Anuncios

Tener a Tim Burton en 'Miércoles' ha sido un caramelo envenenado para Netflix

Jenna Ortega como Miércoles Addams en el cauarto episodio de 'Miércoles' (Foto cortesía de Netflix © 2022)
Jenna Ortega como Miércoles Addams en el cauarto episodio de 'Miércoles' (Foto cortesía de Netflix © 2022)

Netflix tiene todo un caramelo entre manos con Miércoles, su nueva serie centrada en la hija adolescente de La familia Addams. El haber fichado a un cineasta de la talla de Tim Burton, habituado a las atmósferas góticas, la comedia negra y a las referencias al terror clásico, les ha permitido exprimir su potencial al máximo para ofrecernos todo un divertido cóctel de misterio con mucha mala baba. Sin embargo, Burton, que solo dirige los cuatro primeros episodios, también les ha creado un problema que en la recta final de la serie se evidencia de forma muy pronunciada.

Por mucho que Netflix nos haya vendido Miércoles como una serie “de la imaginación de Tim Burton”, como bien promocionan en sus póster, el responsable de Eduardo Manostijeras o Big Fish no es la mente creadora de la producción. Como se deja ver en sus créditos, este spin-off de La familia Addams está creado y escrito por Alfred Gough y Miles Millar, quienes en el pasado fueron responsable de éxitos televisivos como Smallville, la serie centrada en la vida adolescente de Superman.

En los primeros compases de Miércoles, el estilo de Tim Burton explota y eleva a la serie a su máximo exponente, sabiendo captar la esencia negra de los Addams con su humor seco y punzante a la vez que plasma en pantalla las obsesiones habituales de su cine. Atmosferas tétricas, monstruos terroríficos, escenarios espeluznantes, colores pastel, dualidad entre mundos e incluso crítica a la sociedad estadounidense se adueñan de esta ficción durante sus cuatro primeros episodios. No obstante, pese al sello de Burton, no se puede negar que en el fondo sigue siendo un producto adolescente donde la marca de los showrunners y de productos similares a Smallville emerge en todo momento.

Jenna Ortega como Miércoles Addams en el septimo episodio de 'Miércoles' (Foto: Vlad Cioplea/Netflix © 2022)
Jenna Ortega como Miércoles Addams en el septimo episodio de 'Miércoles' (Foto: Vlad Cioplea/Netflix © 2022)

No es algo malo, ya que como digo el universo burtoniano logra elevar la serie a ser mucho más que otro producto adolescente de Netflix visto en infinidad de ocasiones. Pero el problema llega cuando Tim Burton se baja del carro en el quinto episodio y tratan de mantener el mismo tono copiando a la desesperada su estilo. Y como ocurre con cualquier copia, el resultado está muy lejos de ser el ideal, derivando a que en su segunda mitad Miércoles se encuentre con bastantes problemas que resaltan su auténtica naturaleza.

Para empezar, la serie es incapaz de mantener el mismo nivel de humor negro y punzante, haciendo que pierda casi toda la esencia de La familia Addams. Solo el buen hacer de Jenna Ortega como Miércoles o la aparición de personajes extravagantes y divertidos como Tío Fétido nos hace recordar que estamos ante un producto de esta franquicia. Ni siquiera los capítulos centrados en personajes como Morticia o Gómez lo logran, puesto que, por muy bien que encajen Catherine Zeta Jones y Luis Guzmán en sus papeles, el poner el foco en su oscuro pasado en el internado Nevermore, donde han mandado a su hija, no nos hace conectar ni disfrutar con ellos de la misma manera que en otras adaptaciones.

En segundo lugar, la estética oscura y de terror se vuelve forzada y sin el mismo efecto que tenía en los primeros episodios, donde Tim Burton conseguía cuadrar todas sus referencias y elementos en un variopinto y cautivador universo. Aquí todo se limita a caer en los lugares comunes a los que habitúa el género en televisión, como el recurrir a infinidad de planos y ópticas aberrantes que directores como Ryan Murphy han explotado hasta la saciedad en series como American Horror Story.

Al final, lo único que le queda para relucir es su trama de misterio y sus temáticas adolescentes, que es donde se pone el foco en este último tramo de la temporada. Como consecuencia, se vuelve demasiado genérica y seria, pasando de ser un producto burtoniano a una serie que cae en todos los lugares comunes de cualquier producción de terror juvenil.

GUÍA | Los pasos que tienes que seguir para poder ver un vídeo de Youtube no disponible por tus preferencias de privacidad

En concreto, me dio la impresión de que estaba viendo Riverdale, la ficción de la CW que adapta los cómics de Archie con tramas de misterio, romances e infinidad de referencias a clásicos del cine de género. Es una serie que disfruto, pero en el fondo soy consciente de que su calidad está muy lejos de ser la ideal y que su universo de horror es un pastiche forzado y muy básico. Y es justo la sensación final que me ha dejado Miércoles al terminar sus ocho episodios, que es muy diferente a la que tuve cuando vi los cuatro episodios realizados por Tim Burton.

Desde luego, contar con Burton les ha elevado mucho el producto, especialmente a nivel artístico, pero creo que esta virtud se les ha vuelto en contra, puesto que en sus episodios nos genera unas expectativas que el servicio de streaming no han podido cumplir a lo largo de la serie. De ahí que crea que su presencia haya sido un caramelo envenenado para Netflix, porque ha dejado claro que sin un cineasta a la altura es muy difícil de diferenciar Miércoles de cualquier otra producción adolescente genérica de su plataforma. Y esto, de cara a su continuidad en futuras temporadas, puede ser un problema para mantener el interés de los espectadores.

Más historias que te pueden interesar: