueta como psicodélico (risas). Pero le dicen así y queda. La música es un viaje y a la psicodelia tenés que verla y sentirla primero, después hacés una música que acompañe ese viaje. Esa es mi forma de verla. Al final del día, hago la música que mejor me sale y me nace, sea o no psicodélica; es lo que es.

-Se cumplieron 15 años desde que formaste Tame Impala, un proyecto solista con nombre de banda ¿Cómo ves ese aspecto en perspectiva?

-Desde muy chico la idea de tener una banda siempre fue un poco confusa para mí. Yo soy muy tímido, entonces no quería ponerle mi nombre, me daba un poco de miedo esa exposición. Y me di cuenta de que mi música sonaba como la música de una banda. Quería convencer a la gente de que se trataba de un grupo. En mi cabeza eso haría más fácil que entiendan y se copen con el concepto. No tenía idea de cómo armarlo pero quería que la gente se acercara, entonces le puse nombre de banda.

-Y ahora que ya sos un artista reconocido por tu nombre, ¿te lo tomás bien? ¿Aceptaste que ya se trata de algo indivisible? Tame Impala es Kevin Parker y Kevin Parker es Tame Impala.

-Sí, es mi vida. Creo que es la razón por la que lo hice así. No quiero que nadie dependa de mí ni decepcionar a nadie, y también porque quiero ser responsable de todo. Mentalmente tenés que estar bien preparado, por más que ahora haya mucha gente involucrada en el proyecto y Tame Impala se volvió muy grande para otra gente también. Pero es mi vida y en el comienzo era así: “Esto es mío”. Siempre dejo todo para que se note mi amor por el proyecto y la pasión que le pongo. Todo lo que hago y pienso va a parar ahí y hace que ame más lo que hago.

-En tu última canción, “Wings of Time”, cantás sobre sentir orgullo en relación al paso del tiempo. Aplica a tu carrera artística, parece...

-Sí, la letra la escribió un amigo y me encanta. Por supuesto la canto porque me interpela. Me siento orgulloso de todo lo que hago y creo que en cierto punto tener orgullo es un sentimiento clave para mí.