'The Crown' tira de España para hacer magia en la pantalla

No solo La casa del dragón ha sabido aprovechar los paisajes de España para recrear las calles y palacios de Desembarco del Rey y Rocadragón (mucho más que Juego de Tronos), sino que otra serie de éxito también encontró en diferentes parajes nacionales los lugares para recrear ciudades y rincones lejanos.

Porque hace tiempo que el western dejó de ser el género más recurrente para el paisaje español. La variedad de colores, lugares, edificios históricos y naturaleza han llamado la atención de Hollywood y la industria del cine internacional durante décadas. Así como también lo equipos técnicos experimentados que ofrece el país, los descuentos gubernamentales, el clima, las menos de 3 horas que lo separan de la ciudad más central para los rodajes: Londres. Y, por supuesto, la cantidad de horas de luz. Pero ahora parece que el interés está creciendo más todavía. Y prueba de ello es que no solo la serie épica de HBO se ha trasladado a España, sino también una historia tan británica como The Crown.

Dominic West como el príncipe Carlos en la temporada 5 de 'The Crown' (Keith Bernstein, cortesía de Netflix)
Dominic West como el príncipe Carlos en la temporada 5 de 'The Crown' (Keith Bernstein, cortesía de Netflix)

La serie sobre la reina Isabel II, su reinado y familia ya se había trasladado a España para grabar algunas secuencias de la temporada 3 y 4. Por ejemplo, la escena que mostraba a la entonces princesa (interpretada por Claire Foy) dirigiéndose a la Commonwealth desde Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en la apertura del episodio 8 de la segunda temporada, con un montaje de personas escuchándola por la radio a través del mundo, desde la India a Australia, Jamaica, etc. Todas se grabaron en España, sirviendo como símbolo evidente de la variedad que The Crown podía utilizar si instalaba su rodaje aquí.

Y así lo hicieron. Porque la quinta temporada -que se estrenará este año- así como la sexta y última -que habría comenzado a grabarse hace unos días- prometen ser “la inversión más grande en España en términos de tiempo” para la serie de Netflix. Así lo aseguró uno de los productores independientes, Martin Harrison, a Variety. 

De esta manera, así como hicieron en aquella breve secuencia de la cuarta temporada, ahora habrían expandido la visión gráfica del mundo a través del uso de rincones españoles. Como, por ejemplo, usar Atlanterra en Tarifa, Cádiz, para recrear el escondite de la princesa Margarita en Mustique, la isla privada de las Antillas Menores ubicada entre el Mar Caribe y el Océano Atlántico.

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O imitar una granja de ovejas en Australia que, en realidad, se grabó en Almería; así como aparentar estar en Atenas cuando filmaron las escenas en San Juan de Aznalfarache, en Sevilla.

Hasta recrearon un estudio de Hollywood de la década de 1960 pero en la Base Naval de Tablada, en Sevilla.

Es decir, rincones de todo tipo que demuestran la capacidad de hacer magia con una cámara y una buena localización que tiene el cine y la televisión. En este caso haciendo que España pueda ser Atenas, Hollywood o el Caribe, todo en uno.

Martin Harrison explica que necesitaban grabar unas tres o cuatro semanas en lugares que dieran la visión de ser tropicales y que representaran las giras de la familia por la Commonwealth. “Y España cumplía todos los requisitos”. Es más, según el productor, la facilidad que ofrecen los trenes rápidos, el acceso a aeropuertos internos, la cultura e infraestructura hotelera, hicieron que España fuera un lugar accesible para el rodaje. Y si bien se toparon con ciertos contratiempos, como fue el proceso de visas y permisos para grabar la temporada 4 en pandemia o la falta de estudios, están convencidos que todo va a cambiar en dos o tres años ante la expansión de la industria en el país. Sobre todo después de que en mayo se lanzara el Spain Audiovisual Bureau, un servicio que actúa como intermediario asistiendo a preguntas de los mercados internacionales, procesando permisos de rodajes y otorgando información sobre los incentivos de impuestos. Se trata del primer esfuerzo en coordinar entidades públicas y privadas de cara a la industria internacional del cine y la televisión en España.

Sin ir más lejos, La casa del dragón recreó las calles de Desembarco del Rey con las de Trujillo en Cáceres y su Plaza Mayor, pero también con las de la ciudad de Cáceres y algunas de sus plazas. De ahí se fueron a Lloret de Mar para grabar los jardines de Santa Clotilde, mientras que volvieron a San Juan de Gaztelugatxe en el País Vasco para volver a recrear Rocadragón como hicieron en Juego de Tronos.

La quinta temporada de The Crown se estrenará este año -todavía no hay fecha confirmada- pero será entonces cuando podamos descubrir cómo consiguieron hacer magia recreando rincones del mundo a través de España.

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