The End: decime que tocás como Pink Floyd sin llamarte David Gilmour o Roger Waters
Se sabe, la publicación del superéxito The Dark Side of the Moon, en 1973, fue una bisagra en la popularidad de Pink Floyd, hasta convertirse en el primer número uno a nivel global de la banda británica, con más de cuarenta millones de copias vendidas. La gran noticia es que este jueves The End, la banda argentina tributo a Pink Floyd, celebrará el 50° aniversario del lanzamiento de aquel disco extraordinario álbum en el mítico Luna Park.
“The Dark Side of the Moon es un álbum increíble, con una actualidad y vigencia en sonido y concepto que cuesta creer que hayan pasado tantos años. A nivel sonoro fue muy innovador con técnicas experimentales de grabación, utilización de efectos en instrumentos y voces, más los sonidos aplicados a los temas, como la caja registradora de “Money”, latidos, voces habladas. Y en cuanto al contenido, abarca cuestiones de la vida tan universales que siguen vigentes hasta hoy”, señala Jorge “Gorgui” Moffat, vocalista de The End.
En el transcurso de su trayectoria como banda tributo a Pink Floyd, los argentinos siempre estuvieron atentos a sus efemérides. En este caso, la celebración del 50° aniversario los llevó a dedicarse todo este año a Dark Side... Y si bien la mayoría de los temas ya los venían interpretando desde hace tiempo, el nuevo desafío es hacerlo completo y respetando la continuidad del disco. Además, la celebración contará con una segunda parte del show en la que interpretarán otros clásicos de Pink Floyd en su formato habitual.
“Queremos ofrecer en vivo esa gran experiencia que es escuchar de punta a punta The Dark Side of the Moon. Para potenciar ese momento nostálgico decidimos preparar las versiones en el formato más original posible. Muchas veces nos regimos con versiones en vivo, o sumamos algún arreglo o variante, pero en este caso haremos que suene muy fiel a la versión original, la que hizo historia en la música”, explica Moffat.
Si bien prefieren no revelar mayores detalles respecto de la puesta en escena, el público se encontrará con un show repleto de estímulos visuales y sonoros. Los videos también estarán presentes y el sonido tendrá un tratamiento especial para disfrutar de una experiencia inmersiva, a las que sumarán proyecciones láser para disfrutar de una puesta integral.
El último desafío
Cómo olvidar la portada de aquel disco extraordinario ideada por Storm Thorgerson y Audrey Powell, que representa en un prisma el fenómeno de la dispersión de la luz. Se trata del primer álbum completamente conceptual desarrollado por Pink Floyd, donde a través de las letras y el sonido bucea en el existencialismo, las presiones que sufre el ser humano, desde la búsqueda del sentido de la vida (“Breathe”), el estrés cotidiano (“On the run”), el dinero (“Money”), la fatalidad del paso del tiempo (“Time”) y la muerte (“The Great Gig in the Sky”).
Ahora bien: ¿cuáles son los mayores obstáculos que debió afrontar The End para sonar como Pink Floyd, particularmente en “The Dark side of the moon”? “Uno de los obstáculos principales que tuvimos fue que necesitamos una formación de muchos músicos. La formación más reconocida de Pink Floyd es con cuatro integrantes, pero lo cierto es que siempre fue una banda con un don especial para trabajar en los estudios de grabación. Sobregrababan muchos instrumentos, incluso hay temas con cuatro guitarras simultáneas, más de dos teclados, coros adicionales, efectos de sonidos y más. Así que para reproducir ese sonido en vivo no tuvimos más remedio que armar una formación de 12 integrantes sobre el escenario”, explica el vocalista de The End, que en versión ampliada completará su formación con Charly Kleppe en teclado y guitarra, Hernán Simó en piano y teclados, Matías Dietrich en guitarras, Alejandro Pérez Sarmenti en batería y percusión, Juan Folatti en bajo, Mariano Romano en guitarras, Lorena Alvarez, Constanza Manigot y Alejandra Peralta en coros, Martín López Camelo en saxo y Eugenio Tripar en video y FX Stage.
Si bien este es su último desafío, el objetivo de sonar como Pink Floyd fue una tarea de largo aliento. Cada músico de The End ha trabajado en forma obsesiva con su instrumento por muchos años para lograr un sonido genuino, con un equipamiento que sin duas es otro pilar clave para lograrlo. La historia de The End se remonta a finales de los 90, cuando se forma como una primera banda de amigos músicos con la idea de interpretar lo mejor del rock clásico. Por entonces contaban con un repertorio con temas de Genesis, Supertramp, The Police, Eric Clapton y, obviamente, Pink Floyd.
Sin embargo, no eran tiempos de furor para las bandas tributo. Así las cosas, un productor les sugirió la idea de enfocar su repertorio con mayor precisión. Sin dudarlo, se quedaron con Pink Floyd. Y mal no les ha ido. Sus primeros shows tuvieron una importante repersusión y 33 años después los encuentra presentando The Dark Side of the Moon en el Luna Park.
En el transcurso han tenido la posibilidad de tocar en varios shows y hasta compartir algunas giras con músicos que tocaron con Pink Floyd como Jon Carin, Guy Pratt, Durga McBroom y Lorelei McBroom. “El primer encuentro con ellos fue un momento muy especial, obviamente estábamos muy nerviosos en el primer ensayo, más que en cualquier show. Pero todo empezó a fluir rápidamente y nos llevamos muy bien. Fue una gran experiencia como banda y nos generó mucho orgullo poder concretar esos shows”, recuerda Moffat.
Entre las anécdotas que dejaron aquellos encuentros, imposible olvidar aquel primer ensayo, cuando el bajista Guy Pratt paró un tema para decirles que no lo estaban haciendo de la forma correcta. “Nosotros nos quedamos duros, obviamente no íbamos a discutir con el bajista de Pink Floyd, ¡pero al otro día nos dijo que teníamos razón con nuestra versión! Estuvo muy bien en reconocerlo y para nosotros fue una clara señal de que estábamos en el camino correcto”, sigue Moffat.
También se generaban situaciones cotidianas, inolvidables, que a ellos los volvían “locos”: “Como cuando el mismo Pratt preguntaba por chat cómo estaban sus hijos que se habían quedado en Londres al cuidado de la familia Gilmour! ‘¿Estás chateando con David Gilmour?’, tremendo”, rememora.
No es la primera vez que una banda se toma el trabajo de interpretar completo y de corrido este álbum fundamental en la historia del rock. En 2005, la formación norteamericano de metal progresivo Dream Theater interpretó The Dark Side of the Moon en Ámsterdam y repitió el mismo concierto dos semanas después en Londres. Otra agrupación que versionó el álbum completo es The Flaming Lips, en un disco grabado en 2009.Por su parte, Easy Star All-Stars grabó un tributo a esta obra en clave de reggae, dub y hip hop, que denominó Dub Side of the Moon, mientras que el grupo de heavy metal Ministry hizo lo propio al nombrar como Dark Side of the Spoon a su disco de 1999.
“Siempre decimos que nos sentimos intérpretes de la música de Pink Floyd y no tanto una banda tributo. Lo nuestro no es imitar a la banda, sino interpretar su música de manera fiel, pero también con nuestro aporte individual y grupal. The End tiene una interpretación muy sanguínea de Pink Floyd. Nuestros shows en algunas partes se destacan por cierta informalidad y alta expresividad, tal vez surgida de nuestra personalidad como argentinos. Creo que la mayor diferencia respecto de otras bandas tributo puede estar en ese estilo. Esos aportes propios son bien recibidos por el público, porque son sutilezas de interpretación en algunos casos, o variantes que fluyen muy bien”, concluye Moffat.
Cuándo es el show
The End presenta The Dark Side of the Moon, 50° aniversario. El jueves 29 de junio, a las 21, en el Luna Park. Las entradas, entre los 6000 y15000 pesos, están a la venta en Ticketportal