La ternura es una fiesta popular con sabor a Shakespeare en el corazón de Mataderos

Escrito por Alfredo Sanzol y dirigido por Eduardo Gondell, La ternura permite el lucimiento de su elenco
Escrito por Alfredo Sanzol y dirigido por Eduardo Gondell, La ternura permite el lucimiento de su elenco

La ternura. Autor: Alfredo Sanzol. Dirección: Eduardo Gondell. Intérpretes: Cristina Alberó, Antonio Grimau, Anita Martínez, Marcelo Mazzarello, Juan Cottet y Valen Podio. Música y diseño sonoro: Mariano Cossa. Diseño de iluminación: Eli Sirlin. Diseño de escenografía: Marlene Lievendag. Diseño de vestuario: Cecilia Zuvialde. Sala: Cine Teatro El Plata, Av. Juan B. Alberdi 5765, Mataderos. Funciones: sábados y domingos a las 17. Duración: 90 minutos. Nuestra opinión: muy buena

“Una sociedad sin ternura es una sociedad en guerra”, sostiene Alfredo Sanzol, dramaturgo español, nacido en Pamplona en 1972, autor de La ternura, la pieza dirigida por Eduardo Gondell que acaba de estrenarse en el Cine Teatro El Plata, ubicado en el barrio de Mataderos y perteneciente al Complejo Teatral de Buenos Aires. Estrenada en Madrid en 2017, rápidamente se convirtió en un suceso de público tanto en su país como en otros puntos europeos.

Sanzol ha logrado un material original ambientado en el siglo XVl y que es todo un homenaje a los modos del teatro isabelino. Su pluma, que ha atravesado el texto con fluidas referencias a diversas piezas de William Shakespeare , se ve la influencia por La tempestad, Noche de reyes, Como gustéis, Mucho ruido y pocas nueces y Sueño de una noche de verano; pero convirtiendo a La ternura en una comedia que desacraliza los modos del clasicismo . Acaso nadie más irreverente que el Bardo de Avon.

Grimau y Alberó, en escena
Grimau y Alberó, en escena - Créditos: @Carlos Furman

Una isla desierta sirve de amparo a un leñador despechado de las mujeres y a sus dos hijos. El padre decidió que, ese terruño sobre el mar, sin vida humana, sea el sitio perfecto para no cruzarse nunca más con una dama.

En paralelo, una reina algo hechicera, que odia a los hombres porque han cercenado su libertad, escapa con sus dos hijas para evitar que las jóvenes sean sometidas a casorios impuestos por el rey Felipe ll. Texto de mil y un enredos, las tres mujeres recalarán en la isla habitada por los tres leñadores.

Así las cosas, con ellas disfrazadas de varones, para camuflarse con los tres habitantes de la isla y sobrevivir, comenzará una convivencia delirante en la que no tardará en manifestarse la atracción entre unos y otros , generándose momentos muy simpáticos y desopilantes.

A pesar de la ingenuidad que merodea sobre el material , la cuestión de género atraviesa su entramado cuando los hijos no pueden evitar sentir atracción por esos hombres que no son otra cosa que las jóvenes disfrazadas.

La cuestión de género atraviesa el material no exento de saludable ingenuidad con grandes actuaciones de Marcelo Mazzarello, Anita Martínez y Cristina Alberó
La cuestión de género atraviesa el material no exento de saludable ingenuidad con grandes actuaciones de Marcelo Mazzarello, Anita Martínez y Cristina Alberó - Créditos: @Carlos Furman

El director Eduardo Gondell le sacó partido a la trama con una dirección que potencia el trabajo de sus actores y desde una puesta en escena que convierte al escenario en una fiesta.

Cristina Alberó y Antonio Grimau son grandes intérpretes para hacer crecer a esa madre y a ese padre desbordados y con la creencia de poder manejar a piacere la vida de sus hijos. La ternura pivotea permanentemente sobre lo irrefrenable del amor y la necesidad imperiosa de poder manifestarlo a través de permanentes gags que exhiben a Alberó y Grimau como comediantes que conocen el tempo de este tipo de textos .

Antonio Grimau y Cristina Alberó le imprimen delirio a la solvente construcción de sus personajes
Antonio Grimau y Cristina Alberó le imprimen delirio a la solvente construcción de sus personajes - Créditos: @Carlos Furman

Anita Martínez y Marcelo Mazzarello, impecables en sus roles, interpretan a los hijos mayores de la reina y el leñador. Ambos actores, de solvencia largamente probada, vuelven a demostrar que juegan el humor desde la palabra, pero también desde un preciso lenguaje del cuerpo .

Valen Podio y Juan Cottet les dan vida a los hijos menores, quienes le suman ingenuidad a la trama. Ambos jóvenes están a la altura de las circunstancias, demostrando grandes condiciones.

Valen Podio y Juan Cottet, jóvenes intérpretes que le sacan partido a sus personajes
Valen Podio y Juan Cottet, jóvenes intérpretes que le sacan partido a sus personajes - Créditos: @Carlos Furman

La escenografía de Marlene Lievendag, con reminiscencias del teatro monárquico, es bella y funcional; la música y el diseño sonoro de Mariano Cossa aporta atmósfera y calidez, al igual que el diseño de iluminación de Eli Sirlin y el hermoso vestuario de Cecilia Zuvialde, todo conjugado en una armoniosa unidad.

Como si fuera en The Globe de Londres, pero en Mataderos. Y con carcajadas y aplausos a telón abierto.