Teatro. Se entregaron los premios Artei a la escena independiente

Los artistas y productores que recibieron reconocimientos
Los artistas y productores que recibieron reconocimientos

La sala Andamio 90 fue el ámbito elegido por la Asociación Argentina de Teatros Independientes (Artei) para realizar la entrega de premios que, anualmente, otorga la entidad a las salas alternativas de la ciudad que presentan los proyectos que llevarán a escena durante cada temporada. Esta distinción comenzó a otorgarse en 2012. Entonces el productor Carlos Rottemberg, profundo admirador de la labor que se desarrolla en los diversos ámbitos independientes y, después de realizar un pequeño recorrido por algunos de ellos y viendo sus resultados, decidió hacer un aporte económico a Artei con el objetivo de que la entidad lo destine a apoyar la producción escénica . La iniciativa no quedó en una primera edición. Se mantiene y ahora es la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet) quien realiza ese aporte económico, lo que permite poner en valor la producción de las salas alternativas.

Artei realiza una convocatoria con el fin de que los espacios presenten sus proyectos. Un jurado especializado es el que define quienes recibirán una ayuda económica que facilitará realizar la producción de los espectáculos que ponen a su consideración. En esta temporada, el jurado encargado de discernir los premios estuvo integrado por Laura Fernández, Mónica Berman y Liliana Weimer. Los premiados recibirán, cada uno, 370.000 pesos más un aporte de 100.000 que otorga Argentores, con la intención de estimular la autoría nacional.

Gonzalo Pérez, representante de la sala Tole Tole y actual presidente de Artei, e Ivana Averta, miembro del órgano de fiscalización de la entidad, fueron los encargados de conducir el acto del que participaron diversos referentes del teatro independiente (gestores de salas, autores, directores y funcionarios de Proteatro y el Instituto Nacional del Teatro). Antes de dar a conocer los premios correspondientes a esta décima edición, la Asociación entregó reconocimientos a los miembros de Aadet, representada por Sebastián Blutrach y Carlos Rottemberg, a Agentores (recibió la distinción el autor Roberto Perinelli), a las juradas que analizaron las 40 propuestas presentados y a la actriz Julieta Alfonso, quien durante muchos años se desempeñó como secretaria de Artei.

Liliana Weimer, Sebastián Blutrach y Carlos Rottemberg, en los Premios Artei
Liliana Weimer, Sebastián Blutrach y Carlos Rottemberg, en los Premios Artei

Los proyectos ganadores son los siguientes: La versión infinita, dramaturgia y dirección de María Paula del Olmo, Daniela Contreras y Carolina Sturla (Beckett Teatro), La Yoli Mindolacio de Fabián Díaz, dirección de Manuela Méndez (Teatro El grito), Belleza, autor y director Diego Brienza (Andamio 90) y Todxs saltan/Están bien/Nadie mejora, creada y dirigida por Andrés Binetti (Teatro del Pueblo).

El jurado decidió entregar dos menciones honoríficas, las que recayeron en Lo tejió la Juana, dramaturgia y dirección de Ignacio Sánchez Mestre (Timbre 4) y Todo lo que desaparece, autoría y dirección de Edgardo David Señorián (Aérea Teatro).

El espíritu colaborativo que está acuñado desde hace décadas en el teatro independiente local fue destacado en distintos discursos de los premiados. Colaboración que aquí se amplía dado que es el teatro comercial, a través de Aadet, quien apoya la tarea que realizan las diversas salas que nuclea Artei. Quizá las palabras del director y gestor Alejandro Samek, a cargo de Andamio 90, sirvan para sintetizar lo que significó esta nueva edición de estos premios.

“Todos los que estamos acá hemos construido el teatro independiente –afirmó Samek–. Y somos héroes de hoy. Figuras extraordinarias. En los tiempos actuales seguir trabajando para mejorar la cultura nos hace héroes. Quiero felicitar el esfuerzo que cotidianamente realizamos. El mundo vive momentos muy duros. La actividad que desarrollamos se hace cada vez más necesaria, aunque a veces al público le cueste venir a nuestras salas. A esta actividad hay que ayudarla. También a las nuevas generaciones. Ya no existe una barrera entre el teatro comercial y el alternativo. En nuestro territorio ya no hay grietas que saldar ”.