Taylor Kinney, exprometido de Lady Gaga, se ha casado con la modelo Ashley Cruger
Taylor Kinney, conocido por su participación en la serie 'Chicago Fire' y por haber estado brevemente prometido con la cantante Lady Gaga, se ha casado con su novia de los dos últimos años, la modelo Ashley Cruger. La boda se celebró el pasado 30 de abril en la más estricta intimidad, como ha confirmado el representante del actor en un escueto comunicado a la revista People.
De forma casi paralela, su ya flamante esposa ha compartido la noticia en su perfil de Instagram, ofreciendo un par de románticas imágenes de la pareja en su gran día. En una de ellas, Taylor y Ashley posan acaramelados encima de una roca, y en la otra ambos despliegan sus mejores sonrisas mientras el intérprete carga a su mujer en su espalda. "El señor y la señora Kinney", ha escrito.
El enlace tuvo lugar en la ciudad de Chicago, donde Kinney graba la serie que le ha consagrado como estrella. De hecho, fuentes contactadas por la revista aseguran que la boda se celebró sólo unos días después de que el actor finalizara el rodaje de la duodécima temporada de la ficción televisiva.
Su romance se remonta a enero de 2022, pero los dos enamorados siempre han sido muy herméticos con respecto a su historia de amor. Al margen de alguna que otra foto en Instagram y de su asistencia a varios eventos, como una gala benéfica en Utah en abril de ese año, lo cierto es que Kinney nunca se ha pronunciado sobre su ya esposa en sus entrevistas, y menos aún sobre sus planes de futuro con ella.
Esa actitud también presidió sus cinco años de discreta relación con Lady Gaga. Pese a los intentos de los reporteros por entresacarle algún detalle significativo sobre su idilio, siempre se daban contra un muro infranqueable. En esos tiempos, ella también optaba por el silencio, hasta que en 2017 lanzó su documental 'Gaga: Five Foot Two' para desvelar lo que aconteció en los meses previos a su separación. En una escena concreta, la artista lamentaba la enésima discusión que había tenido con Kinney e incluso le tachó de "intolerante".